Nemesio, posar el tambor y coger la fardela

Cuando en el colegio preguntaron a un niño, que había puesto como personaje de la comarca a Nemesio Castañón, el chaval se lo preguntó al abuelo y éste sin dudar le dijo:«¿Profesión?Una institución»

11/02/2024
 Actualizado a 11/02/2024
Nemesio Castañón | L.N.C.
Nemesio Castañón | L.N.C.

«Nemesio era políglota, capaz de leer el Die Zeitung al revés y hacer luego resumen fiel y pormenorizado de las noticias allí referidas. (Gracias a Nemesio nos enteramos que Willy Brandt a punto estuviera de presentar la dimisión a causa de una almorrana rebelde y la germánica dureza de las sillas del Bundestag)». Así empieza el primer relato del libro inédito, de José Antonio Iglesias, ‘Viajes, oficios y peripecias de Nemesio’. Un relato que quiere poner de manifiesto la primera característica de la vida de Nemesio Castañón, de Rodiezmo: la imaginación para los fantásticos relatos que te contaba. Escribe Iglesias, unas lineas más adelante, la única solución posible a las almorranas del canciller: «Un emplasto hecho a base de la hierba marujera que sólo crece en Peñalaza y orina de sapo de Chamera, recogidas en noche de utano (...) Hice acopio de hierbas mientras unos sapos amigos iban llenando una probeta birlada a Don Celedonio que allí les puse para tal menester. Al día siguiente, el canciller envió el avión presidencial a buscarme. Despegamos del aeródromo de Pendilla...». 

¿Exagerado? Si piensas así es que no conociste a Nemesio Castañón, de Rodiezmo, que ya sería extraño pues fue, seguramente, el personaje más conocido de la Montaña Central y buena parte de la provincia; a cuyas fiestas acudió con su tambor y, en muchas de ellas, acompañado de la gaita de su paisano Xixón. 

Y en la semana de carnaval... nadie mejor que Nemesio, para quien disfrazarse era una pAsíón, incluso fuera de fecha. Dicen, lo reconoce el propio interesado, que fue el primer maestro de Rodrigo Cuevas, que en su infancia disfrutó de las mil y una historias de Nemesio en sus veranos en Rodiezmo. Al recibir el premio Serondaya, en Cenera, junto a una asociación leonesa recordó Cuevas como «Nemesio nos trasmitió a todos la pasión por una forma de fiesta, con disfraz, desinhibida y sana»; porque una de las características de la forma de estar Nemesio en la vida era que «jamás se vio envuelto en ninguna trifulca y eso que estuvo al lado de muchas, pero lo suyo era el buen rollo», con la música del tambor que siempre llevaba en el maletero del coche de su eterno colega, Xixón el gaitero, compañero inseparable e irrepetible, como él. Asi fue como Neme se convirtió en el personaje más popular de la montaña central y aledaños, seguramente compartiendo ‘podio’ con Juan Pijón, el del tiro por las ferias.

Pero su preguntas ¿quién era Neme- sio? en cualquier pueblo seguramente  te mirarán mal, la pregunta ofende, como se suele decir: «¿Cómo quién era?» y te repetirán una anécdota que  lo aclara bastante. En una revista escolar un niño escribía sobre los personajes de la comarca, aquellos que le contaba su abuelo. La maestra les  pidió que rellenaran una ficha en la que reflejaran el nombre y la profesión, para identificarlos. El niño le llevó la página al abuelo y éste escribió: «Nemesio era Nemesio, de nombre; y de profesión, ‘una institución’». Así ha quedado para siempre en los archivos este personaje al que le encantaba disfrazarse e ir a las fiestas de las que, pese a su edad avanzada en los últimos años, era difícil arrancarlo pues tenía un argumento para esperar: «De las fiestas se vuelve cuando manda la tradición y la obligación. Hay dos horarios de vuelta: Si trabajas al día siguiente tienes que llegar con tiempo para meter la cabeza debajo del grifo del agua fría, coger la fardela con el bocadillo y volver a marchar. Si no trabajas, también hay dos modelos, el de volver temprano, que consiste en llegar antes de que se levante tu madre, y el de volver  tarde, que consiste en llegar cuando ya se ha acostado para el día siguiente».  Porque, decía él, «lo más duro de un buen hijo, como soy yo, es escucharle a tu madre que te dice un día sí y otro también: Tu me vas a enterrar».

- Eso para los solteros; ¿y los casados?

- Los casados es otra temática, mucho más complicada que la de una madre. 

Se refiere, con la fardela, a sus años en activo pues, aunque no lo pareciera pues siempre le veías de fiesta, Nemesio trabajó en las dos empresas más representativas de su comarca: La mina y el ferrocarril. Así lo explicaba: «Trabajé 15 años en la mina y 18 en la Renfe. Ni me acuerdo de las mojaduras, ni de las veces que subí andando con una nevada que tiembla el misterio, ni el frío que pasé con la lámpara en la mano... pero deja ese tema que ya empiezo a sudar solo de pensarlo». 

En sus últimos años ‘le dio’ por «del arte y la artesanía», decía él, y llenó las paredes de los bares de poemas a su pueblo y su tierra e hizo varias exposiciones de artesanía de la madera. 

¡Y cuánto se echan de menos sus fiestas decumpleaños! con cuidadas tarjetas de invitación escritas por las mejores plumas de la montaña. ¿Cómo acababan? ésa es otra temática muy diferente, como diría el gran Nemesio. 

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