Un 12 de abril de 2010 se echa a andar la historia de Arwen Analy Vargas, un día en que remarca su condición "yo no llegué al mundo como los demás niños, yo nací con Asperger". Pero eso no ha limitado su desarrollada imaginación y sus ganas por contar cosas, que comenzaron pronto "mis padres trabajaban muy duro y mi hermana y yo nos volvimos muy imaginativas", dice. Así comenzó, en su cabeza, a labrarse un libro que ahora saca a la luz "comenzamos a imaginarnos escenarios y a esparcir sueños por la habitación".
Con 10 años "comenzó mi mundo de imaginación", recuerda. Fue por una competición entre amigos "queríamos ver cuál hacía un buen libro. Al final ninguno enseñó su obra", pero se encendió la chispa en ella para comenzar a tallar las páginas de su "El poder de Resaidius". Vargas relata que "aquellas páginas cambiarían mi manera de ver el mundo", y se metió de lleno en los sueños y en la capacidad "de hacer todo lo que alguna vez soñé".
Desde pequeña padece cronofobia, y eso fue la base de su relato, preguntándose qué ocurriría si mezclaba futuro y pasado, y si lo hacía con una historia fantástica "con un héroe y un villano". Lo que parecía algo "como cualquier historia cliché", se convirtió en todo un universo "que tengo planeado para estos personajes que cambiaron mi vida y de los que me siento orgullosa por haberlos creado". Es el comienzo de un futuro incierto, reza el subtítulo de su trabajo que ahora presenta, el próximo 26 de enero a las 19:00 horas en el Museo de la Radio.