Milagros Marcos: "Seguid exaltando las bondades del ajo y disfrutando de estas fiestas"

La consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta, Milagros Marcos, pregonó ayer la Feria del Ajo de Santa Marina del Rey, un encuentro con la tradición y la gastronomía que aglutina a más de 200 expositores

L.N.C.
18/07/2018
 Actualizado a 15/09/2019
El presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo (i), y el alcalde, Francisco Javier Álvarez, escoltaron a la ayer pregonera Milagros Marcos. | L.N.C.
El presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo (i), y el alcalde, Francisco Javier Álvarez, escoltaron a la ayer pregonera Milagros Marcos. | L.N.C.
Tras el repique de campanas llegó ayer, sobre las 22:00 horas, el pregón que dio el inicio oficial a la feria del ajo de Santa Marina del Rey. Fue la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta, Milagros Marcos, la encargada de pronunciarlo, agradeciendo a los asistentes el «honor» de dedicar unas palabras la la que consideró «la fiesta por excelencia de Santa Marina». «Os animo a que sigáis exaltando las bondades del ajo, seguid disfrutando de estas fiestas, de días de alegría y alborozo, de reencuentro con amigos y familiares. Es el momento de aparcar las preocupaciones y disfrutar de vuestra fiesta», emplazó Marcos a los presentes. La consejera se confesó «forastera», pero «amante» del pueblo del Santa Marina del Rey, al que alabó los «más de 850 años de historia que habéis sabido conservar» concentrados en la celebración de una de las ferias con más solera de la provincia. «Porque las fiestas como esta entrañable Feria del Ajo constituyen también una apuesta firme y decidida para garantizar el presente y futuro de nuestros pueblos, y en ello el sector agro-ganadero desempeña un papel fundamental», apuntó la también portavoz del Gobierno de la Junta de Castilla y León.

Oasis a orillas del Órbigo que fue siempre deseo de nobles y reyes y su mejor despensaCon la noche refrescando los campos, la pregonera encumbró la localidad a «oasis a orillas del Órbigo que fue siempre deseo de nobles y reyes, que encontraron en esta milenaria población la mejor de sus despensas».

No se le hizo tarde a Marcos porque clavó la vista en «vuestro reloj, espectador de excepción de la historia de Santa Marina, vigilante desde hace más de cuatro siglos desde lo alto de la torre de la iglesia que da nombre al pueblo, que se mantiene imponente diez siglos después, y que cobija valiosas tallas y un órgano que recuerda los años de esplendor dela localidad». No se le hizo tarde, hay que matizar, para dar «la enhorabuena a todos, vecinos y corporación municipal, por seguir alimentando esta tradición en torno a losproductos de nuestra tierra». Tampoco se le hizo tarde para cerrar su intervención con un sentido «¡viva la feria del ajo! ¡viva santa marina!», que tando se escuchará este miércoles por las calles de la localidad «mercado muy concurrido» y feria de «una fama muy renombrada» que aglutina a más de 200 expositores.
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