El centro de cría en cautividad del urogallo abrirá a finales de año en la finca Valsemana

Medio Ambiente recuerda las líneas de trabajo en marcha para frenar el declive de ejemplares en la zona cantábrica

L.N.C.
18/02/2020
 Actualizado a 18/02/2020
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El nuevo centro de cría en cautividad del urogallo cantábrico tendrá su sede en la finca de Valsemana, en la provincia de León, en un monte de utilidad pública propiedad de la Comunidad Autónoma y su construcción está previsto que termine a finales de este año. Según informa la Consejería de Fomento y Medio Ambiente en contestación al Grupo Socialista, la finca cuenta con infraestructuras y edificaciones preexistentes y con acometidas de luz y agua, y tras su finalización se procederá a poner a punto las instalaciones, metodologías reproductivas y a desarrollar el plantel reproductor.

El departamento de Juan Carlos Suárez-Quiñones recuerda que, desde la declaración del urogallo cantábrico como especie en situación crítica, Estado, comunidades autónomas cantábricas y organizaciones colaboradoras, participan en el Grupo de Trabajo del Urogallo Cantábrico y trabajan de forma coordinada. En esa línea de trabajo conjunto, una de las actuaciones prioritarias es la estimación de la población de urogallo cantábrico, para lo que se han realizado los trabajos de campo para repetir el censo genético de la especie.

El Grupo de Trabajo señaló dos ámbitos de actuación prioritarios: las acciones sobre el terreno para aumentar la supervivencia de los ejemplares y su éxito reproductivo (control de depredadores naturales, fundamentalmente martas) y los trabajos de conservación ex situ. En este momento, explica la Junta que se están reforzando los trabajos de seguimiento de urogallos a través de la telemetría y se continúa trabajando en la mejora de los trabajos de conservación ex situ, en la mejora del hábitat y en la puesta en marcha de un programa experimental de control de predadores en las zonas con mayor presencia de urogallos con el objetivo de aumentar el reclutamiento de ejemplares jóvenes.

Con estas medidas, y otras como la vigilancia, la reducción de molestias y amenazas para la especie y la conservación de su hábitat, Medio Ambiente espera que en pocos años se obtenga una respuesta positiva en las poblaciones de urogallo cantábrico de manera que se frene su declive. Otra de las acciones, según se informa, es la caracterización genética de la subpoblación cantábrica para mediante técnicas de secuenciación genómica caracterizar parentesco, endogamia, diversidad y estructura genética, permitir definir el estado de la subpoblación cantábrica para iniciar un plantel reproductor para el centro de cría. Por último, Medio Ambiente cree “capital” contar con un buen plantel reproductor y que responda a los resultados de los estudios genómicos en marcha para empezar a realizar las primeras sueltas de ejemplares nacidos en cautividad en las zonas núcleo de la población cantábrica.
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