Los aplausos al rabo

Fulgencio Fernández y Mauricio Peña
21/03/2024
 Actualizado a 21/03/2024
| MAURICIO PEÑA
| MAURICIO PEÑA

Fueron, siguen siendo, estos días de tractores y aplausos, de repetir que comemos lo que ellos siembran, de hablar de las nobles gentes del campo. Yno los falta razón. Como no les faltan razones a ellos para quitar los tractores de las tierras y recorrer las calles de las ciudades, hasta sería lícito que clavaran las rejas de sus arados en el asfalto y lo levantaran renovando la esperanza de que bajo los adoquines tiene que estar la arena de las playas.
Bien todo.
Pero sería interesante saber, ¿qué pensarán aquellos que nos quisieron inocular en el cerebro hace unas décadas que en los pueblos se quedaban los que no servían para otra cosa?, ¿qué dirán aquellos que fueron puerta por puerta, pueblo por pueblo, convenciendo a nuestros agricultores que lo mejor que podían hacer con sus ahorros de toda una vida era gastarlos en comprar un piso en la ciudad?, ¿qué piensan los que se arrodillan ante las multinacionales ofreciéndoles terreno y honores para que abran grandes superficies que ahogan a las pequeñas tiendas de nuestros pueblos, que nos ofrecen presunta carne barata, que nos regalan con la compra presunta leche aunque lo prohiba una ley que no parece tener imperio sobre los grandes? 
¿Qué significan los aplausos? ¿nos arrepentimos de lo hecho o, más bien, de lo que nos hicieron?, ¿quieren decir que vamos a comer la carne de nuestras vacas en extensivo?, ¿significa que valoramos en su justa medida a esas gentes que si ellos levantan las rejas de sus arados nosotros no comemos?
¿Cómo era aquello de la cebada al rabo?, ¿no nos pasará que los aplausos al rabo?

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