Promesa

Mañana, El Templario, La Comarca, Bierzo 7, Aquiana, Spirogyra…publicaciones que albergaron las vivencias e impresiones de muchos bercianos y que ahora solo quedan en el recuerdo. Páginas y páginas de noticias, anécdotas, experiencias, poesías y cuentos

Manuel Ángel Morales Escudero
05/05/2024
 Actualizado a 05/05/2024
Promesa, primeros números.
Promesa, primeros números.

El Frente de Juventudes fue un organismo que se creó en España en 1940, poco después de terminada la guerra civil española. Se trataba de una sección de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, el único partido existente y legal durante el régimen del general Francisco Franco. El fin último del Frente de Juventudes era el adoctrinamiento en los principios del Movimiento por lo que no es extraño que en los distintos territorios españoles la prensa se configurara como uno de sus principales instrumentos.


Así, en este contexto, durante el año 1944 -como refiere el historiador Carro Celada-se va a fundar el periódico Promesa: «En la casa número 9 de la calle Avemaría, sede del antiguo Frente de Juventudes de Ponferrada». La sede pronto se abandonaría para empezar a editarse en la Avenida capitán Losada, 14-2ª volviendo con el tiempo la sede a la citada calle Avemaría, 9 donde terminará. El precio de venta de sus primeros ejemplares fue de 50 céntimos, cantidad que baja hasta los 40 céntimos de los ejemplares del año 1946. El último número de 9 de junio de 1957 (número 694) se vendió ya al precio de una peseta. Entre los directores del periódico destacan algunos nombres —refiere también Carro Celada— como «José Luis Pérez Tahoces, José Antonio Serrano de Pablo, Ángel Bahillo Huidobro y Ernesto Fernández. En la jefatura de redacción, siempre Manuel Suárez Gutiérrez, y en la infantería de redacción: Pedro Fernández Matachana, Antonio Parra Fra y Santiago Puente Villegas».

Portada Promesa enero de 1957.
Portada Promesa enero de 1957.


El periódico se sostenía básicamente con las suscripciones y no contó con trabajadores en sentido estricto, pues tanto redactores como colaboradores realizaban todas las tareas de forma altruista y voluntaria. No en vano en la página tres de Promesa de fecha 25 de marzo de 1945 (Año II, número 20) se insta a comprar el periódico como una forma de ser patriota: «Lea V. Promesa. Suscribiéndose a Promesa se cumple con el deber de patriota y berciano». También era fundamental la publicidad a la que el periódico dedicaba páginas enteras y que aparecía repartida también por toda la publicación.

Existen, asimismo, algunos anuncios singulares que retratan lo que era la actividad comercial de la época. Por ejemplo, de los establecimientos situados en las mejores calles ponferradinas: «La cocina. Loza , cristal, batería de cocina y baños galvanizados. Artículos para regalos. Calle general Gómez Núñez, 3. Ponferrada», «Calzados Prada. Acabo de recibir enorme variedad de Modelos de Zapato tanto en fino como económico. Ponferrada». En la publicidad predominaba la de Ponferrada y del Bierzo, con páginas enteras de algún anunciante como el de «Ford Motor Ibérica» aunque aparecen también anuncios de establecimientos astorganos y leoneses. Incluso en esta publicidad puede detectarse el poso ideológico del momento. Y así en los anuncios de Ford se habla de «FORD en el mañana de paz futura» recordando que se trata de una «organización española del automóvil».


Promesa contenía todo tipo de noticias e incluía en sus portadas habitualmente un editorial de tinte político. Así, por ejemplo, el editorial del número veinte de 25 de marzo de 1945 se titula «Falange o comunismo» explicando que no hay más opciones -como pasa en todas las dictaduras- que elegir entre el poder del autócrata o el caos. Pero no solo fue un periódico de adoctrinamiento. Desde sus primeros números tiene también un carácter reivindicativo. En el número indicado, al editorial político le acompaña una reivindicación, la de un tranvía de Ponferrada a León. En ese momento Ponferrada estaba creciendo de forma importante y así se reconoce en el citado artículo «La importancia y urgencia de este tren tranvía no creemos necesaria apuntarla, ya que han sido tratadas en un número anterior, baste decir que una ciudad como Ponferrada que a pasos agigantados crece considerablemente en todo lo concerniente a industria en general y relación comercial tan profusa con la capital provincial». Los editoriales empiezan a ser cada vez más escuetos para dar paso a las noticias a las que se concede mayor extensión incluyéndose, además, fotografías. Al mismo tiempo, el yugo y las flechas de la portada, que en los primeros números se lucían a la par con el cisne blanco y del mismo tamaño, se empiezan a ocultar tras un único logotipo en el que destaca el cisne blanco tras el cual se hallan el yugo y las flechas -el conocido emblema del Frente de Juventudes-. 


Las penurias económicas de la época aún pueden rastrearse en artículos como los que dan cuenta de notas del delegado local en lo referente al racionamiento. Se evidencia lo anterior en anuncios como el de la «Comisaría de abastecimientos y transportes» sobre el «aumento de la ración de pan». El racionamiento —que empezó tras la guerra civil y que se mantuvo hasta el año 1952—, consistía en unas tarjetas cupones que el gobierno entregaba, primero a las familias para pasar posteriormente a convertirse en individuales a partir del año 1943. Esa situación de penuria económica se va reduciendo en la década de los cincuenta y de ello dan cuenta noticias como la que aparece en el número del trece de enero de 1957 y que anuncia el nacimiento de la Escuela de Organización Industrial en Madrid dependiente del Ministerio de Educación e Industria. Es la época en la que España asiste a un fuerte desarrollo que en el caso del Bierzo es evidente. Y así se constata en una de las noticias que aparecen en la portada de Promesa, la del número 685 de 7 de abril de 1957. Bajo el titular «Pujanza de la economía berciana» se informa de la pujanza del Bierzo y de Ponferrada, pues el autor señala que «En cuanto a Ponferrada -que debe ser auténtica capital del Bierzo, como venimos siempre sosteniendo- tenemos que ir perfilando ya la gran ciudad que está destinada a ser».


Entre los colaboradores más asiduos del periódico están nombres como los de Augusto Quintana Prieto, Enrique Valcarce Alfayate, Antonio Castro Villacañas, Waladaliso, etc. Mención aparte merecen las carteleras de los cines y teatros de la Ponferrada de la época. Así encontramos algunas de las películas y obras de teatro de entonces como en el número de 17 de marzo de 1957 en el que la empresa de espectáculos «Adriano Morán» publicita su cartelera. Así en el teatro Edesa se anuncia que «A las cuatro de la tarde en sesión popular. Infierno en las nubes y todos los hermanos eran valientes» especificándose que las películas se proyectarán en «Tecnicolor. Autorizadas para todos los públicos». Eran tiempos de gloria para el cine, pues también en la misma cartelera se da cuenta de las sesiones de los otros cines de la empresa como el Morán y el teatro Bergidum.


Entre las noticias destacan las referentes a festividades religiosas, como la que aparece en la portada del número 109 «Con gran solemnidad se celebró en Ponferrada la fiesta de Santa Bárbara, patrona de la minería». Cabe destacar que junto a la denominación de «mineros» -que se menciona una sola vez- se enuncian otras como las de «productores», «obreros» o «empleados». Las celebraciones religiosas son una parte del régimen y de ahí la importancia que se le dan a las mismas en el contenido del periódico. Pero también se incluyen colaboraciones de diversas disciplinas: derecho, literatura, historia o arte. Y así se publican relatos como el titulado «La caridad del cura rural» firmado por Gondemar; poesías como «Invernal», rubricada por Vatemar que en sentidos versos exclama «¡Qué triste está el campo! / ¡Qué turbio está el cielo! / ¡Y qué manso resbala el arroyo / los sauces lamiendo!»; historia como la del artículo titulado «Historia de nuestra señora de la Encina, patrona del Bierzo» resaltando en el mismo —de forma muy poco acertada— que «Esta efigie mariana pertenece a aquella época en que la escultura romana, reuniendo la forma plástica de Oriente y la estética de Occidente, producía aún las imágenes hermosas, por conservar todavía las tradiciones de la estatuaria griega».


Promesa duró trece años -si contamos los primeros números hechos casi como un periódico mural-. Sin embargo, pese a su corta duración, contribuyó a crear el caldo de cultivo necesario para que surgieran otras publicaciones posteriores como Bierzo -que aparece cuatro meses después de la desaparición de Promesa— o Aquiana y todas las que vendrían después. Es un testimonio imprescindible sobre los años en los que Ponferrada se convirtió en la «ciudad del dólar» y el Bierzo empezó a desarrollarse. Una página imprescindible de nuestra Memoria Impresa.

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