Ernesto Aurignac: "Componer es otro matiz más para vivir la música"

El talento de Ernesto Aurignac es de sobra conocido en el mundo entero. Músicos de la grandeza de Lee Konitz, Kenny Werner, Jerry Bergonzi, Perico Sambeat, Jorge Pardo, Eric Alexander o Joachim Kühn lo han reclamado a su lado para disfrutar y beneficiarse de sus capacidades como saxofonista, oficio que ejerce con especial solvencia y que le han convertido, sin duda alguna, en uno de los más destacados, vitamínicos y estimulantes representantes del jazz español, al que, además de entregarle sus dotes como compositor y docente, contribuye con los numerosos proyectos que ampara y que se suceden de una manera constante y permanente en su trayectoria. Uno de estos, un trío entregado a la interpretación de estándares (temas musicales que han adquirido ya la condición de clásicos), ‘Ernesto Aurignac Trío Plays Standards’, se planta este jueves en El Albéitar (21:00 horas; entrada gratuita con invitación) para regocijo de los aficionados leoneses al buen jazz. Y así, títulos tan emblemáticos como ‘La chica de Ipanema’ o ‘On Green Dolphin Street’, entre otros, son recreados por un grupo en el que el saxo alto del músico malagueño comparte escenario con el contrabajista Pedro Campos y el baterista Santi Colomer. Este concierto, además, servirá de presentación del nuevo disco como líder de Aurignac, próximo a salir y que se añade a ‘Uno’ (2014) y ‘Anunnakis’ (2015), sus dos grabaciones anteriores. "El estándar es una fuente de inspiración increíble, es la música que más he estudiado desde pequeño. Realmente tenía la necesidad de tocar esa música y hacer un disco con ella", asegura un músico que creció salpicado por la música que brotaba de los discos de Chet Baker, Charlie Parker, John Coltrane, Joe Pass y Miles Davis. "Desde luego, el estándar es la escuela del músico de jazz. Es la base, la fuente del jazz". Todas las formaciones que han disfrutado del liderazgo de Aurignac, y esta que visita hoy León también, no se ajustan a estructuras rígidas y la libertad y la improvisación acaban siendo rasgos imprescindibles en ellas. "El músico saca su personalidad para hacer cada día algo diferente".

‘Plays Standards’ se suma a algunas de las aventuras creativas en las que anda enredado actualmente el malagueño, formado en su tierra natal como saxofonista clásico y luego instruido en las particularidades del jazz de manera autodidacta en Barcelona. Charlie Parker With Strings, la orquesta con la que grabó ‘Uno’ y por la que siente una especial predilección, el quinteto que registró su segundo álbum y Map, una suma de colaboraciones entre él, Marco Mezquida y Ramón Prats y que recientemente consumaba uno de los discos de jazz más atractivos del año, son los proyectos que tienen ocupado actualmente a Aurignac y gracias a los cuales hace gala de su inconformismo y su hiperactividad. "Siempre estoy haciendo cosas porque hay que aprovechar la vida tan corta que tenemos y disfrutar de la música. Aprender y hacer cosas nuevas es vital para mí", asegura Aurignac quien ha escrito "el sonido de mi música es la fusión de mis influencias y experiencias vitales" para subrayar los vínculos tan estrechos entre su propia realidad y el hecho creativo. Desde luego, la variedad preside toda su labor, precisamente por considerar que «los géneros se alimentan unos de otros» y huir de encasillamientos simplistas. "Siempre estoy haciendo cosas nuevas, siempre estoy variando, siempre estoy buscando... Eso supone moverse en diferentes ramas y tipologías de música y aproximarse a una variedad amplia de colores. El jazz es maravilloso y brinda muchas posibilidades. Tiene mucha riqueza".

Un buen día, Ernesto y el saxo se encontraron. Da igual cómo. Lo cierto es que desde entonces han formado un buen equipo que ha quedado traducido en las numerosas referencias que integran su trayectoria y entre las que se cuentan las colaboraciones que ha sostenido con otros músicos. La composición constituye otro de los pilares sobre los que se sostiene la carrera del andaluz. "Componer supone otro matiz más para vivir la música". El Ernesto intérprete y el Ernesto compositor, dice, se llevan bien, "son amigos". "No tengo problemas a la hora de trasladar al escenario lo que compongo. No me resulta complicado. Las dos facetas, tocar y componer, se abastecen la una de la otra, siempre van de la mano", añade un músico que ha hecho de la confianza ciega en los compañeros que le acompañan y en su capacidad para hacer las contribuciones que sean necesarias una seña fundamental de identidad. "La música es libertad".

Aurignac, siempre inquieto, ya baraja nuevos proyectos, entre ellos uno con orquesta de cuerda que propicie el maridaje entre música clásica y jazz. Es una consecuencia más de ese lema que le sirve de motor: "creo, invento, imagino, sueño, juego, aprendo, comparto…".