El editor y músico leonés reconoce que el concierto del pasado mes de febrero en la mítica sala La Riviera de Madrid para celebrar los 30 años de Alejandro Díez –primero con Los Flechazos y después con Cooper– viviendo en la Era Pop fue en cierto modo el origen de este proyecto. "En 1994 tomé la decisión de dejar Los Flechazos porque ya estaba muy metido en el mundo del arte y la literatura y me encontraba agotado después de ocho años de grabaciones de discos y conciertos casi todos los fines de semana. La verdad es que no tenía vida propia, estaba trabajando y tocando a la vez, por lo que tomé la decisión de dejar la música y así lo hice, aunque de vez en cuando volvía a coger el bajo cuando me llamaban para algún concierto puntual con motivo de algún homenaje o de una efemérides concreta. Pero la verdad es que el concierto de La Riviera me removió todo y me sentí de nuevo como el adolescente que fui tocando con Los Flechazos", confiesa Escobar. El siguiente paso fue contactar con gente que tuviera sus mismos gustos musicales y aunque admite que el guitarrista Maxi ‘Boogies’ es "más cañero" le pareció la persona idónea para una formación que encontró en el batería Conrado Martínez la juventud y la experiencia necesarias para emprender el vuelo. "Habremos ensayado los tres juntos como diez veces en el estudio de grabación que compartimos con otras bandas en el barrio de Pinilla, y en tan solo tres meses hemos preparado diecisiete canciones para el concierto de El Gran Café, catorce de las cuales son composiciones propias", señala el bajo de Los Modernos, quien por cuestiones de tiempo se ha encargado de los arreglos mientras que Maxi se ha responsabilizado de las melodías. "Sonamos un poco como a los Who, al menos a mí me recuerda a la banda de Daltrey y Townshend, aunque algunas canciones pueden llegar a tener hasta diez partes diferenciadas, y eso se debe al interés compartido de que cada parte de la canción sea especial y al hecho de que Maxi es un guitarrista excepcional que cuando toca parece que están sonando tres guitarras a la vez".
Los Modernos han llegado para quedarse. Tras el concierto de presentación en El Gran Café, la idea –reconoce Escobar– es grabar uno de los catorce temas originales y hacer un videoclip para subirlo a las Red. "Ese es el modus operandi que se impone ahora. Seguro que con el tiempo grabaremos un vinilo, pero hoy en día son las nuevas tecnologías las que mandan.Parece una tontería pero funciona de ese modo".Héctor Escobar confiesa que hace tiempo que se planteó "ser feliz" y Los Modernos contribuye hoy por hoy a ese estado de felicidad. "Con el tiempo he aprendido a relativizarlo todo lo que no tenga que ver con la salud. Aunque hay gente que me dice que estoy estresado, no es cierto. Soy nervioso, pero en realidad siempre busco la pausa y mi acomodo en las cosas, porque disfruto con lo que hago. Disfruto con la literatura, disfruto con el mundo de la edición, venda o no venda, disfruto en la librería, tomando un café y ahora con la banda. A lo mejor es que he alcanzado esa madurez personal que te hace ver las cosas desde otra perspectiva".