Peñalba amenaza con movilizarse si no se solucionan los desprendimientos

Los vecinos de la pedanía ponferradina se plantean sentadas, cortes de carretera o manifestaciones para obligar a actuar ante los constantes cortes de acceso que sufren

Mar Iglesias
10/07/2018
 Actualizado a 12/09/2019
Las tormentas provocan desprendimientos cada vez que son protagonistas. | ICAL
Las tormentas provocan desprendimientos cada vez que son protagonistas. | ICAL
Los vecinos de Peñalba de Santiago estudian iniciar un calendario de movilizaciones para acabar con un problema que consideran que se está enquistando sin solucionarse y que puede acabar en tragedia, auguran. La carretera de acceso al pueblo recibe los estérilesde la montaña con cada tormenta y eso ha hecho que en las últimas semanas los vecinos y los turistas hayan tenido que ser auxiliados por la policía tras quedar incomunicados.

La pedánea de la localidad, Susana Rodríguez Panizo asegura que se ha reunido con el equipo de gobierno y con la Diputación «que han puesto todo de su parte», pero no llega. La carretera, propiedad de la Diputación de León, se limpia tras los arrastres, pero es una misión sin rumbo, porque vuelven a caer, cada vez con más fuerza, hasta el punto de que se han producido cascadas que pueden cegar la carretera poco a poco o incluso arrastrarla «nos tememos que más pronto que tarde nos podamos quedar sin los dos accesos», puesto que tanto el vial asfaltado como la pista de tierra sufren constantes daños y cortes.

La pedánea se pregunta qué pasará si se produce un incendio o un accidente en la carretera estos díasHasta dos metros de estériles hay en algunas zonas complicando incluso el paso de camiones para trabajar en ellos. De hecho, asegura Panizo, las máquinas están en el pueblo preparadas para actuar, porque se ven obligadas a hacerlo nada más que llueve. Es la vida de uno de los Pueblos más bonitos de España que considera que no está siendo tratado como ese marchamo se merece «nos dan ganas de tirar esa placa por todo lo que está pasando», dice con enfado Panizo.

Incluso ella se ha planteado dejar el pueblo, donde vive desde siempre «porque es imposible. No tenemos teléfonos, nos quedamos incomunicados en cualquier momento y no se hace nada. Invitaría a los políticos a que vinieran aquí a pasar una semana para que vieran lo que estamos pasando». Apunta que el pueblo se está quedando vacío y que las visitas de turistas no crecen «la gente ya no quiere venir porque no tiene claro si se va a poder marchar», dice.

El pasado sábado, la Policía Municipal de Ponferrada tuvo que proceder a rescatar a 30 personas que visitaban el pueblo en todoterrenos. El domingo volvieron los problemas, pero ya casi nadie se había atrevido a subir «y además ya no se quedan a comer ni a dormir», con el consiguiente perjuicio para las casas de turismo rural y hostelería. El daño va mucho más allá, ya que, al no funcionar las comunicaciones, los restaurantes tampoco han podido cobrar con tarjeta.

Tras un año «todo igual»

En agosto, recuerda Panizo, fue la primera riada que cortó el acceso el pueblo hace un año. Desde entonces, solo se han puesto parches que dilapidan presupuestos «no se ha hecho nada.
Diputación ha gastado 500.000 euros para limpiar al carretera pero no sirve, porque la pista de arriba sigue desprendiéndose», dice.

Sería la Junta la que tendría que intervenir para poner fin al problema, pero asegura que no se ha puesto en contacto directo con los vecinos y que hay políticos en contra de que se asfalta esa conexión desde San Cristóbal «no decimos que se asfalte, pero tiene que arreglarse. Algunos están en contra porque dicen que de esa manera subirá mucha gente, pero es lo que queremos o ¿a qué jugamos?», explica Panizo criticando que el líder del PRB, Tarsicio Carballo, se opusiera a ese paso «si viviera aquí lo vería de otra manera».

Panizo espera a la reunión que la alcaldesa ha dicho que espera mantener esta semana entre los responsables de la Diputación y de la Junta «aunque no tenemos más información y esto es urgente», dice la pedánea, adelantándose a que la Junta se pueda escudar en la falta de presupuestos para proceder a las reparaciones. Panizo lamenta que se hayan quedado incomunicados tres veces en un mes en este julio, por lo que augura que el problema vaya a más en invierno y que incluso pueda haber un suceso mortal «si pasara un accidente, las ambulancias ahora se las verían para pasar».

Y en estos meses, cruza los dedos para que no se produzca un incendio como el del año pasado «porque tampoco podrán pasar los servicios de extinción».

Los vecinos se plantean realizar sentadas ante la sede de la Junta en Ponferrada, cortar la carretera manifestarse en el pueblo o solicitar una reunión con la administración autonómica mientras miran al cielo, que el miércoles vuelve a llamar a las tormentas.
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