Uno de ellos bien podría ser Martín Castaño Unzúe, nacido en 1875 y fallecido en 1953 en la capital leonesa. Yes la fecha de hoy un buen día para acordarse de él pues entre las muchas iniciativas que llevó a cabo una de ellas fue precisamente la de organizar y patrocinar la primera Cabalgata de Reyes de León, el 5 de enero de 1928.
Martín Castaño enviaba a los empleados de su empresa vestidos de pajes al hospicio a recoger las cartas de los niños Martín Castaño Unzúe (sí importa el segundo apellido pues Martín Castaño se llama un hijo y Martín Castaño se llama un nieto) era un industrial leonés con un fuerte compromiso social con las gentes de esta tierra, buena prueba de ello es que aquellas primeras cabalgatas nacieron pensadas para los niños del hospicio, como recuerda su hijo. "En aquellos años veinte del pasado siglo mi padre ya era el dueño de la primera estación de autoautobuses y tenía un número muy importante de trabajadores. A estos empleados los ponía a trabajar en estas fechas cercanas al 5 de enero para acudir al hospicio y recoger las cartas que se las había pedido que escribieran. Acudían vestidos de pajes y les explicaban que se las trasladarían a ‘Sus Majestades’".
A nadie le podía hacer más ilusión que a aquellos niños que pocos motivos tenían para creer en el milagro de los Reyes Magos. "Así comenzó aquella iniciativa, que después amplió para llevarlos a hogares necesitados de toda la ciudad y, finalmente, se repartían delante del Palacio de los Guzmanes para todos los niños que acudieran, sin olvidar nunca el origen de los niños del hospicio y los de los hogares más necesitados de la ciudad", recuerdan con mucho orgullo en su familia.
Con el tiempo amplió los reyes de los hospicianos a todos los hogares pobres y cuando fue concejal creó la Cabalgata Fue, por tanto, Martín Castaño el primer Rey Mago de León y cuando llegó a ser concejal del Ayuntamiento de la capital leonesa, en los años 30, antes de la guerra civil, convirtió aquella iniciativa que había sido exclusivamente personal en oficial y así en los años 30 la ciudad tuvo sus primeras Cabalgatas de los Reyes Magos que, como tantas otras cosas, fueron bruscamente interrumpidas con la citada guerra.
Pero quedó el recuerdo de quien no se debería olvidar, Martín Castaño Unzúe, el primer Rey Mago de León.
Un 'suicida' para su pueblo
Martín Castaño tenía, además de esa faceta solidaria que se ve en la iniciativa de los reyes, otros muchos aspectos realmente singulares, como el de empresario reconocido, creador en León de la primera autoestación de autobuses de España que, según recogía la página de la Guía cómica de Bujía y Lamparilla, "reúne todas las lineas de automoviles que parten de León. Allí puedes ir para hacer baratas y hermosas excursiones. Allí puedes, si quieres, trasladar tu casa y mobiliario sin que te rompan los cacharros, ni se te escape el gato. Reúne vagones, capitonés (ver foto), carros, camiones, para el traslado de cualquier casa que en un segundo te llevan sus 80 empleados". No extraña por ello que Lamparilla pida para este concejal «de los que saben hablar»que lo incluyan en la galería de personas célebres de León "junto a Ordoño III» por su laboriosidad y honradez y se atreva a definirlo como «un suicida para su pueblo".Dicho queda. Y en buen día.