Las fuertes raíces de la tradición

24/03/2020
 Actualizado a 24/03/2020
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Todos quieren que los pendones luzcan fiestas y celebraciones de todo tipo, que estos símbolos de lo leonés, de los pueblos y sus gentes, ondeen al viento componiendo llamativas estampas y se lleven la mayoría de las fotografías del evento, todo hay que decirlo. Siempre los buscan, también en una dura carrera, ¿porqué no?

Es la tradición, argumentan.

Son las sólidas raíces de la tradición, se suele decir, pero se olvidan otras muchas cosas, como que estas fuertes raíces necesitan quién las cuide, quién las riegue, las contemple, incluso las mime.

No se trata solamente de ondear al viento, de bailar en el aire, de lucir en el horizonte, que también; hay detrás un enorme trabajo de regar las raíces para recuperar aquellas telas que comían los bichos en sacristías, casas del pueblo o cualquier trastero. Hay que bucear en legajos y libros del actas de las Juntas Vecinales, en ordenanzas y publicaciones, para conocer los colores y los significados de aquellas telas. Hay que volverlas a tejer con el mismo cuidado que seguramente lo hicieron hace muchas decenas, cientos de años. Hay que llevarlas por los pueblos vecinos con los grupos hermanos con el mismo orgullo que siempre lo hicieron los mozos y mozas del lugar.

No se trata solamente de la belleza de las fotos cuando las telas casi tocan el cielo. Hay raíces que se hunden en el corazón de la tierra.
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