Un psiquiatra afirma que Montserrat padece trastorno de ideas delirantes y no vio más salida que matar

Señala que sufre un cuadro de paranoia, tenía una visión de “omnipotencia” de la víctima y considera que ha hecho justicia con el asesinato

Ical
11/02/2016
 Actualizado a 16/09/2019
Sesión de este jueves. | J. CASARES (POOL EFE)
Sesión de este jueves. | J. CASARES (POOL EFE)
Un cuadro de paranoia, con un trastorno de ideas delirantes persistente y manía persecutoria. Es el diagnóstico presentado este jueves por el psiquiatra que visitó a Montserrat González en varias ocasiones a propuesta de su defensa y que sostuvo en el juicio por la muerte de Isabel Carrasco que la autora confesa de los disparos padece una convicción delirante “que a veces no guarda relación con la realidad y que se convierte en una idea obsesiva real, que cristaliza, no evoluciona y actúa como un motor muy poderoso”.

La sensación de persecución que, según este psiquiatra, vivía Montserrat hace que considere que ha obrado correctamente porque en este tipo de pacientes llega un momento en el que se sienten tan acosados que se ven obligados a actuar; “necesitan ya finalizar eso porque no soportan la tensión”.

La mujer, explicó, consideraba que la víctima perseguía y acosaba a su hija y era la fuente de todos lo malo que les ocurría. Al ver a Carrasco como todopoderosa y pensar que era imposible luchar con eso, llegó a la conclusión de que no había ningún mecanismo con el que actuar salvo eliminar a la persona. Por eso, considera que hizo justicia, algo “necesario y positivo para la sociedad”, aunque sabía que cometía un delito entiende que eso esté penado. Montserrat obró, manifestó, "casi en una situación de estado de necesidad ante una persona malvada que persigue a su hija".

Montserrat, angustiada por la situación de su hija -según el informe de este psiquiatra-, con la que mantiene una convivencia intensa y más estrecha de lo habitual, debido a una enfermedad que padeció Triana, y especialmente preocupada por su situación personal, después de vivir conductas de suicidio en el entorno familiar, se vio afectada por ese trastorno que “tiñe todo su entorno”. En esa condición de paranoide que el atribuye enmarca que presenten más resentimiento que arrepentimiento tras el asesinato.

Con escasa tolerancia a la frustración y en la convicción de que Carrasco infringía una persecución “implacable” hacia su hija, tuvo una reacción “violentísima”, disparando y rematando a la víctima, que este médico vincula directamente a ese trastorno. “Tiene una especie de psicosis que queda encapsulada. El paranoide va programando y cuando comete el delito, mata y remata y eso lo hace una persona que ni es violenta ni agresiva ni tiene antecedentes y eso constituye nuestra convicción de que existe ese delirio”, detalló el psiquiatra.

La acusación que representa al novio de la víctima recordó que Montserrat anunció que “iba a darse por loca” cuando reconoció el crimen y declaró en Comisaría. También preguntó si el cuadro que describe el psiquiatra puede estar vinculado al consumo de marihuana por parte de la acusada.
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