Piden seis años de prisión por maltrato habitual a su mujer y a su hija

En concepto de responsabilidad civil se le piden 3.000 euros para cada una de sus víctimas por los daños morales causados. Ambas tuvieron que recibir atención psicológica y la madre incluso intentó suicidarse

12/02/2024
 Actualizado a 12/02/2024
El juicio se celebra este lunes en la Audiencia Provincial. | MAURICIO PEÑA
El juicio se celebra este lunes en la Audiencia Provincial. | MAURICIO PEÑA

La Audiencia Provincial de León lleva a juicio, los días 12 y 13 de febrero, la denuncia por maltrato habitual y vejaciones de una madre y su hija a su esposo, un hombre de 54 años, para el que Fiscalía solicita una pena de 6 años de presión, tres por cada una de sus víctimas,  además de la prohibición de acercarse a menos de 100 metros o comunicarse con ellas durante 4 años y siete meses. Por el delito de vejaciones injustas se le suman 30 días de localización permanente en un domicilio lejos de las víctimas y también se le piden cuatro años y dos días de prohibición de tenencia de armas en cada uno de los casos.  Como responsabilidad civil, se le solicitan 6.000 euros, 3.000 por cada una de las víctimas por los daños morales causados. 

En el escrito de Fiscalía de área al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Ponferrada, se relata que los cónyuges tuvieron una relación de 30 años, 23 de ellos casados  y durante los cuales tuvieron una hija, ahora mayor de edad. La esposa asegura que el maltrato fue habitual desde el primer momento "de forma intencionada y habitual, con ánimo de menoscabar gravemente la armonía y paz familiar y de forma vejatoria" en su domicilio en la comarca berciana. 

Insultos como "hija de puta o no vales para nada, eres una desgraciada", faltas de respeto, ataques verbales, principalmente por las noches, ataques de ira, se producían con asiduidad. Incluso se obligaba a la mujer a mantener relaciones sexuales con el acusado y la amedrantaba diciéndole constantemente que sin él no era nada y que "no te voy a dejar tranquila". 

Incluso, cuando ambos estaban con otras personas, el encausado la dejaba en evidencia dirigiéndole expresiones tales como “cállate que no sabes lo que dices, estás mejor callada”. De igual forma, la presionaba con las tareas del hogar bien porque no estaba hecha la comida, en lo relativo a la ropa del trabajo y la plancha, etc…

Cuando discutían él la amenazaba con divorciarse y también ejercía un control absoluto en relación a la actividad social obligándola a ir a visitar a su familia. Dicha situación se agravó entre los años 2018 al 2021, ya que en el año 2018, en el fragor de una discusión, el encausado comenzó a dar puñetazos en un tabique de la vivienda familiar y, en otra ocasión, tiró con furia una bandeja de comida al suelo y cogió un cuchillo, llegando a rozarla en el abdomen al tiempo que la empujaba, provocando que la hija mediara y lo separara de su madre.  Fue a partir de entonces cuando el encausado  comenzó a comparar y menospreciar a su esposa con otra mujer y le decía, continuamente, que “qué suerte tenía su jefe por todo lo que tenía y la mujer que tenía en casa” lo que provocó que la mujer sufriera una situación de decaimiento y baja autoestima, lo que requirió incluso intervención médica. El acusado nunca le preguntó por su estado de salud y, al alargarse dicha situación en el tiempo, en el mes de octubre del 2020 la mujer tuvo un intento autolítico, siendo llevada al Centro de Salud por su hermano.

En otra ocasión le reclamó, en la piscina y delante de menores que le enseñara “tus partes íntimas” a lo que ella se negó y él, en su empeñó, le dijo “eres una sosa, que asco me das”.

En 2021 la mujer decide romper el matrimonio y el hombre acudió a su hija con ofensas. Según el relato recogido por Fiscalía le dijo que “qué clase de hija era, que vergüenza le tenía que dar, que por qué no hacía algo para que sus padres no se separasen” a lo que su hija le contestó que eso no era de su competencia y que lo solucionaran ellos. El enfado del hombre le llevó a romper su teléfono.

Era tal el pánico que le tenían que en el mes de marzo de 2021 decidieron contratar un servicio de seguridad para la vivienda, y un mes después se registró que perseguía a su mujer con una furgoneta por un Polígono industrial, lo que provocó que ésta entrara en un estado de pánico. La mujer tuvo que asistir a terapia psicológica ya que empezó a perder pelo, tenía ataques de ansiedad, incluso, tuvo intentos autolíticos de nuevo.

En cuanto a la hija de 2018 al 2021 también ha venido sufriendo una situación de maltrato por parte de su padre que, de forma intencionada y habitual, con ánimo de menoscabar gravemente la armonía y paz familiar le amenazaba diciendo  “que le iba a partir la cabeza y la cara, que le iba a dar una hostia y dejarla seca”. Eso hacía que la joven llegara a casa del colegio y se escondiera en su cuarto hasta que su padre se iba.  Además, la infravaloraba constantemente. Incluso cuando aprobó la Selectividad la insultaba llamándola  “tonta, retrasada, no vales para estudiar ni para nada". Al igual que su madre, esta actitud provocó en ella baja autoestima, ataques de ansiedad y miedo llegando incluso, en una ocasión, a arrancarse las cejas por completo.

La amenazó con pegarle en alguna ocasión y la situación obligó a la hija a irse de casa. La hija tuvo que recibir atención psicológica, de forma puntual, en mayo de 2019 y en abril de 2021 mostrando sintomatología ansiosa y depresiva.

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