Dice que no recuerda ningún ‘mal verano’ ni unas vacaciones medianamente terribles, «porque nunca suspendí ninguna ni tuve ninguna mala experiencia», aunque cuando hace memoria se ríe al acordarse de aquel verano que fue a Santander con sus padres y su hermano y no pudieron salir del hotel en toda la semana de tanto que llovía. «Tenía yo cinco o seis años, y fueron unas vacaciones espantosas, sí», dice suspirando.Tino Rodríguez, líder de los socialistas leoneses y ahora procurador en las Cortes, está soltero y vive en León, aunque no hay semana que no pase por su pueblo, San Emiliano de Babia. Cuenta que el verano le gusta pasarlo en La Majúa, con sus abuelos maternos, Honorio y Vitalina, y eso hará este agosto. Pasará julio en León, con algunos desplazamientos a Valladolid, «currando un poco», y no tiene previsto ningún viaje largo este verano.
«Puede que me vaya un fin de semana a Arosa a casa de Pepe Blanco –el exministro socialista, de quien fue asesor–, siempre nos invita a unos cuantos amigos y lo pasamos bien».
También es posible que viaje otro fin de semana a Comillas con un grupo de amigos, y que pase más de una tarde de este verano jugando al mus en alguna bodega del sur de la comarca, donde a veces tiene de compañero al presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo.
Al mus con Juan Majo
«Nos llevamos bien, pero juega fatal al mus, jugamos juntos un torneo solidario y nos eliminaron a la primera», revela, y suelta una carcajada. «En serio, siempre le gano, aunque luego limamos asperezas».Los grandes viajes los deja para febrero. «Suelo irme lejos, a esquiar. He estado en Aspen, en Chamonix, en Italia, Austria...», una afición que explica por su origen babiano: «Allí todos esquiamos desde niños».
Me gusta ir a las verbenas de verano pero bailo fatal, soy más de seducir en el ‘tú a tú’ de una conversación De sus vacaciones de niño sólo tiene buenos recuerdos. Solía ir una semana con sus padres y su hermano Daniel, un año menor, «casi siempre al norte: Llanes, Candás... Asturias nos encanta». El resto del verano solían pasarlo en La Majúa o en San Emiliano, con sus abuelos paternos, Gabriela y Federico. Del abuelo, que ya murió –aún conserva a los otros tres– recuerda Tino que siendo muy niño le dejaba conducir el R5 hasta el municipio asturiano de Teverga, «a unos 100 kilómetros». «Conducía yo todo el viaje, de verdad, tendría doce años, nunca lo olvidaré», dice entre risas.
¿Más recuerdos entrañables? Los baños en el río de La Majúa con su hermano y sus amigos Fernandín e Iván ‘El Pumita’.
Tino está deseando que llegue septiembre para ir a las fiestas de San Emiliano, donde «hay mucha juerga». «Me gusta ir a las verbenas de verano, pero bailo fatal», confiesa, y asegura que «soy más de seducir en el ‘tú a tú’ de una conversación».