Cuando los héroes cuidan ovejas

Jesús Ignacio Ballesta, veinteañero de Fontún, ganadero de ovejas ahora en Villabalter, no dudó ni un segundo en arriesgar su integridad para apagar un fuego en una casa de Cármenes en la madrugada... Igual no era lo más ‘lógico’, pero qué orgullo que haya tipos así

Fulgencio Fernández
16/12/2018
 Actualizado a 15/09/2019
imagen-jesus-ignacio-161218.jpg
imagen-jesus-ignacio-161218.jpg
La viejas costumbres comunales dicen que ante la aparición de un fuego corresponde tocar las campanas a fuego, rápidas, toques convulsos... pero también hay lógicas actuales. Cuando Toña iba a tomar la pastilla para irse a la cama escuchó ruidos muy extraños en el tejado, vio el humo y el susto. Llamó a Nievinas, y ésta a Las Nieves, el Hostal, a ver si había gente allí. La había...

No dudaron un segundo en subir, habían sonado las campanas de fuego sin siquiera tocar.

Estaba Jesús Ignacio Ballesta, un poco más que veinteañero de Fontún, ganadero de ovejas al que sabes que le gusta su trabajo nada más que le escuchas hablar o ves cómo «saluda» al mastín.Y sabes que es buen tipo nada más que le ves, hay caras que hablan. La suya es una. Ahora tiene las ovejas en Villabalter pero le gusta mantener algunas costumbres del verano, cuando las tiene en los puertos de Piornedo, como tomar café en Cármenes... Allí estaba cuando llamaron a fuego.

Allí estaba pero fue visto y no visto que estuviera subido al tejado, apartando tejas, apagando... y falló un cuartón y vivió momentos de peligro, de bastante peligro. «Sonríe al biés cuando lo recuerda». No se arrepiente.

Cierto que no estaba solo. Cierto que acudieron todos los que estaban. Cierto que Ramonín Cuesta —trallado en mil batallas como ir a buscarse el pan en Méjico— le arrancó del fuego, se quemó él mismo con las tejas... Y cierto que la vida comunal sigue siendo el gran activo de nuestros pueblos.

Cierto que «la lógica» recomendaría que chavales como Jesús Ignacio no asumieran estos riesgos por tranquilizar a una mujer como Toña que sufre mirando al tejado y la casa que se quema. Seguro que es así, pero qué orgullo que haya tipos como éste, héroes que no necesitan alas, que cuidan ovejas, por ejemplo.
Lo más leído