El discurso de Rogelio Blanco al recibir el 'Leonés del Año 2019'

El filósofo apostó por la autonomía leonesa para salir de “una situación crítica”

L.N.C.
18/07/2020
 Actualizado a 18/07/2020
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MIRADA AZUL Y HUMILDE
“Recordaré primero
lo que mis ojos vieron en la aurora;
un cielo azul yno profundo…
Eran verdes los prados;
y las montañas
con un azul de música remota…
…; era toda
la hierba en flor para los pies desnudos
de un niño sin memoria
Él vio los dulces tallos
del trigo abrir la tierra silenciosa;
(ÉL)Sintió el agua desnuda,
con algo azul como de cielo, (…)
Y en el aire había aire
azul, (…)
y mucho más, una alegría (…)
….. Allí viví; aquella fue mi patria;
Allí veo, saltando, un niño
de la pradera, cuando el sol asoma….”(E. de Nora)

Buenos días amigas y amigos, leoneses todos, hoy un poco cepedanos por ello inicio mis palabras con unos versos de Nora a su aldea natal cepedana
Sean mis palabras para agradecer, señor presidente, al jurado de “Leonés del año”este reconocimiento tan singular y lleno de afectos, lo recibo como un abrazo; y por permitirme ingresar en este selecto grupo; igualmente a la entidad organizadora: Radio León, gracias Olga, directora, gracias Nieves por vuestras atenciones. Gracias, autoridades y representaciones presentes, gracias por vuestra presencia. Gracias, amigos y familia por vuestra compañía.

Gracias Juan Pedro, amigo, por tus palabras. Recojo el testigo, pero tú eres el precursor.

El ingreso en este selecto grupo supone un reconocimiento, también un compromisocon esta tierra; pues si la razón de la llegada es debido a que el juradoha detenido su mirada en algunos de mis méritos, ya señalados. ahora me obliga a defenderlo. Espero cumplir.

Deseo indicar que, si bien es singular y personal, ¡¡disculpen mi osadía¡¡, lo considero merecido, pues desde el primer momento evalúo que metrasciende, que va más allá de mi persona. Con rubor yatrevimiento, estimo que viene a recaer sobre cientos de leonesas y leoneses nacidos en aldeas humildes que, gracias al esfuerzo de sus progenitores y al propio, se han aupado sobre los inconvenientes de su origen;“hijos de la pobreza”, les denomina el poeta.

Previamente,y dadas las circunstancias exógenas que han alterado el ritual de este acto, deseo homenajear y recordar, en primer lugar, a cuantos se han ido; “derramáronse todos como una neblina” (Berceo). En segundo lugar, hemos llegado a esta anomalía conmemorativa por mor de un virus, pequeño avatar microscópico llegado de Pandora y capaz de alterar estructuras agigantadas. Todo se ha supeditado a la pequeñez que envía mensajes de su fortaleza y para demostrarnos la endeblez de lo aparente, pues lo que pudiera presentarse sólido también se desvanece.

Tras estas primeras palabras, les invitó a realizar un viaje humilde, mirando a tierra, como exige laetimología del término.

Sea un viaje a Morriondo o a Dismundo, un lugar cualquiera de esta provincia. Se trata de una aldea tipo: despoblada y envejecida, sin apenas actividad económica y con aparente agotamiento, con ancianos resistentes, a veces entre escombros, mientras esperan la visita de sus descendientes emigrados. Sin más detalles, este modelo aminorado en varias direcciones, sobre todo socio-económicas, se repite a la vez que se ignora para su mayor ocultación y se olvida que ese halla cargado de historia, de cultura, y que por sus veredas o callejones ha discurrido la vida. En todo pueblo la cultura es el ensayo de ser.

En Morriondo o en Dismundo nace en la década de los cincuenta quien les habla. Un leonés más, originario de estos hábitats en lo que todo se resuelve a pequeña escala; en el seno de una familia de labradores pequeñopropietarios. De esta situación muchos de ustedes darían cuenta, solo me detendré en algún detalle. Asisto, en mis primeras letras, a enseñanzas más bien escasas y expuestas desordenadamenteenescuela mixta y unitaria. Niñas y niños de 6 a 14 años amontonados y en invierno rodeando la estufa; a partir de los 10 o 12 años, si a esta edad aúnpermanecíanen la aldea, solo acudían cuando las necesidades de pastoreo u otras no lo impedían, prontolos padres les buscaban utilidad en casa propia o ajena. A veces la visita de un vocacionero/a permitía la salida para internados religiosos alejados del hogar. El programaescolar solo disponía de dos objetivos: “leery saber de cuentas”; suficientes para la actividad agropecuaria de los jóvenes ofuturos empleados como criados o empleadas de hogar. Sea para espacios rurales o capitalinos, La Cepeda, -en algún momento denomina junto a otras comarcas leonesas “Tierra de lobos”, dada la presencia de dos tipos de alimañas: la que atacabalos rebaños y la que agredía a sus moradores: los apernadores. Era caladero de mano de obra necesaria y barata.

En este espacio acontece la infancia;también la parte de adolescencia y juventud que las vacaciones del internado permitían. Aquí voy descubriendo esta tierra través de los ojos azules de mis padres, Luzdivina y Leoncio, cariátide y atlante de resistencia, ojos azules en rostros quemados por el esfuerzo que dejaron la vida entre jirones deamor a su pueblo, de ellos recojo apelmazados recuerdos, así como con la compañía de mis hermanas. Era una miradaazul y humilde. Prontamente ingreso en internados religiosos para realizar estudios preuniversitarios. Créanme, a 40 kilómetros infinitos de distancia que exigían un día completo, tras caminar, maleta en mano, al pueblo próximo, para tomar el primero de tres autobuses.

La infancia fue un relato más entre losrecreadospor la sabiduría de mi padre en las veladas de las noches invernales degustando castañas asadas.

La juventud, en la euforia de la rebeldía contra el tardofranquismo y al amparo de las enseñanzas de los maestrosde la Universidad de Comillas, se cargó de esperanza.
De esta etapa, sonsaco desde los hondones, a veces desde los ínferos, experiencias en vaivén y también dolientes y recibiendo la reiterada advertenciapaterna: “estudias o de pastor y destripaterrones”.

Era la dureza expresada por quien la soportaba día a día; también era el legado azul que mejor disponían y acompañaban con otra: “trata de ser trabajador y honrado”. He procurado cumplir sus mandatos.

Este texto se elaboró en un ordenador, gran invento tecnológico, pero quien les habla, sin vivirlo con gravedad,segó con hoz y con guadaña; pastoreó vacas y ovejas y cargó carros de mieses y heno. Asió la mano sobre la manjera del arado tras la yunta. Estas actividades NO son sobresalientes a la sazón, ni el relato sirve para exponer la excepcionalidad de mi persona. NO; eran comunes, respuestas culturales que se hunden en siglos, un ejemplo de cómo arrancar de la tierrael sustento. Y al mismo tiempo sirva para reconocer a este rizomade esfuerzo y vida que pesa comoexperiencia educadora. Se trata de experiencias acumulativas que tras lectura atenta y mediante la mirada azul y humilde heredada contribuyen a interiorizar riquezas, aportan sentido a determinados aconteceres y sobre todo ayudan a desvelarbanalizacionesasí como a evitar ciertas vanidades y a descubrir a quienes siembran simulacros para enmascarar la realidad.

Tuve la fortuna de realizar estudios universitariosextensos. He de conocer que el punto de inflexión en mi formación fueron los profesores de Comillas. A estas enseñanzas y experienciasse suma a lavida compartida con mi compañera durante 45 años. Un aire fresco llegado desde el Sur que no ceja de avivarse. Ella ha contribuido, también desde su mirada a descubrir los valores de esta tierra y trasmitirlos a nuestro hijo. Hacia ella lanzamos miradas compartidas y cómplices.

La actividad profesional la he desarrolladoen el sector privado y sobre todo en el público, con responsabilidades en la administración cultural y la educación. Las cuotas de poder que me asignaron y acepté, desde el inicio de su ejercicio, traté de desasirme y ejercerlas como servicio.

Este relato responde a una experiencia transportable, repetida y nada extraordinaria; pero sí puedo asegurar que en ella estuvo presente el mandato paternal: trabajador y honrado.

Ahí les dejo esta mirada azulde amor a la tierra, hacia una economía de autosuficiencia de una cultura rural que obligaba a multitareas ya cierta autosuficiencia. Se cosechaba poco de muchos empeños y en perenne brega. Todo era escaso, todo necesario. Era la pequeñez engrandecida. Al mismo tiempo, la vida de la aldea se cerraba tras la solidaridad y necesaria cooperación, más orgánica que mecánica, de las hacenderas, veceras y concejos. El tañido de las campanas daba inicio a ritos respetados sin derecho positivo que los sustentara. Ahí aprendí que no se ha de pesar ni pisar sobre nada ni nadie (MZ).

En este viaje biográfico por las calles de Morriondo vengo a resaltar la presencia de la dimensión de homo viator, peregrino y mendigo. Y todo viaje, sea lineal o circular, implica ciertacatarsis; desde la aletheia o desvelamiento de la realidad, con o sin atarasia,ha de conducirnos a una metanoia propia para sentir que somos, en parte, dueños de la pequeñez de nuestras vidas, y para comprender la grandeza que aporta la comunidad en la que se desarrolla.

Una de las primeras enseñanzas que recibo de esta experiencia es la necesidad de leer, de recibir contenidos y transformarlos en conocimientos. Estas “2 c´s”conforman el concepto más ajustado que para mí significa la lectura a la que debiera añadirse una más, la “c” que inicia la palabra compromiso. Mas la riqueza de esta capacidad lectora, en sus “3 c´s”, se acrecienta con las de compasión, comprensión, complicidad y si se comparte la riqueza de este pan, también de compañerismo.

Esta lectura y su compromiso estimo quehan de arrancar desde la pequeñez, a fin desentir y desarrollar la capacidad de otra “C”,la que inicia la palabra “C”rítica, que en sentido etimológico, ha de ser constructiva y propositiva, alternativa ysobretodo utópica. La utopía se ha descalificado intencionadamente, por ello algunosfirman que cuando los dioses quieren castigar a los hombres les envían utopías (Nandy), pero más bien son una suma de metáforas, una alegoría. Y las metáforas son el modo humano de burlar a los dioses, a todos los dioses; por ello lautopía o la eutopía que puede arrancardesde la lectura citada, desde lo pequeño y próximo, incluso desde la cacotopía, es una propuesta que exige un tiempo, el presente continuo, recogiendo contenidos del pasado, “para no avanzar a ciegas”(San Agustín), y ofreciendo alternativa de un mundus anversus frente al mundus perversus; y también un espacio: acá, en la tierra. Ciertamente, “el hombre es un dios cuanto sueña y un mendigo cuando razona” (Hölderlin) y “diseña castillos para vivir en las ruinas”, mas se ha de aprender a vivir en la ruinas, pues son la parte más viva de la historia, la que permanece. (MZ),

En este orden, siguiendo a MZ, la historia, con frecuencia, unos pocos la hacen y muchos la padecen. Aquí los términos de pequeñez y de grandeza tornan. Los muchos se suelen atender comopequeños; mas también hacen historia y no se tienen en cuenta más allá de sumas estadísticas para votar o para consumir. Frecuentemente la razón matemática se impone paratoda decisión.

Permítanme extraer ciertos descriptores del relato: humildad y pequeñez, lectura comprometida, solidaridad orgánica, aldea, experiencia, comunidad y TIERRA , hoy y acá, la leonesa y por ella….

Prosigamos el viaje que pretendo poliédrico,confesional y coral.

Desde la multiplicada biografía propia o desde losDismundo´s, desde la pequeñez de las ruinas vivas y perennes de la historia, se puede contemplar y leer a la Región leonesa y, en concreto, a esta provincia.

Aquí y acá les solicito que hagamos una parada viajera, mas no descanso, a la vez que les solicito la lectura atenta, honesta y honrada que aludía; si atenta, recoge contenidos y los interioriza; si honesta, los transforma en conocimientos; si la honradez la habitara, induce al compromiso. Cargada de c´s, y desde la dimensión de homo quaerens et legens que disponemos, hemos de preguntar y de leer. Leer como se indicó y preguntar. ¿Preguntar? SÍ, a sabiendas que toda pregunta es la manifestación de una inquietud y también la pérdida de una intimidad. No me importa perder ante ustedes parte de intimidad a la vez que expreso inquietudes: ¿Creen que nos hallamos ante los mejores momentos de la tierra leonesa? Los INDICADORES demográficos y económicos que de continuo se exponen son contundentes y pertinaces. Leámoslos. Preguntemos.

Un ejemplo, según recientes estudios socioeconómicos la Región representa el mayor desplome demográfico de Europa occidental desde 1983 y sin renovación generacional. Se están conformando desiertos demográficos. ¡Ya podemos hablar del “ León vaciado”! Los datos son alarmantes y conocidos, hasta parecen increíbles. Al tiempo, día a día amenazan más desmantelamientos industriales y de servicios. Bien parece que el león se halla “cobrado”, “despojado” y pronto “desollado”. Una lectura atenta de los hechos nos señala que nos hallamos en el vórtice de un ciclón que se ofrece dramático. Y el drama es que se empieza a normalizar y asumir lo que resulta un fracaso.

Hoy y aquí, tengo el privilegio de hablar frente un colectivo simpar, con capacidad para leer, anunciar y denunciar. Yo sólo quiero prolongar la mirada azul y humilde que heredé, la que señalaba el amor a esta tierra, a llevarla como tatuaje indeleble y en el recuerdo (lat.: recordare, etimológicamente: pasándola cuantas veces sea necesario por el corazón).

Al tiempo, esta tierra históricamente se ha encontrado embarazada de abundante materia prima y de buenas cosechas y también preñada de generosidad, las ha compartido. Desde los rincones más recónditos y desde el siglo XVIII ha salido el carbónque alimentó industrias y caldeó hogares;los productos agropecuarios, la energía eléctrica y la riqueza hídrica se han diseminado mientras se enterraban pueblos y no se fijaba apenas industrias, donde se hallan las mayores plusvalías.

Mientras…… crecía la emigración, sobre todo de jóvenes y los más preparados ante la falta de oportunidades; doble pérdida: juventud y formación.

Pregunto: ¿frente a tanta GENEROSIDAD, por qué esta tierra recibe tanta tacañería? No se atisban retornos ni económicos ni demográficos y mientras…..prosiguen los desmantelamientosy…..¡¡grave ironía!!, en parte se deslocalizan en la propia Autonomía denominada birregional. Ya se alude, y sin rubor, que esta tierra recibe un trato de expolio neocolonial, personas y bienes, a la vez que se habilitan discursos insultantes tras una visión neohistórica, revisionista y complaciente.

El producto donadomás relevante de esta generosidad, dentro del orden político que disfrutamos, el democrático, ha sido el llegado de la continua lucha por las libertades, que de continuo transfiere. He titulado, con intención, un libro Tierra de libertades. Título quizás excesivo, pero en el repaso de su historia, y con retroproyección, es fácil atisbar las asambleas de los habitantes del río Ástura, los concejos y fueros , las hermandades o los movimientos comunero y minero u otros, sobre todo, destaco losDECRETA emanados delas Cortes de 1188 y siguientes. Ejemplo único en la historia europea – vistos desde la actualidad, una arrogancia, un anacronismo revelador de la ideosincracia de un pueblo diferente al decurso temporal del momento y que quizá por tal se convirtió en punto de mira del gran poder emergente centrípeto y exógeno, el eclesiástico de la época de las Investiduras, que tras interdictos y excomuniones actuó obstinadamente contra el Reino de León.

Otra pregunta: los calificativos de centrípeto y exógeno, los discursos amenazantes y condenatorios, ¿no creen que prosiguen?Desde mi responsabilidad y con el apoyo de mis ministras y ministro elevéla propuesta ante la UNESCO aquí referida. No entro más detalles, pero sí en breve y necesaria lectura.

En este Reino, de los 4 poderes, en al Locus Apellationis , auténtica ius-eutopía, abraza una frase: iustitia est dare unicuique quod suum est. En este reino a los humillores, a las pequeñas gentes, se les denominó, hominiboni et cives, a la vez que se decretaban fueros y curiales para todos los habitantes, un espacio de leyes que se expandían. Los moradores de este Reino, espacio histórico por excelencia y germinal de otros, que pervivió más de 500 años, eran foreros.

Se construyó una matria, grado superior al concepto de patria. La patria la constituyen estructuras de poderu otras, la matria esencializa, nutre y sustantiviza a quienes disponen del sentimiento de membracía y pertenencia. Estesentimiento compartido ha de ser reconocido.La matria se constituye porque en ella, con vaivenes y limitaciones seculares, se lucha por la libertad, permite que los individuos puedan ser personas, que cada uno pueda salir al teatro de la vida, colocarse el person, y ejecutar su papel. El gran valor que conforma la matriaes la democracia. Las diversas y abundantes referencias de que disponemos en esta Tierra habitó, como rizoma secular, cierta y perenne tensión pro libertad y la expandió. Amigas y amigos, “el pasado no es un país extraño” (Lowenthal)

¿LEONESIDAD? Pudiera llamarse a esta sed de libertad..

Deseo recordar unas palabras de Unamuno respecto de España tras el 98: “no está enferma, España está dormida o muerta. Si dormida, despertarla; si muerta, resucitarla y, si nunca la tuvimos, crearla”. Valga para León, pero recordando que SÍ lo tuvimos, desde el año 718 al 1230; periodo en el que existió con entidad propia y fuerte proyección diseño propios; luego, no es necesario crearlo, sino respetar la capacidad de un pueblo que de continuo se ha expresado por su autonomismo y por su capacidad de compartir.

La matria, si así se precisa, necesita de batallas no pequeñas, ya que “un país no puede tener una batalla pequeña”, decía Wellington. La gran batalla leonesa es por la libertad. Un derecho, máxime siendo Reinomatriz de otros, o…….al menos,no ha de conformarse al puesto cargado de indicadores negativos y con tendente caída tras una “Y” copulativa, “que ni une ni casa”.

Es necesario para la matria controlar el discurso de su pasado para ordenar el futuro, controlar el presente para comprender el del pasado y evitar negacionismos, tergiversaciones y el sobrepeso de controles exógenos, pues si controla el pasado y el presente, se ordena el futuro.

Amigas y amigos, esta es “Tierra de libertades”. La libertad es la verdadera matria. Y las contribuciones prolibertad es la gran aportación leonesa; leámosla comomiran los ojos azules, humildes –añado-y democráticos.

Si las aportaciones materialesno son suficientemente reconocidas y a su donación no hay reprocidad justa; si la gran aportación de riqueza humana de población joven y preparada, tampoco se considera, al menos permítase que a esta tierra, “Cuna del parlamentarismo”, de la democracia, pueda “Decir su propia palabra”. Una actitud que no es disonante con el orden constitucional español vigente.

Regreso a la dimensión antes solicitada de homolegens et quaerens, pregunto: ¿por qué actualmente se le niega a este pueblo, tras tantas generosidadeslo que a otros se reconoce? No se pide ni más ni menos que lo que a otros pueblos se concede: “decir su propia palabra”.

El periodo constitucional que disfrutamos es el de mayores desarrollos sociales, económicos y de libertades de la historia de España: pero, es irónico que con una tierra tan donante, los datos demográficos sean negativos, los económicos de igual modo y ¿los democráticos?: No se permite “decir la propia palabra”. Esta negación no es democrática, es anacrónica e irónica, disonante.

Los pies del trípode que ha de soportar un Estado desarrollado y de libertades son las dimensiones demográficas, económicas y democráticas. De acuerdo con los datos que disponemos ¿no creen que en “el caso leonés” se falla y en las tres? Las brechas, respecto de España y de la propia Comunidad Autonómica, son profundas. El período autonómico, llevo la contraria, no es ni hasido esplendoroso con esta tierra.

¿Estamos en crisis? Cierto, fallan los tres soportes esenciales citados,pero de toda crisis se sale; mas, pregunto: ¿más que crisis, no creen que hay ciertaorfandad? Son necesarias fuerzas democráticas y liderazgos capaces de soldar tanta fractura, eliminar brechas, de lo contrario León terminará siendo un istmo respecto de la Región hermana, Castilla, de la que ha de negarse a ser prólogo o epílogo.

A ustedes nuevamente invoco para ejercer de lectores. Así lo hizo Don Quijote y también con mirada humilde y cordial para evitar ladamnatio memoriaeque pende con voluntad de aminorar.

Deseo que estas palabras queden, al menos, como un rumor en este patio, bajo la advocación de San Martino, protector Alfonso IX y al menospermitan sostener un discurso eutópico, como derecclición y crítica, como necesidad para mitigar la sed que tengo de aclamar y ensalzar a mi matria, así lo aprendí en la pequeñez de la aldea, con mirada azul y humilde. Mientras….., miro el tiempo como espejo que reverbera y revela carenciasy ausencias, expone las arrugas y la pérdida de lozanía, pero me siento afortunado, pues siento la vida en dialéctica progresiva y, en parte, gracias a los seres queridos señalados que en la tarea de vivir, un modo de resistencia y anhelo, han sido mis acompañantes y ahora ustedes con este abrazo.

Este viaje, amigas y amigos,con mirada hacia el pasado sea para “resistir”, como añade MZ al pretendido “anhelar” orteguiano, el presente paraatender el futuro en el que hemos de atisbar que la insignificancia de lo pequeño delata y desata la endeblez de lo que somos. La pequeñez del mundo de las aldeas puede y tiene futuro, porque fue pasado y León está cargado de experiencia y de nutrientes para derribar tanta resistencia. Lo que se ofrece ausente puede estar presente y lo pequeño y sólido puede volar sin desvanecer, ya que, como señala el poeta cepedano Nora: “La vida es indefinible/ es algo así como el sujeto/gramatical, que acoge/todos los predicados”

Somos de naturaleza histórica como corregía Laín a la afirmación de Ortega “El hombre no tiene naturaleza, tiene historia”. Desde esta fortaleza el ser humano dispone de cuerpo y mente como una suma sistemática de fuerzas capaces de derribar las resistencias. Somos yedra, planta vivaz y símbolo de la esperanza.Al igual que Cervantes aún creo que brilla el sol tras las bardas de las paredes. Tras las manifestaciones continuadas de ayuntamientos y juntas vecinales, afirmo: sí hay tempero.

Estas palabras, ciertamente pudiera parecer que no avanzan en tono optimista, pero mi lectura aspira a ser atenta, honrada y honesta y guarda esperanza más allá del optimismo volitivo para acercarmea las palabras robadas a Neruda:” podrán cortar las flores, pero nunca podrán detener la primavera”, para quienes deseamos una matriaanhelada comoutópica, para que sea soñable; si ética,habitable; si estética, deseable; si poética, sea creativa; y democrática, para que se pueda pisar la raya sin miedo a perder la libertad.

La historia la hacemos y padecemos todos, por ello, ante la inquietud presentada en mis preguntas, al igual que el poeta cepedano, yo “quiero esculpir en el roble viejo, el hacha/ con mano tosca, pero estremecida/ de ira y cariño y pena”.

Amigas y amigos, leoneses todos y hoy cepedanos, “nos ha tocado un tiempo en que ser (leoneses) es poco”, demospasos alejados de narcisismos,- pues todo narcisismo lleva implícita la muerte- , también del autodestructivismo, a fin de no perder el peso y el paso de la historia que nos es propia.

Gracias por su compañía en este viaje, gracias por este enorme abrazo.
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