La fecha que se baraja para terminar el curso escolar es la del 30 de junio, una semana más tarde del planteamiento inicial. Del mismo modo, se está valorando la propuesta de que la Administración lance un Plan Estratégico con más medios tecnológicos para familias y docentes para optimizar la enseñanza a distancia, dado que hay muchas dudas de que los alumnos puedan volver a las clases presenciales en este curso.
El Consejo Escolar del Estado considera así que las clases y las evaluaciones deben de finalizar en junio, como se ha pedido durante las últimas semanas desde varios sindicatos de enseñanza. En este contexto, por ejemplo CSIF ha lanzado un comunicado en el que muestra su apoyo a la recomendación del Consejo Escolar de que la evaluación se realice de manera global, teniendo en cuenta los tres trimestres y sin penalizar en ningún caso al alumnado que no puede tener acceso a las nuevas tecnologías. Así, el planteamiento actual es que el trabajo telemático que se realice en el último trimestre del curso sea de profundización y ampliación de los contenidos impartidos hasta el comienzo de la crisis sanitaria.
Correcciones y repetidores
La Comisión Permanente del Consejo Escolar del Estado, como máximo órgano consultivo del Gobierno en materia educativa, también ha descartado en primer término recurrir a un aprobado general para finalizar el curso. Esta medida sí ha sido tomada en Italia y todos sus estudiantes pasarán al siguiente.
Mientras tanto, en España la mayoría de autonomía defienden una evaluación flexible y reducir estos nuevos contenidos como medida alternativa, dado que el aprobado general conduciría a una excesiva relajación del alumnado. Igualmente, los suspensos o la repetición de cursos serán "recursos extraordinarios, mesurados y tomados por el equipo docente". Por lo tanto, existe una petición más o menos clara para que los docentes sean más condescendientes a la hora de corregir.
Familias y profesores
En la comunidad educativa leonesa existe cierta disparidad de opiniones en torno a este asunto. De esta manera, las Ampas se están mostrando favorables a que los profesores "levanten la mano" y que se tenga en cuenta la "situación emocional de cada familia y de cada alumno". Según varias quejas en las últimas semanas, el Covid-19 ha puesto de manifiesto las desigualdades existentes entre hogares a la hora de acceder a internet, lo cual tiene un efecto directo en la educación a distancia.
Por su parte, entre el profesorado se atenderá a las normativas que se adopten en instancias superiores pero, por el momento, no se considera esa opción de "levantar la mano". Frente a la 'mano blanda', los docentes leoneses proponen "intentar ser lo más justos posible" y atender sobre todo a la "evaluación continua". No obstante, los profesores aseguran que serán "flexibles" a la hora de considerar las circunstancias que puedan existir en cada hogar para poder realizar la educación a distancia.