Excursión y corro en la alta montaña

Posada de Valdeón acoge este sábado (17:00 horas) el único corro del primer fin de semana de septiembre en masculino y femenina

Fulgencio Fernández
03/09/2016
 Actualizado a 08/09/2019
Clemente lidera la liga en la categoría de semipesados.| DANIEL MARTÍN
Clemente lidera la liga en la categoría de semipesados.| DANIEL MARTÍN
La lucha entra en el mes de septiembre marcando ‘el contraste’ con agosto, y así al maratón de corros del mes central de la competición sucede un primer fin de semana en el que sólo se celebra un corro, en Posada de Valdeón, el llamado corro de la alta montaña. Una cita que muchos aprovechan para una doble vertiente, de lucha y de excursión, de disfrutar de los impresionantes paisajes de estas tierras de Picos de Europa.

La cita es a las cinco de la tarde (ya entra en vigor el horario de septiembre), y habrá competición en las dos modalidades, masculina y femenina. Un corro que, además, suele tener la duración ideal, alrededor de dos horas.

En el aspecto deportivo se van aclarando las posiciones, siendo líderes cada día más sólidos los de ligeros (Ibán Sánchez), medios (Moisés Vega) y semipesados (Clemente Fuertes);siendo la categoría más abierta la de pesados, en la que Roberto Rodríguez Bulnes aguanta contra viento y marea el liderato y querrá continuarlo además en Valdeón, la tierra de su madre, por lo que luchará defendiendo los colores de Santa Marina de Valdeón. Por detrás intentará recortar distancias un Caberín que busca recuperar el terreno perdido por la lesión y un Víctor J. Hernández, que se ve en lo más alto de la clasificación que nunca ha disfrutado.

Hay interés en ver qué ocurrirá en ligeros después del accidentado corro de La Mata de Curueño, en el que la afición de Santi por apretar el cinto (que él insiste en que no lo hace más que los demás) provocó una cierta tensión y el propio Míster abandonó la final ante Ibán El Guerrerín, al no estar de acuerdo con la mediación ejercida por los árbitros.

Hoy sabremos cómo sigue esta situación, aunque el morbo está servido y, como siempre, cada uno se decanta por el luchador que le apetece.
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