Se modifican a la baja los precios de los pinchos del botillo en las jornadas de Bembibre

Se estipulaban en 1,50 euros y ahora se abre una horquilla con ese máximo y el mínimo de 1 euro, a criterio de cada establecimiento

12/01/2024
 Actualizado a 12/01/2024
Una de las ediciones pasadas del Festival del Botillo.
Una de las ediciones pasadas del Festival del Botillo.

El Consejo Sectorial de Comercio ha aprobado una modificación del precio de los pinchos que participen en el Concurso de Pinchos del Botillo de Bembibre.

Las bases recogían un precio de 1,50 euros por pincho, de acuerdo con la propuesta de los propios hosteleros. Una vez publicadas y con la difusión de las mismas, los hosteleros han pedido una modificación para permitir una horquilla en el precio de 1 euro a 1,50 euros, a criterio de cada establecimiento.

Como condición, los participantes deben mostrar una foto del pincho que participa y el precio en un lugar bien visible a fin de que los clientes tengan conocimiento del precio antes de pedir el pincho de botillo. Información que también se publicará debidamente en la página web oficial del Festival del Botillo, festivaldelbotillo.com.

Tal y como se preveía, el órgano colegiado dio luz verde hoy a esta medida entendiendo que se trata de una propuesta en beneficio del sector hostelero, que solicitaron los propios hosteleros, y que incentivará tanto la inscripción como de participación en las XIII Jornadas de Pinchos del Botillo.

Las últimas entradas, venta lenta

Las entradas para el Festival del Botillo del 3 de febrero han tenido dos ritmos de venta distintos en las dos "hornadas" en las que se pusieron a la venta. La primera tuvo el éxito esperado. En una hora estaban vendidas las 1.000 entradas que se podían adquirir solo por internet. La segunda parte era la venta presencial, en la que se han puesto a la venta 300 entradas. El primer día se colocaron 200 y se habilitó un segundo día por la tarde para poder vender el resto. Sin duda, el botillo sigue teniendo un tirón más que importante para los bercianos, pero esta vez no han tenido que dormir al raso para hacer cola y hacerse con una entrada, como ha sucedido en años anteriores.

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