Una ribera monumental

El Esla esconde en sus orillas joyas únicas en forma de monasterios, que se pueden combinar en una jornada artística en la que también habrá tiempo para el ocio

Cristina Centeno
14/07/2016
 Actualizado a 18/09/2019
San Miguel de Escalada en una imagen de archivo. | MAURICIO PEÑA
San Miguel de Escalada en una imagen de archivo. | MAURICIO PEÑA
La ribera del río Esla esconde durante todo su recorrido parajes únicos. En la propuesta de este jueves, será necesario un coche para realizar un trayecto circular lleno de arte y en el que también hay espacio para el ocio.

La jornada comenzará en el Puente Villarente, donde se hace la primera parada para tomar un café y coger fuerzas para el resto de día. El Horno de Eladia, un lugar en el que paran muchos de los peregrinos que recorren el Camino de Santiago, es una de las opciones dentro de la localidad. Aquí, un café cuesta poco más de un euro.

El recorrido sigue por la N-601 (León-Valladolid), durante pocos kilómetros, donde encontraremos el desvío hacia Mansilla Mayor y el Monasterio de Santa María de Sandoval, donde haremos la primera parada. Un conjunto arquitectónico cistercense del siglo XII. Tras esta visita, la próxima parada será en Mansilla de las Mulas, donde el Museo Etnográfico Provincial es de visita obligatoria. Entre sus salas puede pasarse buena parte de la mañana, hasta que empiece a entrar el hambre. Para comer seguiremos en Mansilla, donde también se puede disfrutar del río o la muralla. En la localidad hay mucha variedad gastronómica, pero para que el plan siga siendo barato nos quedamos en El Jardín del Camino, un restaurante, albergue y fábrica de embutidos donde podemos comer un bocadillo frío y una bebida para refrescar por menos de cinco euros.

Ya por la tarde, otra visita obligatoria es al Monasterio de San Miguel Escalada, en la localidad del mismo nombre. Un templo mozárabe de gran relevancia artística. Justo al lado, durante los meses de verano, está el chiringuito La Escondida, un enorme espacio verde en el que poder tomar tranquilamente y con música una cerveza, por poco más de un euro.

Tras esta parada ociosa continuaremos hasta Gradefes, donde se puede visitar el monasterio de Santa María de Gradefes. Después la ruta sigue hasta Santa Olaja de Eslonza, donde visitar las ruinas de otro monasterio, y a Villasabariego, donde se puede ver el yacimiento de Lancia. Para finalizar, cenaremos en La Casa de la Pradera de Villimer, otra localidad cercana, por 2,50 euros. En total, el gasto de la jornada no llega diez euros.
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