Pasa Rodri por delante. "Ese es".
- No me extraña, vaya planta...
Y_se quedó a esperar. Mientras esperan a semipesados lleva la charanga de la banda municipal y anima el cotarro. «Todos los días sale el sol, Rodrigóooo» cantan una y otra vez. Y es que Rodri también toca en la banda, la percusión. «Muchos días llega tarde a los conciertos porque se alarga el corro», explican.
Estos tipos son los que llevan la lucha en la sangre, porque llevan a su pueblo. Como el año pasado era quinto en su otra patria, Prioro, y a veces la pifiaba y explicaba: "Es que tuvimos ronda de quintos". Claro, y la obligación es la obligación. Y más con la sangre.
Tenía buena pinta ayer. Tiró a Sansón como uno de esos días en los que te obligan a llamarlo La Perla. Pero no estaba todo hecho, ni mucho menos, pues a la pugna de semis se había sumado Tomasuco el de La Vecilla, que no entró en medios. "Tomasín ensaya el futuro", decía un paisano con mucho tino pues El Niño de La Vecilla no tiene cuerpo de medios, como le pasó a Rodri.
Y en su ensayo del futuro lo primero que hizo fue prepararla, para bien, pues le tocó medirse a las primeras de cambio con el líder, Fernandito El Rubio de Campohermoso, y loo envió de vuelta para casa en el tren de la Feve que pitaba allí al lado. Fue un gran combate. Se adelantó Tomasuco con una mediana de escuela y respondió con rabia El Rubio, sacando a Tomás al aire hasta posarlo mirando al cielo. "Se mosqueó El Rubio", decían en la grada, pero mientras lo hacían llegó el remate de ese Niño que va a escribir el futuro.
Y se vieron en la semifinal Tomasín y Rodri. Dos joyas. ¿Se la preparará también a Rodri? No pudo, ayer el de Cistierna era el de las tardes inolvidables y con banda sonora de fondo. Con su banda. 2-0. Quisieron abrazar a Rodri pero éste los apartó a todos. "Falta la final".
Y es que en la final, en silencio, le esperaba «el hermano de El Silencioso, Samuel, el de Alija, con un sorteo más benigno aunque Cristian González, su rival en la semifinal, también es de los que hay que anotar.
No hubo caso. Samu tampoco pudo. No era el día de poder con Rodri, que no recibió ni media caída y nada más ganar, en su pueblo, fue a su rincón, besó a su padre y explicó: "Ahora sí".
Sonaba la banda más fuerte que nunca. Rodri se fue hacia ellos. Acababa de interpretar un solo de percusión y ahora se quería sumar al grupo.
- Semipesados es ahora mismo lo mejor, estos chavales son buenísimos; sentencia El Turbo de Valbuena del Roblo, al que le gusta ver a luchadores que sean como era él, El Turbo.
Medios, también ‘la fabricona’
Sería injusto olvidar, por la gesta de Rodri, que unos minutos antes también había ganado otro chaval en su pueblo, otro producto de La Fabricona, un tipo casi inexpugnable, La Roca de Cistierna: Moisés Vega, que, además, pone tierra por medio de cara a ganar la Liga pues no luchó el segundo clasificado, Tomasuco, que saltó al futuro, a semis.
Le pasa a Moisés algo curioso, así como la cara de ángel de su hermano Ángel le acercaba al público, su gesto serio, su lucha dura o rocosa tal vez le distancia. Y más si, como ayer, se mosquea, como le ocurrió en la final con Víctor Llamazares, pues entendía que el de Valderrueda iba suelto. Era el final de la final. Una final terrible, a cara de perro, entre dos rocas, Moisés y Víctor. Se habían zurrado la badana duro, estaban empatados a caída y media, caídas de esas suyas, atravesadas abajo, con cuerpos atados por los cintos, sin concesiones. Y se llevó el gato al agua Moisés mientras sonreía en la grada Héctor de Castro, todo es lucha. El Turbo sentenciaba, "terrible", mientras preguntaba "¿y quién es el rubio ese de Valdorria (por Rubo)?Ojo con él".
- Coño, claro, mira que descubrimiento; le dicen al lado.
‘El Oso’, ya ganan tres
En pesados había un premio extra. El ganador se estrenaría en el palmarés de 2015 pues todo lo habían ganado dos que ayer no estaban (Clemente y El Guanche).
Y si ya habían ganado dos de casa (Moisés y Rodri) hay uno que en la montaña siempre es de casa, en cualquier pueblo, El Oso de Pallide. Para él fue el honor, como se intuía, pues su rival en la final, Caberín, ya decía a Garmón: "Estoy mal, muy mal, llegar a la final ya es mucho". Acertó, por desgracia para él, perdió la final pero también inicia la remontada con respecto a Clemente.
¿Y en ligeros? Más de Ibán. Decía El Turbo: "Ibán es como Italia. Es muy bueno y si se te adelanta es mejor que te rindas". Le ocurrió ayer a Oblanca en las previas y a Puro en la semifinal.
En la final le esperaba Busi, Guiller el de Valverde Curueño, que tuvo otra tarde de esas que saca arriba y entusiasma, como hizo conn Filín. No pudo con Ibán, eso ya es mucha tela, pero estará feliz cenando en la fiesta de Valverde, en la casa más grande del mundo pues la abuela hace cenas y allí entra gente a la que nadie pregunta quién te invitó pues son 11 hermanos.
- ¿Qué hiciste Busi?, ¿finalista?, ¿pero no sabes ganar?; le dirá su tío Santos, un socarrón que está orgulloso del chaval pero jamás se lo dirá. "Si me agarro yo".
Y también sería injustom olvidar los combates de Teje, Diego Vega. Sus medianas ya parecen una necesidad y cuando las traba los aficionados fijan la mirada enel de Tejerina, ayer regaló otras dos, en una tarde que hubo un poco de todo.
- Hay gente muy buena; insiste El Turbo mientras pita El Transcantábrico —"en ése me mandan hoy para casa", bromea El Rubio— y la banda de Cistierna pide que vayan a ver su concierto, "que estamos crecidos, tocamos tan bien como lucha Rodri".