"Reabrir el último bar es combatir el olvido"

Un buen número de pueblos de León ha logrado reabrir 'su bar' y han cambiado la vida diaria

Fulgencio Fernández
18/07/2021
 Actualizado a 18/07/2021
Varios vecinos de Los Barrios de Gordón, que estos días ceelbra sus fiestas patronales, en el Tele Club que ha reabierto sus puertas.
Varios vecinos de Los Barrios de Gordón, que estos días ceelbra sus fiestas patronales, en el Tele Club que ha reabierto sus puertas.
"Reabrir el último bar, recuperar aquel bar que nos quedaba y tuvo que cerrar es la forma más eficaz de luchar contra el olvido; aunque quien no vive en uno de estos pueblos tal vez no lo entienda. Cuando se reabre el bar no se abre un negocio, se abre una puerta a la que llamar, un lugar donde acudir a ver a los vecinos, recuperar una forma de ocio que muchas veces es la única que se practica, como es jugar la partida... Si le añades las comidas comunales, las reuniones de cazadores o pescadores y tantas cosas...". La frase completa es la suma de ideas de, por ejemplo, el presidente de la Junta Vecinal de La Devesa —Miguel Ángel Sánchez Villa—; el cabecilla del grupo dejóvenes que luchó por reabrir el local social de San Pedro de Valderaduey —Alejandro—; Héctor Orejas, de Las Bodas, que ha sumado bar a su negocio de embutidos...

Pueblos como La Vid, Los Barrios y Huergas de Gordón; la Devesa de Boñar, Las Bodas o San Pedro de Valderaduey han logrado reabrir y tener un bar-centro de reuniónY es que el azar, o no tanto, ha querido que en las últimas semanas hayan reabierto sus puertas varios bares en pueblos que se habían quedado sin él, algunos con bastante población; son varios aquellos que habían tenido Tele Club o ‘local social’ y no encontraban quien lo atienda. Así viven una nueva vida pueblos como Huergas y Los Barrios de Gordón; La Vid; La Devesa de Boñar; Las Bodas, también del municipio de Boñar; San Pedro de Valderaduey o el Bar Vega de Valderrueda, que había bajado la trapa al jubilarse Carlos, su dueño.
Sangre nueva para estos lugares, en algunos casos historias curiosas. En La Devesa y San Pedro de Valderaduey hicieron un llamamiento público por las redes y medios de comunicación, ofreciendo el negocio a renta cero o por cinco euros, que se le parece mucho, y ha resultado eficaz la llamada. A La Devesa ha llegado Cristal, desde León, y ha revolucionado la vida cultural del lugar, allí programa cada tarde una actividad cultural, talleres y juegos. "Estamos encantados con ella, hay que dar vida a estos pueblos de la montaña o se mueren", explica el presidente.

Algunos realizan su primera incursión en el mundo de la hostelería, como es el caso de los jóvenes Héctor y Gema, que se han puesto al frente de un bar de gran tradición en la comarca de Gordón, el San Lorenzo, de La Vid, en la plaza de la pista donde se hacen las fiestas que, por ello, recuerda tiempos mejores. "Venimos animados y con ganas, todavía vive bastante gente en el pueblo, aunque somos conscientes de quehay que hacer algunas obras pues al haber estado cerrado se nota. A ver si podemos hacer algo asimismo con el Centro del Clima, que está aquí enfrente".

Aunque no tenga experiencia sí lo lleva en los genes Jesús, de Los Barrios de Gordón, quien se ha hecho cargo del Tele Club junto a otro joven, Isidoro. Jesús desciende de la saga de hosteleros que arranca con Amador y Dona, en La Venta de Getino, y también su madre, Rocío, lleva muchos años en el gremio, por lo que no le pilla ‘de nuevas’ el oficio. Esta semana han reabierto —lo habían hecho hace unas semanas y debieron ‘parar’ por el Covid— y ya se ha notado su presencia en la localidad. Este fin de semana se celebran las fiestas patronales y son ellos quienes se han encargado de organizarlas, con las debidas precauciones. "No es cosa menor que el día de la fiesta haya donde tomar el vermú a medio día y un cacharro por la noche", dice uno de los clientes, pero también se han atrevido Jesús e Isidoro con las fiestas y una joven acordeonista babiana amenizaba la tarde noche de ayer: "Hemos cerrado la plaza, hay mucho espacio alrededor, por lo que podemos tener algode fiesta sin que nadie corra ningún riesgo", explica Jesús, que ya va pensando en nuevas iniciativas de cara al verano.Huergas de Gordón también se había quedado sin bar después de tantos años contando con el bar de aquella excelente cocinera que era Oliva o El Rincón de Machín, aquel bar especializado en pollo al ajillo en el que acababan desembarcando todos los jóvenes de la comarca como fin de fiesta. Desde La Robla, muy cerca, ha llegado la solución y encima del consultorio médico ha abierto sus puertas un cuidado ‘El Rincón de Florín’, con un espacio exterior a modo de terraza muy apetecible en verano y buen tiempo. No tenemos solo bar, hemos recuperado un lugar unido a muchas tradiciones de la zonaMuy curioso, por la distancia, puede resultar el caso de San Pedro de Valderaduey, otro de los que acudió a las redes sociales para buscar alguien que se hiciera cargo del amplio local social con el que cuentan. Una iniciativa en la que tuvo mucho que ver "la juventud, las juventudes maroneras", encabezada por un entusiasta Alejandro. "Estamos muy implicados con la vida del pueblo", explica.A su llamamiento respondió Yolanda... ¡desde Cádiz! "Realmente hubo más ofertas pero Yolanda fue la seleccionada. Nos dio confianza que estuviera dispuesta a venir desde tan lejos, que se quedara a vivir en el pueblo y que lo hiciera con una hija de 11 años que iría en la comarca al cole"; es muy positivo porque creemos que San Pedro "vive un momento dulce con los proyectos que tiene en marcha y necesitamos gente que se implique en ellos, como Yolanda". Destacan la facilidad con la que la gaditana se ha adaptado a las costumbres del pueblo y "he hecho del local social un lugar de referencia, no solo como bar sino como un lugar de referencia para los eventos comunales", explica este joven que también habla del interés en facilitar el acceso a los deportes, "como se ha hecho con la instalación de una pista de pádel".Otro caso diferente es el de Héctor Orejas, que regentaba Embutidos Castro en Las Bodas y ha decidido ampliar el negocio. "Tenía un poco de tienda en la fábrica, para vender nuestros productos y lo he cambiado a lo que llaman gastro-bar, que me permite vender mis productos y que los vecinos recuperemos el bar, tengamos un lugar de reunión", dice este hostelero que inauguró el viernes el nuevo espacio con muy buena acogida.

Qué menos. Larga vida a los últimos bares de cada pueblo.
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