CARTELERA EN LEÓN | 'Más allá de las montañas'. La vida al ritmo de 'Go West' de Pet Shop Boys

Película clásica en el fondo, resulta muy innovadora desde el punto de vista formal

Joaquín Revuelta
04/06/2016
 Actualizado a 19/09/2019
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En ‘La familia’ el desaparecido Ettore Scola contó la historia de Italia del siglo pasado a través de varias generaciones de una familia romana de la burguesía sin tener que salir de la mansión familiar, un alarde narrativo tan solo equiparable al llevado a cabo por el mismo director en ‘Le bal’, donde recorría la historia de Europa de la segunda mitad del siglo XX, más en concreto de Francia, a través de la música y el baile, valiéndose para ello de un único escenario, una sala de baile. La proeza de Jia Zhang Ke cuantitativamente es algo menor, pues se limita a 26 años de la historia de un país en transformación, China, a través de las vicisitudes de un triángulo sentimental que por momentos me recordó al de ‘Jules y Jim’ de Truffaut, pero que permite al director chino contraponer dos visiones de un país que se encamina a pasos agigantados hacia a un modelo capitalista que traerá consigo la pérdida de identidad, y el olvido de la clase obrera que Zhang Ke hace explícito al abandonar deliberadamente una de las subtramas de la narración. Película clásica en el fondo (un melodrama en toda regla) e innovadora desde el punto de vista formal (los créditos aparecen casi una hora después de iniciada la proyección), Jia Zhang Ke se sirve de los distintos formatos de pantalla (cuadrado, panorámico y scope) para reflejar los tres periodos en los que transcurre la narración, para terminar cerrando el círculo con uno de esos finales que consiguen mantenerse vivos en la memoria del espectador.


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