"Solo pedimos que no nos dejen tirados"

Los alcaldes mineros aprietan los dientes molestos porque se hable de una transición justa cuando ya no lo es y piden a las administraciones que piloten la llegada de empresas

Mar Iglesias
05/12/2018
 Actualizado a 12/09/2019
Celebración de Santa Bárbara en el municipio de Fabero. | L.N.C.
Celebración de Santa Bárbara en el municipio de Fabero. | L.N.C.
La santa de los mineros salía en procesión ayer en las cuencas mineras en una celebración ya ceñida a lo religioso y no a lo reivindicativo. Torre del Bierzo lo vivía con la despedida de los mineros del pozo Salgueiro, el último en dar cierre hace unas semanas.

Su alcalde, Gabriel Folgado quería dejar de lado ese sentimiento de fin en un día de celebración, pero también levantaba la voz para pedir «lo mismo que hemos pedido hace tres años, que no nos dejen tirados». Su petición es a las administraciones que considera que ahora deben dar el do de pecho y pensar que «no pueden hacer desaparecer una industria de más de 70 años sin tener alternativas para las personas que lo han dado todo por ella. Esto fue un núcleo económico central a nivel nacional», recuerda. Ahora considera que debe conseguirse que el carbón nacional sea reserva estratégica y analizar nuevos usos para el mismo como la utilización del grafeno.

Alza la voz, pero asegura que no nota su eco «no tengo ninguna notificación de que se haga algo, solo lo que veo en prensa o los rumores». Lo que tiene claro es que, cuando escucha hacer una «transición justa» no cree que sea real «es mentira decir que quieren una transición no traumática porque el trauma ya está aquí. Si querían eso debían haberlo hecho antes», reprocha, puesto que «sabían que las minas iban a cerrar y no se ha hecho nada, solo inyectar dinero sin sentido y esa no es la solución».

Pide ahora que se ayude, pero que se estudien las inversiones «espero que sean sensibles con las cuencas y que hagan algo que sea eficaz y no solo para aparentar». Aunque reconoce que no hay una varita mágica para dar con la solución y que la riqueza de las cuencas sigue siendo el carbón, mantenerlo y proyectar nuevas apuestas puede ser la fórmula para avanzar. Por de pronto, la santa salía a la calle acompañada de una proyección del Museo de Sabero con testimonios mineros casi como recuerdo, pero vivo aún.

Desde Fabero también la santa procesionó como lo ha hecho en los últimos años, cabizbaja, reconoce el presidente de la Agrupación de municipios mineros, Pedro Monasterio «porque ya la hemos vivido con huelgas, ERES, se nos ha ido preparando para esto», dice. Aunque con «la lógica preocupación sobre la mesa», por no saber qué puede pasar a partir del 1 de enero, sobre todo para los trabajadores de las empresas auxiliares a la minería, Monasterio reconoce que quiere ver el vaso medio lleno y esperar que la santahaga verdad la frase de la transición justa «no nos van a dejar morir por inanición», dice.

El ejemplo de Vestas, cuyo cierre ha sido seguido por el desembarco de una nueva empresa que aporta más empleo incluso, considera que es el que las administraciones deben poner sobre la mesa «de forma conjunta». Para Monasterio esa es la clave «que sean las administraciones las que lideren proyectos industriales para las cabeceras de las cuencas».

En dos décadas en las que deberían haberse hecho «los proyectos industriales en las cuencas brillan por su ausencia» y le molesta que se hable de lo mucho que se ha invertido en ellas sin que lo hayan aprovechado «se hablan barbaridades, pero aquí tienen una deuda de 750 millones. Nos deben 500 del Plan2006-2012 más 250 del siguiente que no se han invertido, además de la cantidad adicional de las comunidades autónomas de un 25% a mayores. Esa deuda no la olvidamos», dice Monasterio, que asegura que viene de un gobierno sin tintes políticos «no depende de ningún partido», aclara.

Para Fabero, considera que debería costearse la vía rápida y el parque temático de la minería, mientras se sigue adelante con la mina que queda en Caboalles, La Escondida y con las cortas de Fabero y de la Robla «que son competitivas»y que ofrecen el mineral necesario para que las térmicas sigan adelante, al menos hasta 2030. Mientras, se se estudiarán alternativas, pero Monasterio está convencido de que las térmicas no pueden cerrarse en dos meses «técnicamente es imposible» por lo que hay que aprovechar ese plazo para seguir inyectándoles carbón nacional.

La alcaldesa de Fabero, Mari Paz Martínez por su parte también ve con pena e incertidumbre una nueva Santa Bárbara en la que «la transición ya no nos llega de manera justa», apunta. Aunque lamenta que estos lodos vengan del barro sumado en la gestión de los siete años pasados, pide ahora al Ministerio de Industria que «pilote nuevos proyectos y nos eche una mano» con el de Transición Ecológica.

Martínez espera llegar a tiempo, aunque considera que la situación es extraña, porque se ha pasado de contar con 500 mineros en las cuencas faberenses a un goteo constante de pérdida, 200, 100, después 12, hoy nada «y es difícil de asumir. No te da margen de reacción».

Del lado positivo considera que «el Gobierno lo está entiendo. Desde el Ministerio de Industria al menos, pero el de Transición parece que no tiene la misma sensibilidad». Pide que se traigan proyectos a las cuencas, pilotados desde las administraciones.

En Fabero pedirán que se apueste por el turismo «aunque de eso no sobrevivimos», al tiempo que se atraen empresas medianas. «Sabemos que tenemos que ir cambiando el sistema de vida, pero llevamos más de medio siglo siendo mineros y no nos pueden pedir ahora que lo hagamos de la noche a la mañana».

Martínez pedirá una reunión con Industria para que los movimientos se demuestren andando.
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