¿Tus antepasados vinieron desde Cantabria a la ferrería de Sabero?

Francisco Álvarez Baldor, veterinario e investigador, responderá esta tarde en el MSMa esa pregunta en la charla que ofrecerá (18 horas) sobre ‘Emigración de Cantabria a la ferrería de San Blas y otras zonas de León’

17/02/2024
 Actualizado a 17/02/2024
El veterinario Francisco Álvarez Baldor. | L.N.C.
El veterinario Francisco Álvarez Baldor. | L.N.C.

Francisco Álvarez Baldor, para muchos ganaderos leoneses Paco ‘el veterinario’, lleva años  investigando un desconocido fenómeno de emigración desde su tierra natal, Cantabria, a tierras leonesas; especialmente a centros industriales, como podía ser la Ferrería de San Blas, en Sabero.

El centro que hoy ocupa esa ferrería, el Museo de la Siderurgia y la Minería, acoge esta tarde (a las 18 horas, con entrada libre) la conferencia titulada ‘Emigración de Liérganes y la Cavada a la Ferrería de San Blas y otras zonas de León’, en la que Álvarez Baldor ofrecerá todo tipo de datos sobre aquel curioso éxodo. El origen del interés del investigador radica en que él es natural de uno de los municipios de los que salieron aquellos emigrantes: La Cavada. Explica Baldor que el desencadenante de ese fenómeno migratorio fue al cierre, en 1835, de la Real Fábrica de Artillería de la Cavada situada en las inmediaciones de los municipios de Liérganes y la Cavada, que dejó sin trabajo a muchos obreros especialistas, «decenas de ellos vinieron a Sabero pero con el fin de la ferrería buena parte de estos trabajadores y sus familias volvieron a emigrar « a otros lugares en busca de nuevas oportunidades, pero otros muchos permanecieron en tierras leonesas, en nuevas actividades como la minera».

Apellidos como Roqueñí, Cubría, Lombó, Oslé, Bernó, Guatí o Baldor llegaron a comarcas leonesas

En su conferencia de Sabero el veterinario y profesor universitario «se compromete» a responder a la pregunta de «¿tus antepasados vinieron desde Cantabria a trabajar en la ferrería de San Blas u otros puntos de León?»; y es que Álvarez Baldor ha ido reconstruyendo el puzzle de aquella emigración nombre a nombre, pueblo a pueblo... de dónde venían y dónde se instalaron, al margen de otros muchos detalles como hijos, matrimonios y todo tipo de datos como «figura como padrino de un niño».

Así, en el antecedente histórico más antiguo Baldor recoge en 1703 el «matrimonio de Ángel Roqueñí con Catalina Suárez Villafañe, de Fontún de la Tercia» y así van surgiendo nuevos apellidos, como Cubría, Lombó, Oslé, Bernó, Guatí o Baldor, el del propio investigador. Y son muchos más numerosos los pueblos a los que llegaron, según los apellidos. Así los Lombó desembarcaron en  Armellada, Espinosa de la Ribera, La Bañeza, Palacios de la Valduerna, Pardavé de Torío, Sabero, San Feliz y Villasinta de Torío o Turcia; los Oslé lo hicieron en Burón, Calaveras de Abajo, Carrizal, Cistierna, Renedo de Valdetuejar, Sabero, Sueros de Cepeda, Taranilla, Turcia, Vegas del Condado o Villamorisca y por muchos más pueblos se extendieron los Cubría: Alcedo, Ardón, Azadinos, Canales, Castromudarra, Chozas, Cuadros, El Castillo, Garaño, La Losilla, La Magdalena, La Robla, La Virgen, Lagüelles, Lorenzana, Marne, Palazuelo de Boñar, Puente Villarente, Puente Castro, Riello, Sahechores, San Miguel del Camino, San Pedro de Luna, Trobajo, Velilla de la Reina, Villadangos, Villamartín de Don Sancho, Villaturiel o  Villasinta.  Y muchos datos más. Un impagable trabajo en el que se nota el añadido de bucear en la propia historia del investigador y en la de ‘sus tierras’: la natal y la laboral y de vivencias. 

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