Votar en Navidad

El cambio de la fecha electoral pasa inadvertido en las elecciones "más nuevas"

Ical
20/12/2015
 Actualizado a 01/09/2019
Votaciones en el colegio electoral situado en el Ayuntamiento de Soria. | ICAL
Votaciones en el colegio electoral situado en el Ayuntamiento de Soria. | ICAL
Si en la noche del sábado el centro de Valladolid se llenaba de sonrisas y sueños infantiles con la cabalgata de Papa Noel, pocas horas después el ambiente en el corazón de la ciudad cambiaba radicalmente. Las altas temperaturas que acompañaron la llegada de Santa Claus dejaron paso a la lluvia y la ilusión que inundaba las calles se convirtió en una amalgama de sentimientos entre los más madrugadores a la hora de ejercer su derecho al voto en las elecciones más abiertas de la historia.

Antonio, un 'popular' de 85 años que ya acumula a sus espaldas siete elecciones, todas como interventor menos estos comicios, en los que ha preferido ser apoderado para estar más tranquilo y tener más tiempo para cuidar a su mujer enferma, tiene claro que el cambio de fechas de las elecciones y su cercanía con la Navidad poco importa. "Lo fundamental y lo que interesa a la gente es su futuro. Algunos hablan de fin del biparditismo, pero lo que a mí realmente me preocupa es que puedan gobernar los que no ganen".

Ademas, Antonio resaltaba que la madurez democrática siempre han marcado las elecciones en Valladolid y remarcaba que cualquier época del año es buena para demostrar que "el respeto y la libertad están asentados en nuestra sociedad".

Al lado de Antonio, en el colegio electoral ubicado en la sede de la Confederación Hidrográfica del Duero, trabajaba también esta mañana Pablo, un joven de 27 años que por primera vez participaba en unos comicios como apoderado de Ciudadanos. Para él, la mayor sorpresa de su corta experiencia electoral ha sido el compañerismo entre los interventores y apoderados de los distintos partidos. "Tengo que reconocer que me han ayudado y, al contrario de lo que me imaginaba, he visto colaboración entre todos".

En este mismo colegio, Fernando, un jubilado de 68 años que reconocía que nunca se ha perdido ninguna cita en las urnas, "ni las que había con Franco", ha sido uno en los primeros en ejercer su derecho. "Siempre me ha gustado madrugar, pero en esta ocasión, como me tocó de suplente de uno de los miembros de la mesa, he tenido que estar antes por si acaso. Pero no ha habido suerte", se lamentaba.

Fernando reconocía que le hubiera hecho mucha ilusión haber formado parte de la mesa pero, con una irónica sonrisa, confesaba que "yo soy del PP, pero no del partido político, yo soy pensionista pobre y me hubieran venido muy bien los 62 euros que te dan por estar en la mesa. Otra vez será".

Pero al margen de la desilusión de Fernando, el comentario de la mayoría de los votantes más madrugadores era el nuevo panorama político que anticipan las encuestas, a la vez que descartaban que el espíritu navideño tuviera alguna influencia en los resultados. Isabel, jubilada de 72 años que como Fernando tampoco se ha perdido ninguna cita electoral, aseguraba entre risas que "estamos ante unas elecciones nuevas".

Por su parte, María, que por primera vez se involucraba directamente en unos comicios y lo hacía como apoderada de Podemos en el colegio de Isabel la Católica, en la plaza de San Nicolás, no ocultaba su entusiasmo y reconocía que además de la buena sintonía entre los interventores, lo que más le llamó la atención era que antes de abrirse las mesas ya había gente haciendo cola para votar. "Creo que todo el mundo, por unas u otras razones, está ilusionado con estas elecciones".

Pero en medio de este buen ambiente la cara discordante era la de Andrés, un jubilado que supera los 70 y que abandonaba el colegio indignado por no poder haber ejercido su derecho al voto. "No entiendo que hace cuatro años me tocara de vocal en una de las mesas de este colegio y que ahora me digan que no estoy en el censo. Menos mal que no me gusta ninguno de los que se presentan".
Lo más leído