Director: Gina Prince-Bythewood.
Intérpretes: Viola Davis, Lashana Lynch, Sheila Atim, Thuso Mbedu.
Género: Acción/ Drama.
Duración: 134 minutos.
A falta de suficientes películas protagonizadas por mujeres negras a lo largo de la historia, en cuestión de semanas se han estrenado dos en los cines. Me refiero a la ya comentada ‘Black Panther: Wakanda Forever’ y a la más reciente ‘La mujer rey’, la cual nos atañe en esta ocasión, y que sabe triunfar donde la primera fracasó, aunque no sin sus propias y notables fallas. Mientras que ‘Wakanda’ y todo lo que la rodea es pura ficción, ‘La mujer rey’ es una apuesta por la épica histórica, un relato con bases reales y contrastadas, pero que se toma abundantes licencias para sacar su trama adelante.
La historia nos sitúa en África, en 1823, concretamente en el reino de Dahomey, un estado africano que prosperó en aquella época gracias al comercio con otros países vecinos y con Europa. Un comercio principalmente basado en esclavos. Pero Dahomey no es conocido por su infame negocio, sino por su particular ejército, compuesto en gran medida por mujeres guerreras, conocidas como las ‘amazonas de Dahomey’, o las ‘Agojie’, como se las nombra en la película. Este cuerpo militar estaba formado principalmente por criminales, prisioneras capturadas de otros pueblos y mujeres rechazadas por sus familias; que, a raíz de su alistamiento, obtenían un estatus social muy superior al que jamás podrían haber aspirado en su vida anterior. Pero para alcanzar este privilegio, debían renunciar a su libertad, siendo confinadas entre los muros del palacio del rey de Dahomey, de quien eran consideradas sus esposas. Por esta razón, no podían casarse ni yacer con ningún hombre, algo de lo que se aseguraban con la correspondiente mutilación genital.
‘La mujer rey’ maquilla, y mucho, la realidad acerca de estas guerreras. No trata de dar una lección de historia, ni de sacar a relucir los trapos sucios de la nación africana. Es el típico blanqueamiento ‘peliculero’ que se lleva haciendo desde siempre, porque presentar a tus heroínas como esclavistas no vende, por muy cierto que fuera. La cinta pasa de puntillas por temas muy delicados y se centra en su objetivo: la acción. Es un relato de luchadoras, y finalmente todo se reduce a dar un marco histórico para que estas actrices se puedan lucir en unos roles que no podrían haber existido de otra forma, fuera de una tribu africana de guerreras, por el simple hecho de que, aún a principios del siglo XIX, las mujeres negras no podían ser poco más que esclavas en su gran mayoría.
Dejando atrás el tema de su más que cuestionable compromiso histórico, el filme dirigido por Gina Prince-Bythewood (‘La vieja guardia’, 2020) entretiene y emociona con secuencias de acción vibrantes, protagonizadas por personajes carismáticos y que no tardarán en volverse icónicos. De entre estas destaca Nanisca, estelarizada por una Viola Davis (‘Cómo defender a un asesino’, 2014-2020) que a sus 57 años consigue una presencia física imponente, que aumenta exponencialmente gracias su actuación desgarrada y a su rictus amenazante, dando a entender, antes de decir una sola palabra, el poder y el peligro que representa esta ‘mujer rey’. Pero no está sola en su lucha, guerreras como Izogie, interpretada por Lashana Lynch (‘Sin tiempo para morir’, 2021), o Amenza, a quien da vida Sheila Atim (‘Doctor Strange en el multiverso de la locura, 2022); son las caras más visibles de un reparto de secundarias que, gracias a sus personalidades carismáticas y aguerridas, acompañan a la protagonista de Davis sin quedarse atrás. Además, cabe mencionar a Thuso Mbedu, cuyo papel como Nawi, una joven recién reclutada por las ‘Agojie’, nos introduce en este mundo de fieras mujeres.
A grandes rasgos, ‘La mujer rey’ consigue lo que la secuela de ‘Black Panther’ parecía prometer, presentando un elenco formado casi enteramente por mujeres negras que se sienten realmente poderosas, con una cantidad considerable de pérdida y sufrimiento a sus espaldas que, unida a su poderío físico y energía, se siente en cada uno de sus golpes. Irónico que, siendo las ‘Agojies’ la inspiración original de las ‘Dora Milaje’ de la producción de Marvel, estas se sientan más ‘superheroicas’ que su contraparte ficticia. Y eso que ‘La mujer rey’ apuesta por lo práctico, como deja entrever su diseño de producción, que prescinde casi enteramente de efectos especiales, con una ambientación y decorados que, a pesar de sus posibles gazapos históricos, realmente te introducen en la trama, al contrario de los efectos generados por ordenador de otras producciones que, más bien, te sacan de ella.No obstante, ‘La mujer rey’ cuenta con numerosos fallos propios de un ‘blockbuster’, siendo una película destinada al gran público y que no se detiene en complicarse más de lo necesario. El más obvio de todos es su guion simplista y plagado de todos los tópicos imaginables, con frases tan icónicas sobre el papel como repetitivas y cursis en la práctica. Clichés como la dinámica ‘el alumno supera al maestro’, revisitada en infinidad de historias; las típicas secuencias de entrenamiento, el vínculo de la protagonista con el villano que la atormenta, etcétera; abundan en todo el argumento y lo hacen profundamente previsible. Todo esto rodea a la cinta con un aire de familiaridad que nos recuerda que no viene a reinventar la rueda, sino a capitalizar en el entretenimiento fácil, como lo han hecho otras muchas antes que ella, con el añadido de que esta vez son mujeres negras, y no hombres blancos, las que se agarran a golpes. Esta apuesta por lo clásico puede ser beneficioso de cara a la taquilla, pero limita y mucho sus posibilidades de destacar en un cine cada vez más innovador y atrevido. Sin ir más lejos, una película así pide a gritos una clasificación para adultos, donde se pueda dar rienda suelta a toda la agresividad que desprenden los personajes y su ambiente. Pero prefiere no correr riesgos, sin buscar sobresalir y tratando de llegar a la mayor cantidad de personas posibles, que se quede con ellas ya es harina de otro costal.
En resumen, ‘La mujer rey’ es una apuesta segura por el cine de acción y aventura, que no aspira a ser más que entretenida y a lucir su reparto de lujo. Su mayor aportación es el ser una piedra más para allanar el camino a las grandes producciones con mujeres negras, hasta que llegue el día en que no te sorprendas de que han vuelto a sacar otro refrito más de acción, aunque esté protagonizado por una de ellas.