Los personajes del tío Ful: Antonio, de Ranedo de Curueño

Antonio siempre le encontraba por las praderas cercanas a su pueblo, Ranedo de Curueño, con un rastro o una azada, haciendo algo ‘ a mayores’ de cuidar las 66 vacas de su hijo. Pero en esta ocasión no anda por la carretera, está en casa, sentado "y aburrido".

- ¿Cómo no están con el ganado, Antonio?
- Lo vendieron.

- ¿Ya era edad de dejarlo? (tiene 91 años)
- ¿Dejarlo? Si fuera por mí, desde que no salgo cada día con el ganado y a arreglar los prados y esas cosas esta vida es un aburrimiento.

- ¿No ves la televisión?
- Nada, eso sí que es un aburrimiento.

- ¿Y leer como tu cuñado Manuel, que se pasa el día leyendo cualquier cosa que le caiga en las manos?
- Leer no puedo; si leo, por la noche me duelen los ojos, que no los aguanto. Y a Manuel también le duelen pero se empeña en seguir...

Si le preguntas cuánto tiempo hace que no cuida el ganado, que han vendido las vacas, se nota que lo tiene grabado a fuego en su memoria. "Claro que me acuerdo, fue el día 19 de octubre de 2022, se llevaron las 66 vacas".

- Pero no estarías todo el día con ellas...
- Con ellas no, pero haciendo cosas. Unas veces las traía para casa, pero normalmente las dejaba en los prados con el pastor y a las 10 de la mañana ya iba a verlas, cogía unas ramas, unas manzanas, limpiaba los prados...

La vida de Antonio es la de un trabajador, en todo. "Con 20 años fui a la mina para librar de la mili; estuve con Ricardo Tascón en Matallana; después en las minas de los Ramos, los molineros de Aviados, hasta que se mató uno de La Matica, Federico se llamaba, y era sordo total… por cinco minutos no me pilló allí, de ahí ya fui para la mina San Pedro, que también era de Tascón, después al Barrero y finalmente para Veneros. Y al dejar la mina al ganado, a segar a guadaña y meter la hierba con el carro, trabajaba más que en la mina.

- ¿Y ahora?
- Me dan ganas de comprar unas ovejas, para entretenerme.