Mañana: el periódico del aprendiz

Mañana, El Templario, La Comarca, Bierzo 7, Aquiana, Spirogyra…publicaciones que albergaron las vivencias e impresiones de muchos bercianos y que ahora solo quedan en el recuerdo. Páginas y páginas de noticias, anécdotas, experiencias, poesías y cuentos que traemos con esta nueva serie al presente para que los bercianos de hoy sepan que existieron. Páginas llenas de sorpresas con autores inesperados, páginas que son historia viva y que son nuestra 'memoria impresa'.

Manuel Ángel Morales Escudero
23/07/2023
 Actualizado a 23/07/2023
Portada del periódico Mañana.
Portada del periódico Mañana.
En el año 1952, en la Escuela de Aprendizaje de los talleres de ENESA en Ponferrada, tienen una idea brillante: crear una publicación en la que los jóvenes del centro pudieran plasmar sus inquietudes y en la que cabrían colaboraciones sobre religión, política, humor y anécdotas de la ciudad. La escuela se había creado el 4 de octubre de 1951 por lo que la edición de la publicación formaba parte del nuevo espíritu que el equipo de profesores y alumnos pretendían darle.

El periódico se denominó Nosotros y su primer número es todo un ejercicio de voluntad, pues está escrito a máquina, en letra morada que el tiempo ha ido desdibujando y borrando. A pesar de ello, en esta primera entrega se pueden leer anécdotas curiosas, como la titulada «Unos tunos que resultaron tunantes» y en la que, con singular gracia, se explica cómo el puño de un local responde a una provocación de los tunos foráneos con la filosófica frase de que «ya que en carnaval todo se aguanta que aguantase ese también». En este trabajo inicial, lleno de espontaneidad, aparecen los nombres de los primeros colaboradores como Islu Mo (seudónimo de Luis Morales) , Berto Sama, Uno de nosotros, Un buen aficionado, Aprendiz, Polvorilla, Machinet… es decir, todos a o casi todos seudónimos con los que los alumnos ocultaban su identidad para dar rienda suelta a su talento con mayor libertad.

En marzo de 1952 se publica el segundo número, este ya realizado a imprenta y con el pleno apoyo y financiación de la Escuela de Aprendizaje Talleres ENESA. El ejemplar está correctamente maquetado, más profesional, pero con la misma frescura que el primero. Ya aparecen nombres reales como Pascual García Jiménez, Flórez Andina, Ramón Franco… aunque continúan los conocidos seudónimos y las abreviaturas de nombres como Rompe, Uno de nosotros o FF. La temática es más variada en consonancia con la mayor extensión del periódico.

Abundan las noticias interesantes como aquella en la que se da cuenta de la creación de la Peña Taurina de Ponferrada, y se crean las secciones de ‘Humor’ u ‘Opinión y entrevistas’. Hay noticias sobre la proyección de alguna película que ha impresionado a los aprendices como Las Minas del Rey Salomón en el desaparecido cine Morán. En ese mes de marzo de 1952 se publican tres números, tónica que será general, pues el periódico se define como ‘semanario’. Todo ello da una idea de la vivacidad de la publicación y del interés que ponen sus creadores en la edición de esta. En la primera página será una constante la sección ‘Editorial’ que marca la ideología del periódico y en el que se vierten los valores que la Escuela de Aprendices promovía entre los alumnos: el trabajo, el esfuerzo, la lucha contra la pereza, religiosidad y profesionalidad. Se trata de valores que están en consonancia con el momento histórico que se vivía y en la que el gobierno del general Franco apostaba por un fuerte y rápido proceso de industrialización.

En estos primeros números se observa la importancia de la religión en la vida del aprendiz dándose cuenta en alguna de las noticias de los ejercicios espirituales y las misas de comunión que se organizaban para los alumnos. Siguen apareciendo los nombres propios que sustituyen a los seudónimos. Así, Islu Mo firma ya como Morales y se da entrada también a algún artículo realizado por profesores en la que se va a llamar a partir de ahora ‘La columna del profesor’. Nace una nueva sección, ‘Impresiones de Nosotros’, dedicada a la crítica cinematográfica. Por allí desfilarán las películas que por entonces se veían y así, afirma Necho, el autor de la sección, que «PISTOLERO, cinta esperada hace tiempo, que no nos ha llenado y que durante toda la proyección estuvimos pendientes de la valentía, temeridad, y rapidez en sacar de un Gregory Peck, en un papel bastante adecuado a su carácter…».

Tres números al mes van a ir saliendo a partir de 1952 que son impresos en la Imprenta Cuiñas de Astorga. Mejora la financiación y ello se observa en el grosor del papel de los ejemplares de mayo, de mejor calidad tanto en papel como en tinta. Se publican en el periódico las calificaciones de los aprendices y así, como dato curioso, observamos que en el Curso Elemental el mejor alumno ha sido Ramón Portabales Arias y en Preparatorio José Nieto López. En estas listas aparecen muchos nombres conocidos de bercianos, una mirada entrañable y nostálgica a nuestro pasado común.

Tenemos noticia de una copa de fútbol hoy desaparecida, la Copa del Señor Alcalde, en la que se señala que «San Pedro gana al Flores del Sil». El 15 de agosto de 1953 el periódico Nosotros se transforma en Mañana. Se trata de un momento fundamental en el desarrollo del proyecto, pues como se dice en el editorial «Mañana es comenzar, por eso está bien el título, y tú tienes que ser mañana de responsabilidades en tu trabajo: siempre más y mejor». El 1 de marzo de 1957 bajo el nombre del periódico, Mañana, se ubica el lema que lo caracterizará a partir de entonces: El periódico del aprendiz de ENE, y en la cabecera se informa de que está editado «por los aprendices de la Escuela de Santa María de Compostilla». El contenido del periódico se hace más extenso, con nuevas secciones como ‘Pequeña historia de los grandes inventos’, ‘Pequeñas biografías de hombres célebres’, ‘Chismografía escolar’ mientras continúan otras como ‘La risa de mañana’, ‘Apuntes sociales’ o ‘Vallalfons pregunta’.

Este último, cronista total durante toda una época del Bierzo, publica una serie de entrevistas sobre personajes de la escuela, como la del profesor Elisardo Graña o la entrañable entrevista a un jovencísimo ‘joven rubio’, RobertoGarcía Lana, participante en el Concurso de Formación Obrera. Adquieren mayor protagonismo colaboradores como el propio Vallalfons, pero también Sánchez Ocaña, Rasga, F. Casado o Manuel Vilches Sobrinos.

A partir de 1955 la sección de ‘Deportes’ -sin olvidar las demás- se configura como una de las principales. Así nos enteramos de la goleada de la Ponferradina al Béjar en mayo de 1955 y de la existencia de los diferentes equipos de fútbol y baloncesto ligados a las empresas mineras de entonces y a otras instituciones como el equipo de Construcciones Militares de León o Antracitas de Gaiztarro.

Lo interesante de estas noticias deportivas es que conocemos algunos nombres de los jugadores de entonces, como los de la Ponferradina. Y así se menciona a Manceñido, Escobar, Juan Manuel o Pin Cuesta. Continúan las noticias sobre la Copa del Señor Alcalde donde compiten diversos equipos de la ciudad, entre otros el Grupo de Empresa de Educación y Descanso de ENESA que se enfrenta al C.D. Rúa, destacando el buen ritmo del articulista que no pierde ocasión para apoyar al equipo local, que gana 4-1.

Las colaboraciones literarias se dan desde los primeros números. La poesía y el relato corto son los protagonistas. Joaquín Penalva, Pecelez, Romero Rubio… son solo algunos de los nombres que aparecen en las páginas del periódico. A medida que Mañana se consolida se le va dando más importancia a los aspectos culturales del periódico y se observan más y mejores colaboraciones literarias. El espacio para el cuento se aumenta, dándosele hasta dos páginas. Y se admiten varias colaboraciones literarias en el mismo número.

Se nota una mejor y mayor preparación académica de los colaboradores y se reciben aportaciones de otros países como la aparecida en el número 124 de marzo de 1957 por parte de Amadeo Pérez Pérez , que llega desde Medellín, Colombia. Mañana es ya un periódico consolidado cuya influencia se extiende no solo a los aprendices de la Escuela de Santa María de Compostilla, sino a toda la ciudad de Ponferrada y, por extensión, al Bierzo entero. Sin embargo, en el año 1958, tras seis años y casi 150 números, el periódico llega a su fin del mismo modo que lo hace la propia Escuela de Aprendizaje, dejando, eso sí, un recuerdo imborrable en la memoria impresa del Bierzo.
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