Vivienda, consultorio y referencia arquitectónica

La ‘Casa de los Médicos’, en Vega de Espinareda, es un llamativo edificio de 1934 que fue residencia y centro de trabajo los emblemáticos doctores Terrón

Diana Martínez
06/08/2017
 Actualizado a 19/09/2019
El edificio, muy familiar en el paisaje urbano para los vecinos, llama la atención de visitantes y turistas que se dirigen hacia Ancares. | D.M.
El edificio, muy familiar en el paisaje urbano para los vecinos, llama la atención de visitantes y turistas que se dirigen hacia Ancares. | D.M.
Entre sus muros se atendían consultas, se operaba e incluso nacieron un montón de niños. Es conocida como ‘La Casa de los Médicos’, porque eso es lo que era, la vivienda de los emblemáticos doctores Terrón, César y Ernesto Terrón, en la avenida de Ancares de Vega de Espinareda, donde ambos facultativos tenían también sus consultas.

La entrega de ‘Casas con Historia’ de esta semana está dedicada a unedificio con más de 80 años de historia y de historias. Pero además de por su historia, este edificio es una referencia arquitectónica en medio de la localidad de Vega por si singularidad.

Su construcción data del año 1934. Es una casa de piedra sacada del río Cúa y transportada en las caballerías de Domingo López, de Lumeras, que luego se convertiría en un rico empresario. Una cuadrilla de obreros, buena parte de ellos de origen portugués, trabajaron en la construcción de la casona para cumplir con el diseño del ingeniero alemán Jakob Hoeltz, conocido en la zona como ‘Don Jacobo’, que se encargó también de muchos edificios y proyectos mineros y de construcción en el Bierzo durante esas décadas.

La planta baja acogía las consultas de los doctores, una a cada lado de la entrada principal por la avenida de Ancares.El primer piso era la vivienda del mayor de los hermanos, el doctor César Terrón, y de su mujer Ángeles López más los hijos de ambos. El segundo piso era la residencia de Ernesto Terrón y su esposa Enma López y sus hijos.

Casi 80 años después, el edificio sigue mostrando buena parte de su majestuosidad, aunque también las cicatrices de los tiempo.Unos llamativos ventanales adornan la fachada, con alguna vidriera coloreada. Ventanas en arco llaman la atención en la planta baja y lo propio hacen los buardillones en el tejado.
La casa está rodeada por una gran finca de 12.000 metros cuadrados con árboles frutales y jardines, además del tanque de una piscina.

Ahora pertenece a los herederos de los doctores, una familia muy numerosa, que hace años decidió poner el caserón a la venta. Los carteles de ‘Se vende’ cuelgan de dos de las ventanas, pero la casa aún está en uso y habitable y es frecuentada por algunos de sus propietarios en distintas épocas del año.

En algún momento, hace años, se planteó un uso público para el emblemático edificio, pero las iniciativas no llegaron a tomar cuerpo. Remodelarla como casa consistorial antes de que fuera construido el nuevo ayuntamiento de Vega, un deseo de que se convirtiera en una residencia para personas mayores o algunos planteamientos para acoger una especie de casa-museo sobre la aportación de los doctores Terrón a Vega de Espinareda y los pueblos del entorno, fueron algunas de ellas.

Mientras alguna de las iniciativas se plasma, los muros de piedra del Cúa, aunque con algún desconchón, siguen viendo pasar historias a su alrededor y comparándolas con las millones de ellas, de enfermedades y buenos remedios, que ocurrieron de puertas para adentro durante años.
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