Adriana Viñuela regresa a casa cargada de talentos

La soprano coyantina Adriana Viñuela es la gran protagonista del concierto de este sábado en Las noches del castillo (23 horas), dedicado a ‘Los talentos perdidos de la República’

T.G.
15/08/2020
 Actualizado a 15/08/2020
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La soprano coyantina Adriana Viñuela regresa este sábado a casa, a Valencia de Don Juan, y se podría decir que lo hace «cargada de talentos», los que ella acumula después de una intensa formación y aquellos a los que dedica el concierto de esta noche, con un programa dedicado a ‘Los talentos perdidos de la República’ .

La cita es en el ciclo estival ‘Las noches del Castillo’, a las 23:00 horas en elAuditorio Municipal (al aire libre, con aforo limitado a 450 personas, entrada gratuita). Y Viñuela estará acompañada por la pianista Elisa Rapado y la actriz Nuria Castaño.

El recital ‘Los talentos perdidos de la República, explican «es un homenaje a las corrientes intelectuales truncadas con el estallido de la Guerra Civil española. El recital versa sobre músicas de Federico García Lorca y Antonio José, ambos asesinados al inicio de la guerra; Mª Teresa Prieto, compositora ovetense exiliada en México; y María Rodrigo, primera mujer en estrenar una ópera en España, que hubo de salir de Madrid a Colombia y Puerto Rico».

La música interpretada por la pianista Elisa Rapado Jambrina estará acompañada por poemas de Mª Teresa León, Nuria Parés, Carmen Martín Gaite y Federico García Lorca, recitados por Nuria Castaño Gutiérrez. El aspecto vocal correrá a cargo de la soprano coyantina Adriana Viñuela Simón.

Un recital para recuperar a algunos personajes olvidados, vidas acompañadas de tragedias pues, recuerdan, «más allá del incalculable daño causado por la pérdida de vidas humanas, el exilio de algunas de las personas más válidas del país trajo consigo el erial filosófico característico de la posguerra española. Según el violinista Cibrán Sierra, ello trajo consigo el sustrato cultural ‘de una mediocridad tan agresiva que aún hoy sigue dando sus últimos coletazos’».

Según algunas cartas del compositor Antonio José, la situación no era tan distinta en 1933: poco antes del triunfo electoral de los republicanos, el compositor escribe que «hace falta una revolución que arrase todo lo podrido que detiene la marcha de nuestra civilización». Tanto Lorca como él quieren ser parte de esa revolución, deseosos de que transforme «un deprimido país agrícola y ganadero —sometido a la clase acomodada y a la Iglesia católica— en una potencia intelectual. Ambos se dirigen a la esencia de la voz popular para lograrlo, apelando a sus cantos y tradiciones como forma de llegar al corazón de sus gentes».

Muchos ingredientes para una cita muy atractiva en estas Noches del castillo del verano coyantino.
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