La moda se hace en un taller de La Antigua

Mogüi es la marca de complementos detrás de la que está Paula Hevia y la historia que le ha llevado hasta un taller en la casa en la que pasó los veranos de su infancia. Allí diseña y elabora bolsos de curtido ecológico y líneas puras

T. Giganto
22/04/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Paula está inmersa estos días en la puesta a punto de su colección primavera/verano que pronto tendrá lista tras un intenso trabajo. | T.G.
Paula está inmersa estos días en la puesta a punto de su colección primavera/verano que pronto tendrá lista tras un intenso trabajo. | T.G.
Apenas quedan siete casas abiertas a diario en La Antigua. Esta localidad del Páramo leonés no ha quedado al margen de las estadísticas que dejan temblando los censos de los pequeños pueblos del medio rural. A las cinco de una tarde cualquiera de abril, de esas en las que la primavera ya se deja sentir, no hay un alma por las calles que quedan en el bajo de un loma presidida por la iglesia de la localidad. En ella la media de edad de los vecinos supera la de la jubilación. Tampoco se escapa La Antigua a los datos de envejecimiento de la población rural. Un pequeño regato atraviesa la calle Mayor y es allí donde a la puerta de una casa hay un coche aparcado. ‘Mogüi’, pone en el buzón. Esto delata que allí está Paula Hevia, una joven diseñadora que hizo las maletas para cambiar su vida en Barcelona por una «mucho más idílica» en La Antigua. Un azulejo con la Virgen de Covadonga en la fachada delata también su origen asturiano y es que es la hija de una de las muchas familias de Asturias que eligen el sur de León para «secarse» cuando llegan los meses estivales. Y allí, en la habitación en la que dormía en las noches de verano de su infancia es precisamente donde ha montado un taller en el que da forma al que fue siempre su sueño: diseñar y elaborar bolsos y joyería. ‘Mogüi’ lleva más de dos años en marcha, los mismos que hace que Paula decidiese convertir La Antigua en su lugar de trabajo. Al principio vivía en la misma casa. «Comenzamos la reforma y nos quedamos aquí a vivir, era todo muy idílico y me encantaba la idea de vivir y trabajar en el pueblo, tener mi propio huerto... pero en noviembre nos trasladamos a León porque necesitaba otros estímulos y algo más de vida cultural», reconoce la diseñadora, dejando entrever que La Antigua tampoco se escapa a la extrema quietud y la ausencia de actividades en algunas zonas rurales de León. «Otros cogen el coche para ir a trabajar a la ciudad y yo lo hago pero para venir a trabajar al pueblo», dice.

Y es que es en esta pequeña localidad donde Paula ha podido dar forma a su negocio que está basado en los materiales sostenibles, en la elaboración completamente artesana a base de un patronaje muy cuidado que da lugar a piezas de líneas puras, sencillas y geométricas. Se basa en lo local y por eso la piel con la que trabaja procede de la tenería de Genaro, en Santa María del Páramo, donde la piel se transforma de manera tradicional a través de un procedimiento totalmente artesanal. También recicla retales de cuero para los complementos más pequeños. «Se van a desechar, y yo los aprovecho», cuenta. Y en su afán por reciclar y por ofrecer un producto sostenible, Paula también emplea en algunas de sus creaciones viejas sábanas para los forros de sus bolsos. «Apuesto por materiales buenos pensando en el medioambiente y en un consumo más sostenible. También por pagar a cada uno lo que le pertenece. En ‘Mogüi’ no hay un niño cobrando dos euros a la semana», incide.

Bolsos, riñoneras, mochilas, monederos, carteras... «Son piezas de líneas muy limpias, con patrones pulidos y geométricos, un estilo muy sueco o japonés», explica la diseñadora, que reconoce que da mucha importancia al patrón y que disfruta saliéndose de lo clásico e innovando. «Esto al fin y al cabo es dibujo técnico y de ello depende que el producto final sea de calidad», cuenta sentada en la mesa central de su taller en la que trabaja estos días a destajo para sacar a delante su próxima colección. «Habrá más colorido y en cuanto a las joyas, serán más grandes saliéndome un poco de la línea minimalista que he seguido hasta ahora», adelanta.

En el taller, de estética muy ‘Pinterest’, lo que sobra es luz y lo que no falta son los detalles y el buen gusto de Paula. Sobre una mesa está la máquina de coser, coronada con un estante de cajas repletas de hilos, borlas y demás materiales que emplea en sus diseños. Sobre un altillo están las pieles que dan al taller el olor característico del cuero y al frente, un escritorio bajo un gran ventanal por el que se cuela mucha luz. «La verdad es que es un lujo trabajar aquí», dice Paula mientras pule un pequeño y fino anillo de plata. Paula estudió primero Psicología, carrera que no ha ejercido y tras la que se decidió a estudiar Diseño de Moda para fundar su propia empresa, ‘Mogüi’. Ahora vende sus diseños a través de la web (www.mogui.es) y su escaparate son las redes sociales (www.facebook.com/mogui y en instagram @_mogui_) y también tienen sus productos en varias tiendas del País Vasco, Cataluña y Madrid. Se mueve por diferentes ‘pop-ups’ y mercadillos para ofrecer al público de cerca sus productos. Quiere seguir creciendo y por eso busca ahora quien le haga la producción para que ella pueda así centrarse a tiempo completo en el diseño. «Es complicado encontrar elaboradores artesanos de complementos y más aún en León, por lo que estoy buscándolo. Hacer yo sola todo me lleva mucho tiempo y quiero que ‘Mogüi’ siga creciendo», asegura.Con Paula, La Antigua sí se escapa de que no haya quien quiera volver al pueblo para trabajar en él. Aún quedan valientes.
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