Una reflexión sobre el amor a los animales en San Antón Laconero

Cacabelos cumple con la tradición, esta vez, como municipio laico, aunque el párroco pide que se respete "la intención de la gente"

Mar Iglesias
18/01/2017
 Actualizado a 14/09/2019
Momentos de la bendición de San Antón a las puertas de la iglesia de Santa María. | M.I.
Momentos de la bendición de San Antón a las puertas de la iglesia de Santa María. | M.I.
El municipio de Cacabelos volvía a salir a la calle para celebrar el San Antonio Laconero, el patrón de los animales, al que hace décadas se le pedía por la salud de los animales que daban de comer a la familia, recuerda el párroco de la localidad, Jesús Álvarez.De hecho, esta actividad tiene sentido enmarcada en los tiempos en los que las vacas y los cerdos eran elementales para las familias del Bierzo rural y su bendición era una manera de mantenerlos a salvo«cualquier enfermedad de ellos suponía una ruina». Ahora, aquella primera intención ha cambiado y, frente a la iglesia de Santa María solo se acercan a esperar la bendición perros, gatos y algún pájaro. Ahora los festejos son un «pedir por ellos», dice Álvarez, al tiempo que se convierte en una celebración para abrir una reflexión «y concienciar a la gente  de que no somos los protagonistas de la creación» sino que compartimos espacio con esos animales compañeros «y debemos ocuparnos de sus cuidados».

Álvarez defendía la celebración de este evento tradicional en la calle, pese a que las últimas manifestaciones religiosas, como la colocación del Belén en la Plaza Mayor, no han sido permitidas, después  de que el Ayuntamiento se declarara municipio laico. Sin embargo, se consiguió que se regulara el acceso a la iglesia en el día de San Antón, algo de lo que está satisfecho el párroco que pide que se respete la intención de la gente  «una cosa son las declaraciones solemnes y partidistas y otra cosa es el sentir de la gente ojalá todos estuvieran al servicio del sentir de la gente», pidió a los políticos.

Asaja aprovecha la festividad

El sindicato agrario Asaja aprovechó la festividad de San Antón, santo protector de los animales para subrayar las necesidades y carencias específicas del sector agrario y pedir a las administraciones un mayor compromiso con él, ya que  representa el 50% de la Producción Final Agraria regional, «y pasa muchas veces a un segundo plano», se queja. Además, recuerda a la administración el retraso que acumula el abono de ayudas que repercuten directamente en estos profesionales, como las dirigidas a ganadería extensiva, zona de montaña, y superficies forrajeras pastables y sistemas de pastoreo. Para Asaja, 2016 no ha acabado bien, con «cotizaciones desiguales», pero en general bajistas», dice «las perspectivas de mercado siguen siendo muy complicadas, dado que en buena parte depende del marco internacional y de las exportaciones, y al veto ruso, que se está prolongando más de lo esperado, se ha sumado la incertidumbre por las repercusiones del Brexit, que se irán conociendo a lo largo de este año».

Asaja pide a las administraciones que «se empleen a fondo» en facilitar la salida a mercados exteriores, dado el extraordinario potencial, en cantidad y calidad, que tiene Castilla y León. Piden, además la implantación, a todos los efectos, de la Ley de la Cadena Alimentaria y el fortalecimiento de la Agencia de Información y Control Alimentarios «que pueden hacer mucho tanto para identificar con claridad nuestro producto como para evitar situaciones de abuso por parte de industria y distribución», señala.

También pone el sector ganadero tareas que competen directamente a la Junta de Castilla y León, como son las medidas de control que eviten los permanentes daños causados por la fauna sobre el ganado (en especial el lobo), así como la gestión de las campañas de saneamiento, cuyos efectos, a veces desproporcionados, son uno de los principales temores de los profesionales del sector.
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