"Las familias de acogida tienen que tener muy claro cuál es su objetivo y que es temporal"

Cruz Roja gestiona en León el programa de acogimiento familiar por el que 91 niños en protección están en un hogar en el que pueden cubrir sus necesidades

C. Centeno
02/08/2020
 Actualizado a 02/08/2020
Olga y Camino, de Cruz Roja, junto al niño acogido por Susana y Enrique. | SAÚL ARÉN
Olga y Camino, de Cruz Roja, junto al niño acogido por Susana y Enrique. | SAÚL ARÉN
Susana lo tiene claro. Olga Rodríguez y Camino Sanz son más que la trabajadora social y la psicóloga de Cruz Roja encargadas del programa de acogimiento familiar. Son «los ángeles de la guarda» de las 63 familias leonesas que en la actualidad cuidan en sus hogares de 91 menores del sistema de protección. Pero a día de hoy todavía son 34 niños y niñas los que están «en lista de espera», por lo que a pesar de que la provincia es «solidaria» y mantiene «un número muy elevado» de acogimientos, se sigue necesitando que nuevas familias se incorporen a la red.

La institución se encarga de difundir un sistema que permite que menores que se encuentran separados de sus progenitores por diversas causas puedan crecer en un ambiente familiar estable durante un tiempo determinado. También es la responsable de la «formación» y la «valoración» de las familias y, una vez iniciado el proceso, ofrece «apoyo» para todos los problemas o dudas que pudieran surgir.

Psicóloga y trabajadora social insisten en el carácter «temporal» del acogimiento, algo que las familias «tienen que tener muy claro» desde el principio. Este método pretende «cubrir las necesidades de estos niños hasta que puedan retornar con su familia biológica», un objetivo final que «no siempre es posible», por lo que a esos menores se les busca una «medida definitiva», la adopción.

«Cualquier familia» puede convertirse en acogedora, aseguran. Independientemente del estado civil, de si son monoparentales, del número de hijos biológicos o de su orientación sexual. Sí se tiene en cuenta la «estabilidad a todos los niveles» que puedan ofrecer a los niños y cabe destacar que la administración responsable, en este caso la Junta, se hace cargo de los gastos generados por los menores en acogida. Lo primero que tienen que hacer los interesados es acudir a Cruz Roja, donde tienen una entrevista y una formación que es «obligatoria». Cuando ya tienen claros los aspectos fundamentales del acogimiento, «si la familia quiere seguir se hace una valoración inicial», una serie de encuentros tras los que se realiza un informe y se presenta a la Comisión de Valoración de Infancia, que «es la que decide si esa familia es o no apta».

Ambas animan a las familias leonesas a que den el paso y destacan que hay «muchas modalidades» de acogimiento. «Puede ser a tiempo completo o a tiempo parcial, llevamos tres años con un proyecto de acogimiento de vacaciones, en el que hay digamos una responsabilidad menor frente a los niños, que pueden pasar de 15 días a dos meses de vacaciones en familia». Esta modalidad está dirigida a niños de entre los siete y los 17 años que se encuentran en centros de acogida, el tramo de edad con mayores dificultades para lograr una familia. «Entre cero y seis años siempre se intenta que haya familia de la forma más inmediata posible», explican. «Pero las dificultades empiezan después», confiesan asegurando que el mayor número de niños en espera tienen once o doce años.

Las situaciones que les acompañan «son duras» para todos y tengan la edad que tengan, aseguran. «Se suele decir que cuanto más mayor la mochila es más grande, pero eso no siempre es una regla exacta», aclaran. Por eso la importancia de tener un hogar en el que desarrollarse de manera temporal con una familia con la que «se crean lazos». Eso sí, «tienen que ser conscientes de que esos lazos va a llegar un momento en el que se van a tener que romper y ellos tienen que ayudar a los niños a romperlos con el menor daño posible, apoyándoles», insisten, por lo que «la familia acogedora tiene que tener muy claro cuál es su objetivo».
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