Vivir del vino

Llegan las ferias locales, las presentaciones de vino de toda la vida ante una falta de implicación del sector

Rubén García Franco
05/06/2015
 Actualizado a 18/09/2019
Una imagen del yacimiento de Lancia. | PEIO GARCÍA (ICAL)
Una imagen del yacimiento de Lancia. | PEIO GARCÍA (ICAL)
Sube la temperatura, los fondos de armario cambian y el entusiasmo callejero se transforma. La calle es nuestra. No nos da pereza pasear al filo de la media noche ante la presencia de vecinos y amistades. Ha llegado el momento de charlar en las terrazas y no mirar el reloj. Nuestro ritmo biológico cambia y observamos cómo el tiempo se viste de verano. Todo sabe mejor con el clima a nuestro favor. Incluso el vino. ¿O no?
Me considero bebedor de vino, vivo de ello, los días giran alrededor de una botella y la próxima cosecha. Estamos en el momento de la floración de la vid, una parte del ciclo definitoria de la calidad de la siguiente añada. Pero después de un día de trabajo caluroso cuando llego a casa lo que más me apetece es una cerveza.

Es el momento de decidir lo que nos gusta o no bajo un criterio objetivo y sensorial con capacidad crítica para la apreciación estética Es el momento de decidir lo que nos gusta o no bajo un criterio objetivo y sensorial con capacidad crítica y como fomento de la apreciación estética. Si nos apetece una cerveza pues tomaremos una cerveza y nos olvidaremos del qué dirán. Si el vino nos gusta como el caldo de pollo será nuestra elección. Sin discusión.

Este fin de semana se celebrará en León la feria de Tierra de León, una denominación de origen cada vez más viva que apuesta por parámetros de calidad y diferenciación a través de su potencial vitícola y peculiaridades enológicas. Será en la céntrica plaza de San Marcelo en horario de mañana y tarde. Una oportunidad interesante para conocer los vinos que se elaboran a tan sólo unos kilómetros de la ciudad.

Un vino: Conde Galo


El proyecto de Álvaro Vidal y Ada Prada en la elaboración de vinos blancos de la variedad Godello originales y sorprendentes. Buscan el equilibrio entre la fruta y las sensaciones alegres, la profundidad y el aprendizaje. Un Conde sin tapujos pero muy elegante.
Más información: www.moncloadesanlazaro.com

Un restaurante: Delirios


Un restaurante que no pasa inadvertido y me hace recordar la primera vez que conocí Javier y a su equipo. Cocina delicada e inquieta junto a la Catedral de León. Conjugan sabores y experiencias, y ante todo conocen a los clientes. Destaca la carta de vinos y el servicio.
Más información: www.restaurantedelirios.com

Una ruta: Yacimiento de Lancia


A menos de 20 kilómetros de León se encuentra este yacimiento astur-romano que tantos años estuvo abandonado. Un paseo por las cuestas de Villasabariego, tanto a pie como en bicicleta nos hará reflexionar porqué aquella legendaria cultura se estableció allí.
Más información: www.turismocastillayleon.com

Un hotel: Albergue Leo


Un albergue para peregrinos y viajeros que pasen por la calle del Agua en Villafranca del Bierzo. Una casa restaurada con delicadeza y una familia encantadora al frente del establecimiento son razones suficientes para pasar una noche en el Camino.
Más información: www.albergueleo.com







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