Perspectivas literarias

Ahora que la vorágine de las fechas navideñas ya nos acecha desde los más impensables rincones de la ciudad y de la vida, ahora que tantas veces buscamos momentos para aislarnos de ese ruido ambiental con sabor a consumismo y disfrutar a solas de las lecturas más escogidas, doy comienzo a esta sección en la que ir compartiendo las aportaciones de magníficas mujeres ligadas a la literatura que en su momento pasaron por un lugar culturalmente muy emblemático de la provincia, Astorga, para extender desde allí la fuerza de sus palabras con un "efecto mariposa" a otros puntos de la misma y de fuera de ella, pues de todos ellos acudían personas para escucharlas y departir con ellas.

Habrá quien se pregunte por qué mujeres. Mi respuesta será siempre ¿y por qué no? Más allá de mi propia elección personal, en los momentos de mi vida que he ejercido como "gestora cultural" uno de mis objetivos prioritarios ha sido dar a conocer a tantas y tantas mujeres, hoy presentes en el campo del arte en general y de la literatura en particular, cuya obra sigue siendo la gran desconocida para el gran público, a pesar de la importancia de la misma. Y es que en no pocas ocasiones, aún refrendadas muchas veces por reconocimientos a nivel internacional, a menudo se ven eclipsadas por los compañeros masculinos que, por diversas circunstancias que ahora no vamos a entrar a valorar, han sabido visibilizarse y visibilizar su obra mejor que ellas, independientemente de la calidad que dicha obra tenga.

En una ocasión, hablando con quien fue el último director general del Libro en nuestro país, Rogelio Blanco, éste me comentaba como, en el panorama actual de la literatura española, el mayor porcentaje de obras publicadas correspondía a mujeres, un elevado número de ellas con piezas de una gran calidad literaria. Frente a esta realidad es curioso observar, sin embargo, como la trascendencia pública de las mismas en comparación con la de sus colegas masculinos es palpablemente inferior. Este fenómeno no es nuevo en la historia de la literatura. Obras como la escrita recientemente por Ángeles Caso sobre las hermanas Brontë, así nos lo confirman. En España, esta realidad se ha venido repitiendo a lo largo de su historia literaria y sigue haciéndolo aún en nuestros días. Por ello, como persona que ama la literatura más allá de quien la haya escrito, siempre que he podido hacerlo, me ha parecido oportuno facilitar los espacios y los tiempos necesarios para compartir con el público de toda edad y condición el conocimiento de otras obras y autores (autoras en este caso) que tienen mucho que decir y que aportar y a quienes no siempre nos va a ser fácil descubrir por los cauces habituales.

Y allá fuimos. Fueron años de una inmensa riqueza cultural y de un aún mayor enriquecimiento personal y literario, descubriendo o redescubriendo la voz de tantas y tantas mujeres que han hecho, desde mi punto de vista, grandes aportaciones al mundo de la literatura. Grandes nombres que no siempre tienen ese reconocimiento que merecen. Contribuir con mi granito de arena a que dicha visibilización sea posible es lo que me ha motivado a comenzar esta serie a través de la que compartir mis reflexiones sobre lo que ellas y sus obras me han ido aportando, esperando puedan resultar de interés para otras personas.

Se trata de asomarnos a la vida y obra de algunas magníficas escritoras, algunas con importantes galardones en su haber, otras sin más reconocimiento aún que una excelente obra capaz de proporcionarnos enriquecedores descubrimientos literarios que nos permitan ampliar el espectro de nuestras lecturas sin perjuicios, sin negativas predisposiciones que nos privarían de una riqueza creadora digna de ser tenida en cuenta por toda persona que se considere buena lectora y amante de la literatura.
Con esta serie de trabajos mi única pretensión es poner al alcance de quien quiera tenerlas en cuenta otras perspectivas literarias. Espero despertar su interés sobre ellas.