Cuarentena Cultural (XXII)

Los redactores y colaboradores de La Nueva Crónica ofrecen una serie de propuestas para cultivar el espíritu durante el tiempo que dure el confinamiento / Bruno Marcos, Joaquín Revuelta y Santiago Revuelta

L.N.C.
04/05/2020
 Actualizado a 04/05/2020
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La recomendación de Bruno Marcos


Novela: 'Ensayo sobre la ceguera', de José Saramago
De buenas a primeras un hombre se queda ciego en su coche mientras espera a que el semáforo se ponga verde. Poco después el médico que lo atiende. En unas horas surgen casos por todas partes. El estado decide confinar a los enfermos en un manicomio abandonado. La mujer del doctor, para acompañarlo, simula también haber perdido la vista. A partir de ahí se narra la vida de los ciegos en esa reclusión donde cada vez son más. Únicamente se les lleva comida a la puerta, de lo demás se tienen que encargar ellos. No entrará la policía ni los bomberos, si alguno muere ellos mismos tendrán que enterrarlo a tientas. Se produce una acelerada degradación de la convivencia. La esposa del médico se vale de sus ojos pero oculta que ve para no convertirse en esclava de todos. Unos cuantos ciegos se adueñan de los alimentos y se hacen con el control mediante la violencia, piden al resto que paguen por ellos e incluso que las mujeres se les entreguen. Tienen que rebelarse pero no consiguen hacerlo antes de experimentar varios tipos de humillaciones. Cuando consiguen escapar el mundo entero está a oscuras, la ciudad es un lugar espantoso lleno de basura en el que los ciegos vagan en busca de la comida que queda; como no saben volver a sus casas van ocupando las que encuentran abandonadas por otros que tampoco saben volver a las suyas. No hay agua ni electricidad. A los ciegos se les encuentra abriendo la boca bajo la lluvia para beber o escuchando, para pasar el rato, a otros ciegos que dan discursos en los parques sobre el buen gobierno, la política y la gran economía aunque ya todo está desmantelado.

Lo que plantea Saramago en este ‘Ensayo sobre la ceguera’ no es un estudio novelístico sobre las epidemias, ni una serie de pensamientos sobre la enfermedad, la visión o el valor de las imágenes, sino una fábula moral. El término «ensayo» equivale a experimento, a prueba, el autor responde a lo largo de casi quinientas páginas a la pregunta: ¿qué ocurriría si de la noche a la mañana la humanidad se quedase ciega, si todos necesitásemos urgentemente de los demás pero nadie pudiera socorrer a otro? El doctor, su mujer y el grupo de ciegos que les acompañan descubren, en medio de su angustiosa experiencia, cosas que no podrían haber alcanzado a ver con los ojos sanos. Los personajes en situaciones límite matan, roban, violan, delitos que jamás habrían cometido en sus vidas normales, pero también comparten, se apiadan, se acompañan, se consuelan… todos indefensos, necesitados de la ayuda de otros que no pueden apenas ayudar, en un mundo despojado de lo que se ve, de las apariencias, en el que todo queda reducido a lo que pasa, los hechos demuestran que la supervivencia propia depende de la de los demás y de la dignidad de todos. Había que perder la vista para verlo.La recomendación de Joaquín RevueltaPelícula: 'El oficial y el espía', de Roman Polanski
Son varias las adaptaciones al cine del célebre texto de Emile Zola ‘Yo acuso’ en el que se hacía eco del tristemente célebre caso Dreyfus sobre un oficial del ejército francés acusado y condenado injustamente de traidor a la nación por espiar para los alemanes. Ninguna de ellas especialmente relevante a excepción de la rubricada por Roman Polanski, muy bien narrada y mejor ambientada que puede verse actualmente en la plataforma de contenidos Filmin.


La recomendación de Santiago Revuelta


Libros: 'El río del olvido', de Julio Llamazares
En la pasada XXª Cuarentena Cultural, recordaba al escritor viajero, Javier Reverte, para recomendar la lectura de tres de sus libros con un mismo denominador común: el río. En aquel caso, se trataba de tres grandes ríos: el Congo, el Amazonas y el Yukon.

Para esta ocasión, el río protagonista es más modesto y humilde, pero para mí y la mayoría de los/las lectores/as de León, más entrañable y cercano. No es otro que el Curueño.
Su autor, Julio Llamazares, lo titula ‘El río del olvido’.

El Curueño y su autor, quien en este caso también es viajero, como ocurre con Javier Reverte, nos invita a caminar con él en pleno verano, mochila al hombro, y a disfrutar no sólo del paisaje y el río, sino del encuentro con los/las lugareños/as con quienes mantiene diálogos simples y sencillos, además de alguna que otra vianda o un simple vaso de leche…

Julio Llamazares nos explica que en el verano de 1981, se propuso rememorar sus vivencias infantiles, recorriendo el Curueño «desde su muerte hasta su origen». En total, transcurren 44 kms., repartidos en seis jornadas, que son precisamente los capítulos que constituyen el libro.

El municipio de Valdelugueros, que ocupa parte de las dos últimas jornadas del libro, me trae recuerdos íntimos y familiares. Lo digo porque dos tíos de la villa asturiana de Pola de Siero, veranearon por estos lares durante bastantes años. Y era allí donde viajaba con mis padres para compartir todos juntos una rica merienda al aire libre.
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