Los sindicatos sospechan de las intenciones de la investigación a las térmicas

Las federaciones sindicales mineras de CCOO y de UGT consideran «sospechoso» que la Comisión Europea anuncie, diez años después de subvencionar a las térmicas para sus mejoras ambientales, una investigación, justo en un proceso de desmantelamiento latente que tiene el futuro de centrales como Compostilla o Anllares en entredicho. Para resolver sus dudas solicitan que se convoque de inmediato la comisión de seguimiento del Plan del Carbón, con el fin de tomar medidas para que las eléctricas no sean las que vayan definiendo estrategias que lleven a favorecer otras energías, como la nuclear o el gas, buscando mayor rentabilidad. Aseguran que el carbón es hoy necesario para responder a las necesidades eléctricas, por lo que el Gobierno debe apoyar la desnitrificación. Luchar por un Real Decreto para impedir los cierres no les parece la medida, puesto que consideran que con la ley actual ya valdría para impedírselo.

«No estamos en contra de tener una transición energética, pero el carbón se puede quemar de forma limpia, y tenemos compromisos con los trabajadores, los territorios y la industria», dijo Andrés Muñoz, secretario de Energía de UGT FICA. «Rechazamos el cierre anunciado por Iberdrola porque vuelve a desertizar otras dos comarcas, y vuelve a ser un nuevo ataque a la industria» que no están dispuestos a secundar, concluyó Jesús Crespo, de CCOO.

Nadal y la economía del carbón

El ministro de Energía, Álvaro Nadal, asegura que  existen intereses empresariales para sustituir el carbón por el gas dentro del mix energético español lo que, advirtió, conllevaría un precio de la energía más caro para el consumidor. A su juicio, el Gobierno quiere utilizar el Real Decreto que regula el cierre de las centrales de generación de energía eléctrica para dotarse de un instrumento que deje esa decisión en manos del poder político y no en una «mera decisión empresarial».

Además reconoció que si ya hay «muy poquitas» minas de carbón y mineros en España «no sabe cuántos van a quedar el año que viene», aunque las que sobrevivan serán «competitivas». Según dijo durante su comparecencia en la Comisión de Energía del Congreso, el Gobierno quiere evitar la «tentación» de que algunas empresas piensen en «cerrar una central que aunque es rentable hace más rentables las otras que tienen».

Nadal abogó por las centrales de carbón ya que, afirmó, «no es verdad que el carbón no es rentable». Según argumentó hay que distinguir entre minas y centrales. En este sentido afirmó que las minas que van a queda en España en un futuro próximo «son competitivas» porque el resto ha cerrado ya, dijo.