Montserrat calla y Triana no exculpa a Raquel Gago, que clama por su inocencia

Sólo la agente de policía local aprovechó su última palabra para defender su inocencia

Isabel Herrera
16/02/2016
 Actualizado a 19/09/2019
Las tres acusadas este lunes, momentos antes de que el magistrado diera por concluido el juicio por el crimen de Isabel Carrasco. | POOL EFE (J. CASARES)
Las tres acusadas este lunes, momentos antes de que el magistrado diera por concluido el juicio por el crimen de Isabel Carrasco. | POOL EFE (J. CASARES)
«Soy inocente». Fueron las últimas palabras de una Raquel Gago extremadamente nerviosa que desnudó su desesperación tras las nueve horas de la sesión de este lunes y con cuatro semanas de juicio a la espalda. Fue la única de las tres acusadas que defendió su inocencia. Lo hizo mirando al jurado y solicitándole que comprendan que un día se levantó, se fue a trabajar y al día siguiente cambió su vida, «entré en Comisaría como testigo y salí como imputada». A partir de ahí, vinieron ocho meses y medio de prisión «que no quiero explicaros lo que es eso». «Yo no conozco a Isabel Carrasco, pero no le deseo a nadie lo que a ella», añadió en una breve intervención, de apenas unos minutos, en la que agradeció el apoyo recibido por su familia, sus amigos y su abogado, «las personas que me conoce saben quién soy y cómo soy, y –le dijo al jurado– si se ponen en el lugar, no ya el mío, sino el de mi familia, imaginarán lo que han podido pasar; un año y medio sin vida». «Soy inocente», volvió a decir.

Triana: "Sólo fui capaz de contarle a él (al psiquiatra) el incidente que tuve que pasar con Isabel Carrasco en su casa" A pesar de los nervios, Raquel fue la única que articuló un breve discurso con un mínimo de coherencia. Montserrat, la asesina confesa, se levantó hasta el micrófono únicamente para decir que no quería hablar, ni siquiera quiso hacer uso de su última palabra para exculpar a su hija, Triana Martínez, la que a su vez sí que intervino, pero tampoco aprovechó para apartar a su amiga Raquel de los hechos de los que se le acusan, como sí hizo durante su interrogatorio.

Triana empleó su tiempo para hablar, sin mucho sentido y con una Montserrat llorosa mirándola fijamente, para tratar de explicar al jurado (no logró hacerlo con mucho sentido ni se pudo entender los motivos) sus entrevistas con el psiquiatra fallecido al que le relató el incidente sexual que había vivido con Isabel Carrasco.
Sí que dijo con mucha más claridad haber sentido «pena» por «haber tenido que escuchar a muchos testigos, no a todos, decir mentiras, o que casi no me conocen u otros que han desaparecido».

Raquel: "Yo no conocía a Isabel Carrasco, pero no le deseo a nadie lo que a ella", dijo en su intervención Con la última palabra de las acusadas quedaba concluido el juicio oral por la muerte de Isabel Carrasco tras 16 jornadas de interrogatorios, pruebas periciales, testificales, documentales y más de una anécdota.

Ayer las partes exponían sus conclusiones definitivas con apenas modificaciones en una jornada que estuvo marcada por la nieve que, a primera hora, hizo temer algún retraso que finalmente no fue de más de media hora y que contó con la presencia de todos los miembros del jurado, los nueve titulares y los dos suplentes.

La última sesión se extendió hasta casi las nueve de la noche en una sala que batió récord de público. El miércoles se entregará al jurado el objeto de veredicto para que deliberen sobre la culpabilidad o no de las tres acusadas. El juicio por el crimen de Carrasco ha terminado.
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