"Los jóvenes se han alejado del patrimonio religioso"

El arte sacro de Omaña, un patrimonio olvidado, será el protagonista del mes de agosto en la comarca de la mano del joven universitario Darío Álvarez Bouzas, que ha organizado dos exposiciones ‘paralelas’ y visitas guiadas a las iglesias

Fulgencio Fernández
07/08/2021
 Actualizado a 07/08/2021
arte-sacro-expo-07082021.jpg
arte-sacro-expo-07082021.jpg
Entre las numerosas iniciativas culturales que surgen por todala provincia en estas fechas estivales hay una realmente ejemplar, en Omaña, con dos sedes de una exposición en Riello y Murias de Paredes. Nacen del interés y la pasión por su tierra y el arte del universitario Darío Álvarez Bouzas, estudiante de doble grado de Historia e Historia del Arte, quien participa en el Programa Ralbar, unas becas patrocinadas por la Universidad de León y la Fundación Banco Sabadell para la realización de proyectos de prácticas extracurriculares en el medio rural de la provincia. Así ya está inaugurada la mencionada exposición —El arte olvidado— (hasta el 29 de agosto) y los fines de semana y festivos abrirá algunas de las iglesias de la comarca de Omaña, habitualmente cerradas al público, para realizar visitas guiadas.

– ¿Cómo surge la idea de la exposición El arte sacro de Omaña?
–Desde pequeño siempre me ha llamado la atención el arte sacro. Recuerdo ir con mi abuela a la iglesia de mi pueblo, Robledo de Omaña, ver el retablo, y preguntarle quien era cada uno de los santos. Sin embargo, ha sido mientras estudiaba Historia del Arte cuando he empezado a recorrer los pueblos e iglesias de la comarca para así conocer mejor qué tesoros podían esconder. Por ello, cuando fue publicado el programa de becas Ralbar, se me ocurrió organizar la exposición para poder dar a conocer todas estas obras al público general. Presenté el proyecto y fue uno de los doce elegidos.

– El propio título ya nos deja una pista, el arte olvidado ¿Está muy olvidado el arte en Omaña?
–El patrimonio omañés está olvidado en el sentido de que han sido restauradas pocas piezas, otras sí pero con escaso gusto y otras corren el riesgo de desaparecer por la incuria y la despoblación tan grave que vive la comarca. Por otro lado, aunque ha habido algunos autores que lo han fotografiado y valorado, aún no se ha realizado una investigación o puesta en valor seria sobre el arte de la comarca. La razón es que este tipo de obras siempre se han considerado secundarias y provincianas, es decir, insignificantes. Para mí, el aspecto que hay que valorar es que fueron creadas por una sociedad que también poseía un sentido artístico que dejaron plasmado en sus iglesias, viviendas... de una manera particular.

–Dices que es una exposición “interpretativa”, ¿qué quieres decir?
–Además de las jornadas de puertas abiertas y las visitas guiadas a las iglesias, hemos preparado una pequeña exposición repartida entre el ayuntamiento de Riello y la casona de Murias de Paredes. El objetivo es que el visitante pueda hacerse una idea general de las características del arte de Omaña que luego verá plasmadas en las iglesias. Algunos de los aspectos que tratamos son los retablos, los ramos, el mobiliario litúrgico, los textiles…

– ¿Hay alguna iglesia que sea especial para ti? ¿porqué?
–Sería injusto elegir una sola entre todas las iglesias y ermitas de Omaña, una comarca que tiene más de medio centenar de construcciones religiosas, algunas mejor conservadas que otras, pero todas con algún aspecto o pieza que merece ser valorado.

–¿Te atreverías a destacar algunas piezas concretas?
–Personalmente siempre he tenido preferencia hacia el arte medieval, por lo que podría elegir entre las imágenes de esos siglos (Vírgenes con el Niño, Crucificados, santos…). Sin embargo, hay ejemplos de arquitectura, retablos u otras piezas de arte mobiliar que también merecen ser destacados. Asimismo, un patrimonio olvidado que debe ser restaurado son los ciclos de pinturas murales de diferentes épocas que siguen a la espera de su descubrimiento y puesta en valor.

–Además de la muestra hay visitas guiadas para las que has elegido las iglesias de Curueña, Marzán, Montrondo, Valbueno y Villabandín, ¿porqué te has quedado con estas?
–En esta exposición mi intención siempre ha sido contar de manera equitativa con los municipios de Riello y Murias de Paredes, que son los que han colaborado conmigo en la realización de las prácticas, de ahí que haya representación de ambos ayuntamientos. Por otro lado, son unas iglesias bien conservadas y que cuentan con obras interesantes para entender el arte de Omaña.

– ¿Habrá nuevas entregas con otras iglesias?
–Me gustaría que después de la exposición hubiera una continuidad, promocionándose actividades o proyectos que profundizaran en el arte omañés. Sería una pena que se abandonase la iniciativa, pues es una buena oportunidad para el desarrollo rural y la conservación del patrimonio. Pero esto no debe ser tarea de una sola persona, sino de todos los habitantes de los pueblos, que son los auténticos responsables de la transmisión de estas obras a futuras generaciones.

–¿Valoran nuestros pueblos el arte que tienen?, ¿cuál es el principal problema para conservarlo?
–En nuestros pueblos siempre se valoraron las iglesias y ermitas, pues habían sido sus antepasados quienes las habían construido con su esfuerzo y con sus pocos medios. Esta consideración siempre fue desde el punto de vista religioso. El problema que tenemos actualmente es que ya no existe esa población ni ese fervor religioso. Las nuevas generaciones se han ido alejando, siempre con excepciones, de las iglesias y las ermitas, pues ya no participan de la misma mentalidad que en el pasado. Con esta exposición queremos evitar precisamente eso. El arte sacro de Omaña debe ser valorado independientemente de la religión que cada uno profesemos, pues no es solo culto sino cultura. Con esta exposición quiero animar a los jóvenes de los pueblos a luchar por el legado de sus antepasados y por las tradiciones, pues de ellos depende que llegue a generaciones futuras.
Lo más leído