CARTELERA EN LEÓN | 'El contable'. Affleck no los mata tan suavemente como Pitt

Imagínense un cruce entre ‘Rain man’ y cualquiera de las diferentes entregas de la saga protagonizada por el agente desmemoriado Jason Bourne, pero sin los matices de Dustin Hoffman y la contundencia de Matt Damon, porque de quien estamos hablando es de Ben Affleck, actor limitado donde los haya, que se mete esta vez en la piel de un genio de los números que lleva una doble vida como contable para todo aquel dispuesto a pagar sus servicios, en efectivo o con obras de arte clásico o contemporáneo, y como temible sicario con una efectividad solo equiparable al Brad Pitt de ‘Mátalos suavemente’. Lo que no es más que un thriller al uso se le ha querido revestir de elementos psicológicos al convertir al protagonista en una persona que padece Síndrome de Asperge, autistas con una inteligencia superior a la normal en determinados aspectos, y que ha vivido una infancia marcada por el abandono de su madre y la educación cuartelera de su padre, coartadas argumentales que pretenden introducir una cierta profundidad a un thriller que se mueve al borde del disparate. Ni la subtrama de la investigación llevada a cabo por el Departamento del Tesoro sobre la identidad del supuesto contable tiene verdadero peso dentro de la narración ni la neutra composición de Affleck le da la verdadera medida al personaje. Aún así, ‘El contable’ logra entretener durante las más de dos horas de duración gracias en parte a sus bien resueltas secuencias de acción.