La obra de rehabilitación del castillo viejo se retoma desde los talleres

 Los trabajos de rehabilitación que se están llevando a cabo en la zona del castillo viejo de la fortaleza templaria de Ponferrada se han retomado esta semana después del parón de 15 días por el decreto de paro de actividades esenciales.

Y lo hacen con una nueva perspectiva. Serán semanas de trabajo de taller, «donde será menos visible el avance de la obra, porque la actual fase se refiere a la definición de las estructuras de madera» que llevarán las torres y muros según explica el arquitecto, Fernando Cobos. En la jornada de este miércoles, el arquitecto responsable del proyecto de rehabilitación del castillo de los templarios y equipo se disponían a realizar un vídeo que enviar al Ayuntamiento en el que se explicaban las tareas que correspondía realizar en estas próximas semanas de acción.

Las obras se retoman con ocho operarios paragarantizar la seguridad sanitaria durante la ejecución de los trabajos. Una de las estancia en las que se centrará la obra posterior es la torre de los Castro, que no se aprecia desde el exterior del castillo. También están previstas azoteas de las torres.

Los restos arqueológicos hallados en la fase de excavación, que están prácticamente concluidas,están ya en depósito. No obstante, el control arqueológico continuará durante todos los trabajos de consolidación y recomposición de estructuras.

Cabe destacar que tal y como dieron a conocer los responsables de las obras en enero, se ha documentado un enterramiento múltiple y dos estructuras de habitación circulares fosilizadas por la muralla. La cronología de estas estructuras hablan de que podrían ser del medievo (de los siglos XII-XIII), o de la primera Edad del Hierro (siglos VIII-VI antes de Cristo), ya que la tipología es muy similar en ambos casos.
El proyecto global deintervención incluía la recuperación de la estancia cubierta que se ubicaba en la zona norte, entre el Cubo Viejo, o del Duque de Arjona, datado en el siglo XIV, y la torre del Homenaje Nuevo, identificada por la documentación de la época y por el análisis de las improntas dejadas en los muros”.

En la excavación iniciada en esta zona se ha hallado el muro que delimitaba la estancia y el derrumbe de la planta superior.
Un espacio cubierto con tejas cerámicas que comunicaba ambas torres. Se trata de una amplia estancia en la que se han documentado más de un centenar de bolaños de bombarda, los proyectiles utilizados en los conflictos antes del uso del cañón, además de varios proyectiles de catapulta de granito.