Los leoneses Shining Light se encargarán de abrir el 7 de septiembre la nueva temporada de conciertos y el grupo vasco-argentino Cápsula de cerrar el año el 27 de diciembre, pasando entre medias por el pequeño escenario del local de la calle Cervantes y también por el de Espacio Vías grupos y artistas como los daneses Bite The Bullet, los leoneses Clarete Gas, los holandeses Birth Of Joy, The Leviatans, Diego Ojeda, La Habitación Roja, Ángel Stanich, Viva Suecia, Vega o Arizona Baby, entre otros muchos nombres que conforman «el cartel más ambicioso» de las tres décadas que lleva en funcionamiento el Gran Café, desde que el 1 de octubre de 1990 tuviera lugar el concierto inaugural de este local, unos años –señala Guille Mateo– «que no han dejado más que anécdotas y actuaciones de grandes grupos que han quedado en las retinas de miles de leoneses», sabedor de que lo que empezó siendo una apuesta por la música se ha convertido con el devenir de los años «en una seña de identidad reconocida a nivel nacional». Y es que son numerosos los artistas y grupos que tras su estreno en el Gran Café han querido repetir actuación en este carismático local. «Al llevar el establecimiento abierto 28 años son muchos los grupos que se ofrecen a actuar. Muchos repiten y trabajamos con las agencias desde hace bastantes años. Pero lógicamente somos nosotros los que hacemos la selección de los grupos», señala Mateo, cuya idea es «programar música que satisfaga los gustos de todo tipo de públicos: indie, folk, rock o música alternativa de cualquier tipo».
A la pregunta de si durante estos años han cambiado los gustos de los clientes, Guille Mateo asiente asegurando que en la actualidad se lleva mucho más el indie mientras que el rock ha experimentado un cierto retroceso, lo que se refleja en los carteles que el Gran Café ha ido configurando en estos últimos años. «Antes éramos más rockeros», reconoce el gerente y promotor musical de un local que causa al principio sorpresa en los artistas y grupos que actúan por primera vez por su reducido tamaño y encontrarse en una céntrica calle peatonal de la capital, si bien esa primera reacción de sorpresa se torna en satisfacción al ver el ambiente que se genera en cada directo. «Tanto es así que muchos de ellos suelen repetir», reconoce Mateo, que en las últimas temporadas también ha incorporado al programa de conciertos el más espacioso escenario de Espacio Vías. «A mí me gusta más hacer las cosas en mi casa, la verdad, pero en Espacio Vías entran 500 personas y al final esto es un negocio y si podemos hacer algo allí pues lo hacemos (Viva Suecia y Feroe el día 8 de noviembre y Vinila Von Bismark el 15 de diciembre son los conciertos previstos en Espacio Vías), pero nos gusta más hacerlo aquí». Para el gerente y programador del Gran Café, el público valora sobre todo la proximidad del artista. «La gente nos dice que valora mucho tener al artista a un metro y aquí el artista siempre te va a hacer más caso que en un espacio grande. Aquí siempre te van a firmar discos, te vas a hacer fotos, van a estar contigo... Aunque Espacio Vías tampoco es un espacio muy grande, se crea ya una mayor distancia que en el caso del Gran Café. Pienso que ese aspecto la gente lo valora mucho», reconoce el promotor musical de un establecimiento que a lo largo del año, con la excepción del periodo estival, desarrolla una intensa actividad no solo musical sino también cultural con la presentación de publicaciones. «En León hay movimiento cultural porque llegamos a programar hasta dos y tres conciertos semanales incluyendo la ‘jam session’ de todos los martes que lleva 15 años funcionando con cierto éxito», destaca Mateo, para quien los cachés de los grupos ha subido como consecuencia de la proliferación de festivales. «Hay una gran saturación de festivales y resulta más difícil convencer a los grupos de que vengan a actuar a una sala pequeña como el Gran Café, aunque eso depende también de cada grupo».
Guille Mateo confiesa que los conciertos se programan jueves y viernes para aprovechar las bandas que suben para Galicia, Asturias o El País Vasco. «Les viene muy bien parar un jueves en León para cubrir tres días de actuaciones», destaca el gerente, que en el caso de las bandas internacionales se tramita a través de agencias y siempre aprovechando la gira nacional o europea que realiza el grupo en ese momento. «No podemos permitirnos traer a un grupo de fuera, así que aprovechamos las giras que realizan en España», asegura Guille Mateo, que de todos los conciertos que ha tenido ocasión de presenciar en su local recuerda especialmente el del grupo Molotov. «No tanto por el concierto en sí como por el hecho de que venían dieciséis personas acompañando al grupo. Imagínate a tanta gente en un espacio tan reducido», señala Mateo, que también quiere destacar a una nómina de artistas y grupos que repiten siempre que pueden en el Gran Café, caso de Coronas, Depedro, excomponente de Vacazul, Sex Museum... los grupos míticos del rock español de los 90 han pasado por aquí», destaca su programador.
El promotor reconoce que el público que acude los martes a la ‘jam session’ es un poco extraño porque no es de los habituales consumidores de música. «Normalmente es un público que no viene a los conciertos sino que es un público que se lo quiere pasar bien el martes, va donde hay fiesta y le gusta lógicamente la música, pero no es el típico consumidor de conciertos», asegura Mateo, que reconoce que desde que se empezó a programar la ‘jam session’ hace quince años ha tenido sus altibajos y ahora son menos las bandas locales que, tal vez por cansancio, se acercan a tocar», concluye.