El omañés del año: "Gracias, pero no es para mí"

Omañés del Año es el galardón que se le ha concedido a Miguel Ángel Martínez y mañana recibe, "muy agradecido", pero con un matiz:"No es para mi, es para el núcleo duro de los que trabajamos en Ares de Omaña. Los he llamado a todos"

Fulgencio Fernandez
13/08/2015
 Actualizado a 19/09/2019
Con Mercedes Sanz y Javier Semprún, dos de los compañeros de una de las aventuras que marcó la vida de Miguel Ángel Martínez, en Teatro Corsario.
Con Mercedes Sanz y Javier Semprún, dos de los compañeros de una de las aventuras que marcó la vida de Miguel Ángel Martínez, en Teatro Corsario.
No es falsa modestia. Quienes conocen a Miguel Ángel Martínez saben que es un tipo tímido, vergonzoso, que le gusta trabajar en la sombra, no en vano siempre buscaba presentadores para los actos que organizaba, como Joaquín Alonso. "Vaya por delante que agradezco mucho, de corazón, que hayan pensado en mí para Omañés del Año pero, con toda sinceridad, no es un premio para mí o, cuando menos, no es solo para mí. Entiendo que se reconoce el trabajo de Ares de Omaña y , por ello, estoy llamando a todos, a aquellos que trabajaron cada día para sacar adelante aquellas iniciativas de los años 90, las semanas culturales, en las que hubo cosas muy interesantes e importantes para la comarca...".

- ¿Seguro que te lo dan por el trabajo en Ares de Omaña?
- No me lo van a dar por conducir el camión de correos de León a Páramo del Sil, que también lo hice. Siendo en Omaña y del Instituto de Estudios Omañeses...
- ¿Y Corsario, y los años con Fernando Urdiales?
- Para mí fueron muy importantes, en el aspecto teatral los más enriquecedores de mi vida, pero te diré una cosa, Ares de Omaña fue una excelente escuela, un aprendizaje muy interesante, se trabajó mucho y bien.

Recuerda el nuevo Omañés del Año que nació la Asociación Ares de Omaña en 1996, "había sido importante la anterior asociación, Omaña, pero ya hacía unos años que había desaparecido. Hasta el año 2003, que desapareció, organizamos no solo las semanas culturales, también los ciclos de recuperación de oficios tradicionales, la preocupación por la música de todo tipo pero con especial atención a aquellos años en los que programamos la ‘Salvemos el Chano’... En fin, no hace falta repasarlos todos para ver que se hizo un trabajo importante y serio.

- ¿Y cómo desapareció?
- Pues como ocurren estas cosas; hubo gente que enrareció el ambiente y nos fuimos a un Pleno, entregamos todo el material que habíamos recopilado, hicimos una historia y adiós.
- ¿Buenos tiempos que no volverán?
- No hombre, esperemos que vuelvan, estas cosas son ciclos y lo mismo que nosotros cogimos el testigo...
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