La imagen de un grito de 'basta ya'

La implicación de Robés con la memoria histórica se ha traducido en inmortalizar imágenes de las exhumaciones que realiza la Asociación para la Recuperación de esa Memoria que el fotógrafo quiere que se dignifique y se testimonie desde sus ojos

Mar Iglesias
06/09/2017
 Actualizado a 16/09/2019
Una de las imágenes tomada por Robés que se expuso en el Día del desaparecido en el antiguo cementerio de Ponferrada.| M.I.
Una de las imágenes tomada por Robés que se expuso en el Día del desaparecido en el antiguo cementerio de Ponferrada.| M.I.
C omprometido con la memoria histórica hasta las venas, el fotógrafo y artista villafranquino, José Antonio Robés, mostraba las fotos que ha ido sacando de las exhumaciones de represaliados que en los últimos años ha realizado la Asociación para la recuperación de la Memoria Histórica, ARMH.

Son las fotografías de la muerte, del olvido, de la rabia, de la dignidad recuperada…Son imágenes que van mucho más allá, pero que Robés quiere que sean «un acto notarial» sin más, que hable por sí mismo «lo trato con sensibilidad, pero escapo de la interpretación para que llegue a todo el mundo, sin más pretensión». Así ha ido desgranando imágenes que ponen los pelos de punta y que fueron escenario para compartir el Día del desaparecido forzoso que unió la palabra de una veintena de escritores y poetas bercianos a sus imágenes de fondo.

Robés fotografía las exhumaciones de la ARMH como un «acta notarial»Robés ha rebuscado en la memoria histórica y ha abierto muchas reflexiones sobre ella, la que destaca «que es un derecho que tenemos y el compromiso que deberíamos tener todos». Lamenta que un tema tan trascendente, que vive del lado de los sentimientos, se arrime a la política, un escenario del que pide que se separe «porque es una cuestión de dignidad», dice el fotógrafo mirando las imágenes que le han acercado a los restos de los represaliados.

Cráneos con un tiro aún conservado en los huesos, huesos colocados aún en posiciones mortales y a las puertas de los cementerios, para inmortalizar una indignidad que nunca fue, cubren el lienzo de sus fotografías, en las que quiere dejar claro su grito de «basta ya», dice «porque es una cuestión de derechos humanos». Robés se va a los datos más severos, aquellos que le dan una bofetada a mano abierta a España como país, el segundo con más desaparecidos en sus cunetas, por encima incluso de Argentina, una situación que no se ha corregido aún pese a haber acabado la etapa franquista y pese a que son miles de familias las que piden, tan solo, recuperar los restos de sus familiares para poder llorarles sin tener que enmudecer para hacerlo.

«Todos deberíamos tener un compromiso con la memoria histórica»«Las familias se merecen por dignidad y derecho civil llevar a sus familiares a sus casas», dice Robés. Habla de los restos que la tierra ha guardado durante décadas para que los silencios y las rosas anónimas tuvieran un sentido en otro tiempo, aunque ese tiempo no haya llegado aún. Robés lamenta que algo «tan normal» como es poder tener un epitafio que escribir y saber que sobre los insultos que se quisieron manifestar por los actos, ahora se escapan de lo que fueron, no lo sea «todos deberíamos tener un compromiso con la memoria histórica para que no fuera así y eso no pareciera algo tan anormal».

El fotógrafo tiene la esperanza de que la sociedad camine de la mano al lado de esos muertos a los que se quiso borrar de la tierra con la tierra «creo que les importa a todos los que tenemos un mínimo de responsabilidad, a la sociedad, no al Gobierno», critica con dureza «no está en medio de sus prioridades». Por eso pide, desde cada una de sus fotografías que sacó a la calle para que se fusionaran con la piedra del antiguo cementerio civil de Ponferrada, donde la ARMH calcula que hay más de 120 represaliados aún por recuperar, que se escuche a sus familias y se les mire a los ojos para dejar de estar «de espaldas a algo que debería ser tan normal», reprocha el villafranquino.
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