La gran esperanza del tenis leonés

Alejandro García cumple este martes la mayoría de edad situado en el 1.136 del ranking ATP, tras llegar este año a semifinales de un Future y yéndose becado a una Universidad americana

Jesús Coca Aguilera
19/11/2019
 Actualizado a 19/11/2019
Alejandro García, durante un entrenamiento. | L.N.C.
Alejandro García, durante un entrenamiento. | L.N.C.
Lleva el tenis en las venas desde que era muy pequeño. Cuando tenía tres años, ya le gustaba ir a ver jugar a sus padres al Aero. Hasta los cinco, tras comprarle una raqueta con la que casi no podía, se divertía pasando las horas jugando con ella contra un frontón. Con 14 tomó la difícil decisión de irse de su casa para entrenar en Burgos, donde estaba su técnico y un grupo de entrenamiento con otros de los mayores talentos de la cantera española. Y este martes llega a su mayoría de edad convertido en la gran esperanza del tenis leonés y uno de los principales exponentes de la nueva hornada española, pues está en el 1.136 del ranking ATP, llegó este año a semifinales de un Future y se va becado para el nuevo curso a una Universidad americana.

Es Alejandro García Carbajal, que no responde al arquetipo de tenista español, pues se trata de un jugador agresivo, que destaca con el saque y su derecha, cuyo juego se adapta mejor a la pista rápida y que confía en mantener en EEUU la imparable progresión que comenzó en esas canchas del Aero.

Porque aunque jugaba a baloncesto en el colegio, donde en León fue a las Carmelitas y a los Jesuitas, «siempre tuve claro que lo que más me gustaba era el tenis». Así, con cinco años empezó «a entrenar un día a la semana en el Aero, luego fui sumando más y con siete u ocho ya empecé a irme a Oteruelo a ejercitarme con TenisNorte».

Empezó con 5 años en el Aero y fue el leonés más joven en sacar un punto ATP. «Jugar con chicos mayores me hizo mejorar» Lo hacía jugando «siempre con chicos mayores», en algo que a largo plazo fue beneficioso. «No había gente de mi edad y eso me hizo mejorar», recuerda Alejandro, que empezó a ver que lo del tenis podía ser más que un hobby cuando «con siete años ya hice final de Castilla y León, me clasifiqué para un máster a nivel nacional y estuve entre los cuatro mejores».

Eran los primeros pasos de una explosión que, tras empezar a forjar en León Roberto Recio y Marcos Álvarez, tomó forma de la mano del técnico brasileño Cristiano de Oliveira Pinto, con el que a día de hoy sigue trabajando y que propició que hace cuatro años se marchara a 170 kilómetros de León.

El tenis le llevó con 14 años a Burgos, desde abril está en Valencia y en 2020 se va a la Universidad Baylor, en Texas «Viajo con él desde que tenía 10 años, porque los míos no podían ir a torneos ya que no tenían tiempo suficiente o era muy caro. Mi formación en León fue muy buena, pero dadas las circunstancias me habría ido antes, si bien no tenía edad para irme a vivir solo», señala Alejandro, ya que en Burgos «había pista cubierta y podía entrenar en grupo con dos jugadores muy buenos como Nicolás Álvarez (802 del ranking con 18 años) y Mario Mansilla (1605 con 17)».

No fue la última vez en la que al leonés le tocó hacer las maletas buscando unas mejores condiciones, puesto que en abril se trasladó junto a todo su grupo de competición a Valencia, «donde hay pista cubierta de todas las superficies, no sólo de pista rápida, y más gente para entrenar»; y de cara al próximocurso se irá a vivir a EEUU, becado por la Universidad Baylor, en Texas.

«Económicamente hay muchos gastos en el tenis y no tengo ayudas como para jugar. La beca es del 100% para estudiar y jugar allí», apunta un Alejandro que cursará Finanzas e intentará seguir un camino que recientemente ya recorrió la española Aliona Bolsova, que con su misma edad se fue también a Estados Unidos con una beca y hoy es ‘top100’ del ranking, ha ganado su primer título WTA y llegó a octavos en Roland Garros.

«La próxima campaña aspiro  a ganar unFuture en pista rápida y con 20 o 21 años estar en torno al 200 de la ATP» De momento, Alejando García ha dejado atrás su etapa en el circuito júnior y está inmerso ya de lleno en los Futures, categoría inferior al último paso al circuito ATP que son los Challenger. «Llevo medio año ya sólo con ellos, que el año pasado no jugué muchos pero este en Gandía ya conseguí mi primer punto ATP (se convirtió de hecho en el leonés más joven en conseguirlo), en Oviedo logré otro y en Getafe cuatro al llegar a semifinales, siendo el mejor torneo del año con diferencia».

Una tarea difícil ya que, para puntuar, si debes jugar la previa como por ranking aún le suele corresponder, debes ganar al menos cuatro partidos para conseguirlo. «En los torneos de España la exigencia es mucho más alta. Para entrar en cuadros finales directamentetienes que estar el 700 y pico, en otros países puede ser más asequible», explica el leonés, que no obstante agradece «la ayuda de la Federacion Española, con tres o cuatro invitaciones con las que cogí dos puntos» y que esta semana arranca una gira por Túnez, donde tiene previsto participar en tres torneos.

Su objetivo sigue siendo acumular más puntos, aunque para el próximo año cambiará. «La temporada que viene aspiro a ganar un Future en pista rápida, sé que puedo lograrlo, aunque todo está muy igualado y puedes imponerte en uno y al siguiente caer en primera ronda, sobre todo si no vas de cabeza de serie», señala Alejandro, que más a largo plazo apunta que «mi meta es, cuando tenga 20 o 21 años, intentar estar en torno al 200 de la ATP para poder jugar ya Challenger sin necesidad de pasar rondas previas, estando ya metido de lleno en ese circuito».

«Soy un jugador agresivo, el saque y la derecha son mis puntos fuertes. En pista dura me desenvuelvo mejor» Eso en el plano individual, si bien Alejandro también suele participar con buenos resultados en los cuadros de dobles en los torneos que disputa. «Siempre me he centrado en individuales y nada en dobles, pero al final con mis compañeros de entrenamiento Nico y Mario llevo jugando desde alevines y nos conocemos bastante bien. De hecho salvo ocasiones raras no hay ningún torneo en el que juguemos separados y así es más fácil».

Todo pensando en poder ganarse la vida con el tenis, algo que no es ni mucho menos sencillo. «Depende mucho, pero más o menos tendría que estar entre el 100 o el 150 del mundo para poder ganar dinero. Para hacerse una idea en el torneo de Getafe, que hice semifinales que es un muy buen resultado, ni gané ni perdí, eso yendo sin entrenador y siendo en España. También es verdad que siendo joven es más fácil encontrar un patrocinador, cuando regrese de EEUU si me salen las cosas como en los últimos meses aspiro a poder encontrar uno».

Ese torneo, el mejor de su vida hasta el momento, fue en esa pista dura «en la que sin duda mejor me desenvuelvo, por mi estilo y porque al final desde pequeño entrené en ella y en altura. No obstante, aunque es verdad que mi juego no es de tierra, también me siento cómodo en ella porque mi estilo incomoda al rival, pero hay veces contra jugadores que defienden bien que en esa superficie no es tan eficaz».

«Por estilo me parecería a Del Potro o Cilic. ¿Mis referencias? Lo fácil sería Federer, pero diría también Tsitsipas o Sinner»«Me gustaría mejorar el revés y la regularidad pegándole muy fuerte, meter más bolas cuando juegas así», señala el leonés, que como referencias señala que «lo fácil sería decir Roger Federer, pero por salirme de lo clásico diría que me fijo en jugadores como Tsitsipas o Sinner», aunque si tuviera que comentar alguno al que por estilo de juego él pudiera parecerse serían «jugadores como Del Potro o Cilic».

«Hubo una época en que parecía que sólo estaba Munar, pero ahora con Davidovich, Nicolás Álvarez, Carlos Gimeno o Carlos Alcaraz queda claro que hay relevo en el tenis español», destaca un Alejandro García que quiere formar parte de esos ‘diamantes’ de la nueva generación.Y de momento está en el camino de poder conseguirlo.
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