"Gracias por la vida"

100.000 trasplantes. Esa es la cifra a la que se ha llegado esta semana en España. Algunos trasplantados leoneses recuerdan el momento, pues la realidad es que lo reciben es la vida

Fulgencio Fernández
28/02/2016
 Actualizado a 31/08/2019
Otra niña, Valeria, protagonizó la última noticia de trasplantes en León, de médula, ahora todos quieren seguir apoyando la donación. | DANIEL MARTÍN
Otra niña, Valeria, protagonizó la última noticia de trasplantes en León, de médula, ahora todos quieren seguir apoyando la donación. | DANIEL MARTÍN
De niña a niña. De Sheila a Valeria. Las historias "con niña dentro" llegan al corazón de todos y, de paso, hacen un inmenso favor a la causa que propugnan, en este caso las donaciones de órganos, de médula... regalar una vida.

Hace casi 30 años, en mayo de 1987, los leoneses siguieron día a día, paso a paso, la historia de Sheila Fernández, una niña de cinco años que aparecía en las fotos subida al columpio del parque, iba a ser la primera receptora de un riñón de viva que se iba a trasplantar en el hospital de La Fe (Valencia). Aquella niña, aparentemente feliz, llevaba en su frágil cuerpo un calvario, un trasplante anterior con rechazo en pocas horas, muchos viajes a Oviedo, tres veces a la semana, para dializarse. La donante era su madre, Marisa Juan, todo coraje y alegría de vivir. No extraña que lo primero que dijera la niña fuera "gracias mami". Hasta la famosa Encarna y el irrepetible Hermida llevaron el caso a sus programas.

Han pasado 29 años, otra niña, Valeria, ha vuelto a ocupar espacios en todos los medios de comunicación. Con menos de un año le detectaron una leucemia y necesitaba un trasplante urgente. Ya realizado.

Las misma historia, sólo una diferencia, en 1987 eran los periódicos los que llevaban la imagen de Sheila, en el caso de Valeria también las redes sociales tuvieron mucho que ver. Pero la misma historia.

¿Y en medio? Pues cifras que ayudan a entender estas historias: más de 100.000 trasplantes, sólo en el último año se han acercado a los 5.000 en España y de ellas 21 pacientes eran leoneses, donde las listas de espera tienen a otros 17. Y otra cifra, 17 donantes fallecidos en León viven de alguna manera la vida de los 56 enfermos a los que fueron trasplantados.

La unión con mi madre es como si fuera una fotocopia suya, es todo para mí Cifras, pero estas gentes hablan sobre todo de "el alma de estas cifras". De muchas historias, como la de Sheila, que, 25 años después, supo que la historia empezaba de nuevo, que el riñón desu madre —el que le había dado "una vida absolutamente normal, que me permitió hacer una carrera, salir con mis amigos, trabajar (curiosamente en la Sanidad)... vivir"—había agotado su ciclo, pedía otro. Y lo volvió a encontrar ‘de vivo’, muy cerca, en su novio, Alberto Villullas, un tipo increíble, que le dio su riñón y se apartó: "¿Qué menos que dárselo? Conuno también se vive", y ya no ha querido ‘aparecer’ más.

- Es de una generosidad increíble, siempre está ahí, nunca me cansaré de darle las gracias.

Sheila creció con el riñón de su madre y casi sin romper el cordón umbilical con ella. "Soy su fotocopia, su hija, su mejor amiga, le cuento todo, lo sabe todo, mi primer grano, mi primer beso, mi primer novio... la recuerdo viendo los dibujos animados a mi lado, viendo Barrio Sésamo, Espinete".

Y ambas, Sheila y Marisa, inciden en algo en lo que insisten todos los trasplantados, el trato humano en todo el proceso de auxiliares, enfermeros, médicos... "hasta el bar de enfrente de Valdecilla, el de Pedro, que me decía ‘tú si necesitas algo no tienes más que pedir’".Marisa Juan trabajó el pasado verano en La Fe, "cuando les dije que era la madre de Sheila fue una locura, y los médicos y enfermeras que habían estado en el trasplante... increíble. Después vino el problema (un amago de rechazo) y se volcaron todos para que fuera para Santander". Curiosamente Sheila está ahora en paro y seguramente vaya a trabajar en breve... a Santander.Pedro, de Salamón, trasplantado en los años 90 (1991)protagonizó otra anécdota de cómo funcionan las cosas en este mundo de la Organización Nacional de Trasplantes. "Entonces no había móviles ni nada y estaba en Potes, en la feria de San Pedro, cuando nos para la Guardia Civil y uno de ellos pregunta:‘¿Quién está en lista de espera para un trasplante?’, les dijimos que yo, nos mandó ir con ellos al cuartel y en menos de dos horas estaba en el quirófano".Pedro ya había tenido un rechazo anterior, como le ocurrió a Sheila, y aquel le fue bien.Pero no siempre "son 100% éxito", a veces hay rechazos, otras es necesario cuidarse y no todos hacen por sí mismos todo lo necesario, de todo un poco. Uno de ellos está nuevamente en diálisis, le han tenido que cortar una pierna y sufre dolores y penas sobre su futuro.Otros hacen vida «incluso mejor que normal», como el pintor y escultor Sendo, con hígado nuevo desde hace un par de años, que madruga cada amanecer, pasea cerca de San Justo, pinta, esculpe... Como Francisco Viñuela, Paco París, que ayer mismo subió con su hija a ver la nieve en la montaña, para quien empezó una nueva vida, con hígado nuevo, a finales de 2006. "No sólo vuelves a vivir, ves la vida de otra manera".Todos hablan de lo mismo, de la importancia de la Sanidad pública, de las cosas bien hechas, de la entrega y humanidad de los profesionales que trabajan en este campo. "No se puede decir que en esto se note la crisis, si se nota lo han suplido con una enorme generosidad y entrega enfermeras, auxiliares, médicos", insiste Marisa. Un amigo de Pedro recuerda cómo el médico de Valdecilla fue mucho más allá de lo que podría esperarse.También una pena común: "Cuánto nos gustaría consolar a la familia del donante, pero entendemos la Ley".No parece una casualidad que la escultura de Sendo, al lado de su casa, de un peregrino también sea una fuente para que quien por allí camine pueda admirarla y saciar la sed... Ysi necesita algo más muy cerca está Sendo, que como tantos otros, quiere decir a quien sea: "Gracias por la vida".
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