Sin imaginación no hay opción

Al final no son las grandes subvenciones para proyectos industriales que vienen a crecer en una zona ajena las que dan futuro al Bierzo, sino el trabajo y las ideas innovadoras

Ramón Cela
11/04/2021
 Actualizado a 11/04/2021
Villafranca al anochecer, manteniendo su estampa romántica. | RAMÓN CELA
Villafranca al anochecer, manteniendo su estampa romántica. | RAMÓN CELA
Desde hace mucho tiempo, los ciudadanos estamos sufriendo una transformación en nuestras ideas que nos están llevando por unas derivas difíciles de comprender en la actualidad.

Desde que en este país se han instaurado «las subvenciones», vemos con cierto estupor como de la noche a la mañana se crean empresas, abren comercios y desaparecen como los billetes de cinco euros en los bolsillos.

No hace muchos años algunos enarbolaban aquella bandera con la marcha a gritos de «la Tierra para quien la trabaja». Y he de confesar que me gustaban mucho aquellas frases que tanto querían decir, pero que poco a poco se fueron olvidando al tiempo que los portadores de la misma se fueron dando cuenta de que una cosa era hablar y otra muy distinta hacer.

Resumiendo: Que los porteadores se fueron esfumando al tiempo que se daban cuenta de que todo esto implicaba trabajar y esforzarse. Finalmente, no sé si queda, el desnudo mástil de la bandera, que se fue haciendo girones por falta de porteadores.

Pasaron los años y llegó el fenómeno de las subvenciones, que muchos se las tomaron muy a pecho y solicitaron y solicitan hasta para ir al fútbol y que como el Nazareno Lambrión Chupacandiles, fueron sacando por aquí por allí yde repente, se fueron esfumando, pero de lo que se trataba era de eso, crear empleos y fábricas de parados a continuación, sin percatarse naturalmente o sí, que ese dinero de las subvenciones es de todos y que en cierto modo, los estafados somos los ciudadanos de a pie.

Pero dejaremos las críticas para más adelante, porque es más fácil criticar que construir y vamos a aportar algunas ideas por si alguno de esos mandamás se le ocurren que en cualquier ámbito social empresarial o comercial , siempre es bueno tomar ideas de todos y de esta manera, poder sacar adelante, nuestro pueblo, comarca o capital.

Yo creo que hay mucho, mucho que aprovechar y en personas de cierta edad y muchas experiencias a sus espaldas, quienes pueden expandir sus conocimientos y ánimos a los que ahora empiezan o ya han comenzado.

Yo pienso que los ayuntamientos grandes y pequeños deben hacer reuniones periódicas con gentes del lugar, así como en ciudades importantes, no todo el mundo sabe de todo ( mal que padecen la mayoría de los políticos), que en ocasiones quieren demostrar el por qué están allí y no hacen otra cosa que mostrar sus carencias .

Con dinero, casi todo es fácil hacer,
pero en multitud de ocasiones, se hace más sin él con la mochila repleta de entusiasmo y plantando cara a la lluvia, porque siempre se ha dicho que no se equivoca el que no hace nada.

En las Comarcas Maragatas, o Fornela, con menos medios que El Bierzo, se hicieron lo que tan de moda esta, servicios de transportes de mercancías o dinero. Los fornelos eran capaces gracias a su trabajo e inteligencia, de vender tejidos a los catalanes, pero en la comarca berciana solo se pensó que el carbón, como otros minerales, no se acabarían nunca y se sesteó e hicieron sestar a León, que ahora parece que ha puesto la cola sobre el Manzanal y le cuesta volver la cabeza hacía esa comarca que tanto aportó en su momento.

En El Bierzo hay mucho que hacer y se puede, pero existe demasiado protagonismo y poca labor de conjunto, como dicen en términos futboleros.
La agricultura, que es una de nuestras mejores bazas además de la minería que vuelve a renacer, la tecnología y las nuevas gentes con ideas actuales, tienen mucho que decir.

Pero no debemos de olvidar nuestro Patrimonio Artístico y Cultural, que es cuantioso y se esta dejando perder como en el caso de Villafranca del Bierzo, que se está cayendo y no aparece un ARU, por parte alguna.

Y…aquí, es donde deben de ir las subvenciones, porque el Patrimonio, nunca irá menos, sino que siempre será mejor apreciado. Pero como decía anteriormente, solo se necesita, imaginación. Y conjunto.

No es posible, sino vergonzoso, que el Castro de La Ventosa siga siendo un zarzal mientras que los ayuntamientos colindantes no hace multitud de reuniones y peticiones en conjunto, acordándose más de sus pueblos que de sus partidos, que los votantesles votaron pensando que iban a trabajar por sus pueblos, no para mirarse por encima del hombro.

Los pueblos de la comarca oeste del Bierzo necesitan una redención, porque ya han sido demasiados gobiernos que prometieron y no hicieron nada Y seguro que pueden aportar más que recibir. Naturalmente, siempre hay salidas para aquellas personas, que utilizan la imaginación y su escaso o gran saber en hacer grandes fortunas y hacer felices a cuantos les rodean.

Hace unos años, el compositor afincado en Villafranca, Cristóbal Halffter al regreso del estreno de su cantata para la ONU, me comentaba que era muy feliz de haber tenido éxito, pero que venía entusiasmado, por que allí conoció al Juez de La Corte Suprema de Nueva York, que era de un pueblecito a cuatro kilómetros de Villafranca del Bierzo, su lugar de nacimiento.

La razón de su felicidad compartida con Marita su esposa, fue, cuando el juez le dijo que él había sido reclamado por unas tías y cuando llegó a USA, no sabía leer ni escribir, pero con sacrificio y tesón, había cambiado las cabras del monte que pastoreaba, por la Justicia.
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