De Hong Kong a Lillo sin salir de casa

Julio Suárez y su hijo Alejandro Suárez estrenan este viernes en el Albéitar los cortos ‘El hombre que vive, sueña’ y ‘The fisherman’, rodados en ambientes muy alejados

Fulgencio Fernández
12/06/2015
 Actualizado a 13/09/2019
Una imagen de ‘The fisherman’, la película de Alejandro Suárez que llevó al director leonés hasta Hong Kong y que este viernes se estrena en el teatro del Albéitar.
Una imagen de ‘The fisherman’, la película de Alejandro Suárez que llevó al director leonés hasta Hong Kong y que este viernes se estrena en el teatro del Albéitar.
Uno está rodado en Hong Kong y el otro en Puebla de Lillo, en uno reinan los efectos especiales y en el otro trabajan con absoluta naturalidad buena parte de los vecinos de esta localidad de la montaña, uno sufrió un naufragio de película regresando a casa y el otro podía viajar tranquilamente en el maletero de un coche, uno lleva el título en inglés —'The fisherman'—y el otro en viejo castellano —'El hombre que vive, sueña'— y... sin embargo, soy muy cercanos, pues los dos tienen la misma casa, el mismo apellido, los han parido padre e hijo, son los últimos trabajos de Alejandro Suárez y de su padre Julio Suárez, son dos cortos y los dos se estrenan en el teatro del Albéitar de la ULE en dos sesiones, a las 20.30 horas y a las 22 horas, con entrada libre hasta completar el aforo del local.

Una oportunidad excelente para ver los últimos trabajos de dos leoneses, un padre que ya solo aborda los proyectos que le seducen por algo especial, y un hijo que es uno de los directores más prometedores, como lo demuestra el hecho de que el mediometraje que este viernes nos muestra a los leoneses ya ha recibido dos importantes premios cuando acaba de salir de ‘la factoría’ Suárez, pues su padre es el productor.

Dos historias tan alejadas como que 'The fisherman' nos cuenta la historia de Wong, un pescador de Hong Kong en apuros económicos, que decide una noche salir de las abarrotadas aguas de Victoria Harbour para pescar en los nuevos territorios. Su suerte parece cambiar cuando algo que no pertenece a este mundo pica en su anzuelo... Frente a ella la historia cercana de su padre, su regreso a la infancia y a los recuerdos familiares de un padre actor que se tuvo que dedicar a otros menesteres. Las aventuras de Magín, aquel leonés que emigró de su pequeña aldea de la montaña septentrional con 18 años y una idea clara: Ser actor. Ahora regresa, rayando los 70, en busca de sus  orígenes y de algo a que agarrarse, pero nada de lo que se encuentra coincide con sus recuerdos ni con sus expectativas. Con todos los caminos cerrados, su única salvación ante el fracaso vital, es su vocación.

Dos historias tan alejadas como cercanas, dos mundos tan separados como unidos, dos Suárez, dos leoneses.
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