El intendente de la Policía Municipal de Ponferrada, Arturo Pereira quiso lanzar un mensaje de tranquilidad ante las últimas trifulcas acaecidas durante las salidas nocturnas y que, en los últimos meses, se han librado con heridos por arma blanca o por machetes. Pereira niega que eso haya encendido una alerta social y mucho menos xenófoba, al entender que en algunos casos había implicados ciudadanos extranjeros. "Que se hayan producido estos incidentes no quiere decir que todos los inmigrantes lleven navajas", dice. Niega que se esté generando un empuje xenófobo, pese a los comentarios encendidos por las redes sociales cuando sucede cada uno de estos actos. Es más, apunta que Ponferrada puede ser un ejemplo de acogida, puesto que cuenta con 3.000 inmigrantes de 82 nacionalidades "la diversidad es un factor muy importante y creo que es una riqueza", apuntó, "no creo que vaya a arraigar un sentimiento de ese tipo", dijo.
"Esa es la riqueza de la ciudad", defendió y aclaró que, en las reyertas apuntadas no solo han intervenido extranjeros. Es más, asegura que si se ha producido un punto de alarma es, precisamente, porque Ponferrada "es una ciudad muy segura" y resalta la eficacia de las dos policías en la resolución de estos actos.
Pereira hacía hincapié en ese problema al dar a conocer el balance de actuaciones de verano que definen una ciudad segura, al mismo nivel que el año anterior.
En cuanto a número de detenidos, desde el 15 de julio al 6 de agosto se han registrado 21 por diversas causas. Cuatro detenidos lo han sido por hurtos o robos, dos por lesiones o amenazas, uno por quebrantamiento de condena, cuatro más por delitos de violencia de género, cinco por otros tantos de desobediencia o atentado, dos más por agresión sexual, uno por provocar un incendio y dos por delitos de daños. Son cifras que se mantienen "no tenemos una ciudad especialmente conflictiva", reiteró Pereira. El tipo de delincuencia está definido en la ciudad: la ciberdelincuencia y delitos contra la propiedad son los que encabezan la lista.
El verano ha sido tranquilo también en lo referente a las campañas especiales de vigilancia. Ni la de incenidos en los montes de la ciudad ni la de la de la fruta han tenido incidencias especiales. Pereira sí destaca la intervención ciudadana para que haya sido así, puesto que asegura que "cada paseante es un voluntario que da la voz de alarma".
En cuanto a los planes de vigilancia en viviendas mientras sus ocupantes están de vacaciones, este año se ha rebajado algo la demanda con 38 usuarios, cuando el año pasado fueron 57.
Sin embargo, en las intervenciones de ayuda en el Camino de Santiago sí se han intensificado las intervenciones "demuestra que el Camino está vivo y que hay conflictos en él", dijo Pereira.
Considera el intendente que ha sido un buen verano, "no hemos tenido incidencias graves", solo un fallecido en un accidente de tráfico, un motorista que apunta que sufrió las consecuencias de un golpe de "mala suerte".
Trabajo con los colegios
Ahora, con la vuelta al colegio, los agentes ya han ido a saludar a los niños y hay activo un programa dirigido a ellos, el Agente Tutor "es una de nuestras piezas clave", dijo Pereira, y anunció que pondrán más subprogramas con alumnos de infantil. "Queremos que se nos vea como una Policía social. Somos una policía de ayuda". Además, están trabajando en un proyecto para controlar mejor el tráfico a la entrada y salida de los colegios "iremos de la mano de las direcciones de los centros", apuntó.